Revista Opinión

Figura del sicario desde la Antigüedad hasta nuestros días

Publicado el 15 diciembre 2019 por Carlosgu82

Definición

Un sicario es aquel que comete un asesinato por encargo a cambio de dinero u otros bienes (según la RAE)

Algunos sinónimos son pistolero o asesinó a sueldo.

Los sicarios en la Antigüedad

En la época romana, la figura del sicario estaba penalizada por el Derecho Romano, por la ley llamada «Lex Cornelis de Sicariis et Veneficis» que venía a significar «Ley Cornelia sobre Apuñaladores y Envenenadores» allá por el año 81 a. C.

Los sicarios ya existían en Judea, cuando en el siglo I atacaban a los invasores con una espada corta escondida entre sus túnicas. Eran llamados sicarii y aprovechaban las congregaciones de gente durante los días festivos de Jerusalén para matar con mayor impunidad.

En realidad, los sicarios eran políticos que formaban parte de las asambleas populares, y actuaban sobretodo durante el peregrinaje al templo sin escrúpulos apuñalando a los políticos del bando opuesto de sus amos o clientes.

Para evitar su detención fingían un exagerado arrepentimiento.

Los judíos, en Israel, hacían uso de los sicarios para vengarse de los romanos por motivos históricos.
«Cuando Albino (procuraduría: 62-64 d.C.) alcanzó la ciudad de Jerusalén, dobló cada esfuerzo y tomó la decisión de asegurar paz en la tierra exterminando la mayor parte del sicarii»

Josefo, en antigüedades judías (XX. 208)
Los sicarios eran judíos conocidos por su extrema violencia y sus asesinatos a las autoridades romanas. Formaban parte de los llamados Zelotes, una facción del judaísmo de la época romana que estaban en contra de los fariseos.

Durante la rebelión judía los sicariis pertenecientes a los Zelotes privaron a los romanos de alimentos para que así lucharan contra el sitio romano en Jerusalén y se negarán a llegar a un pacto de Paz.

En el año 73 los romanos ganaron la batalla tomando la fortaleza.

Un hecho muy triste es que la mayoría de los defensores romanos prefirieron suicidarse a rendirse.

Los sicarios en la actualidad

Esto es por hacer un poco de Historia pero, en la actualidad, el sicario está penado por la ley. Se considera un delito por el cual el sicario realiza un asesinato por tres motivos: encargos, gustos o conveniencias. Suelen ser chicos jóvenes. Es un peligro real que está en auge, sobretodo, en submundos como el narcotráfico aunque también hay encargos por venganzas. Son extremos ajustes de cuentas. Los narcotraficantes hacen uso de la figura del delincuente habitual, el más fácil de encontrar para tal encomienda  y el más apto que, además, no se negará. En el caso más grave existen sicarios menores de edad.

Las investigaciones demuestran que la muerte por sicarios es de las más frecuentes en países como México, Venezuela, Ecuador y Colombia.

Lo más alarmante de esta barbarie es que a la demanda de sicarios acceden con mayor facilidad jóvenes con edades entre 14 y 23 años, es decir, adolescentes. Además los «contratantes» prefieren menores de edad por su condición jurídica.

Otros datos de interés sobre los sicarios

La gravedad de la violencia en Brasil llevó al famoso sicario Julio Santana a asesinar a casi 500 personas en su época de sicario mientras hacía su vida normal junto a su familia.

Los sicarios existen en casi todo el mundo, no son exclusivamente de Latinoamérica como alguna gente cree. También hay sicarios en España, Francia, Estados Unidos o Italia pero la verdad es que en Brasil el panorama es más que alarmante. Cada hora mueren 7 personas a manos de un sicario, la mayoría de las veces a plena luz del día.

La codicia y el dinero fácil suelen ser los motivos por los que algunas personas pobres se convierten en sicarios.

La figura del sicario tiene estigma, sin embargo, no tiene por qué tratarse de una persona inhumana. Muy al contrario existen muchos sicarios que adoran a su familia e incluso creen en Dios.

En Brasil, los motivos van desde política, conflictos amorosos, dinero o razones tan absurdas como el fútbol.

Muchos quedan libres ya que la corrupción es tal en países como Colombia o Brasil que la misma policía o gobernantes pueden estar involucrados en los crímenes y se tapan entre ellos.


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