Figuras Ocultas
"La idea de que la NASA contratara a mujeres negras para trabajar como matemáticas en el sur durante la época de la segregación desafía nuestras expectativas y gran parte de lo que creemos que sabemos sobre la historia de Estados Unidos. Es un gran relato, y solo eso hace que merezca la pena ser contado."
Fragmento de Figuras Ocultas de Margot Lee Shetterly
Harper Collins me descubrió una increíble historia real que hasta no hace mucho permanecía oculta y enterrada bajo una gruesa capa de polvo e ignorancia. La periodista y escritora Margot Lee Shetterly ha rescatado del olvido el importante papel que tuvieron las mujeres afroamericanas en la NASA, mientras la segregación racial era una realidad aún muy arraigada. Os hablo del libro Figuras Ocultas, cuya adaptación al cine fue estrenada este pasado enero en nuestros cines bajo el mismo título.
Cuando lo vi entre las novedades de Harper Collins no dudé en pedirlo, aunque lo hice sin muchas esperanzas de que me eligieran para reseñarlo porque hacía poco que colaboraba con ellos (¡Mil gracias por el ejemplar!). Su breve sinopsis me atrapó, pues jamás había oído hablar de nada semejante: mujeres en la NASA y, además, negras. El racismo en Estados Unidos es bien conocido por todos, no es que nuestras sociedades europeas sean precisamente la panacea de la integración y la igualdad, pero todos hemos visto los problemas que, incluso ahora, tienen con el racismo, y no sólo hacia los afroamericanos, sino también contra los sudamericanos o los ciudadanos del norte de África y de Asia.
Figuras ocultas, eso es lo que precisamente son las protagonistas de este libro; una pequeña representación de todo lo que fue y supuso para una comunidad que arrastraba los siglos de la extinta esclavitud a sus espaldas, la primera oportunidad para demostrar sus conocimientos reclamar igualdad de oportunidades y poder equipararse con sus homólogos blancos.
El relato se centra en Dorothy Vaughan, Katherine Johnson, Mary Jackson y Christine Darden, pero ellas son sólo la punta del iceberg y con el seguimiento de sus vidas somos testigos de la verdadera cara oculta de la NASA.
Durante la Primera Guerra Mundial los americanos comprobaron que estaban muy por detrás del resto de naciones a lo que se refería en aviación, así que en unos terrenos de Langley (Virginia, actual sede de la CIA) se creó la NACA (Comité Consejero Nacional para la Aeronáutica) donde se pusieron a trabajar los mejores ingenieros y físicos para crear aviones cada vez más veloces y aerodinámicos. Ya en la Segunda Guerra Mundial, con la mayoría de hombres en el frente, andaban escasos de matemáticos e ingenieros, así que desesperados, se pusieron a captar a todas las mujeres, primero blancas y luego negras, con titulación, para que trabajaran para ellos. Las primeras que entraron se emplearon como computistas, todo el día trabajando en salas separadas para negros y blancos, para hombres y mujeres, donde realizaban complejos cálculos con ayuda de papel, lápiz y una calculadora.
Dorothy Vaughan fue una de las primeras mujeres negras contratadas que vio por fin la puerta abierta para poder trabajar en aquello para lo que la habían preparado en la universidad. Lo que parecía un trabajo temporal durante la guerra, se convirtió en la profesión que la mayoría de ellas desempeñaría el resto de su vida laboral.
Estas inteligentes, cualificadas y audaces mujeres tenían que hacer frente, no sólo a las limitaciones que les imponían por el color de su piel, sino a las que eran sometidas también por su condición de mujeres. No sólo resultaron ser aptas para el trabajo, sino que, además, demostraron ser las mejores en su campo. Pero si eras hombre, incluso siendo negro, tus posibilidades de ascender en el NACA eran mayores. Incansables, tuvieron que luchar para que se las tuviera en cuenta. La batalla que muchas de ellas presentaron a sus jefes, abrió con el paso de las décadas la puerta a las mujeres a escalas mayores, como el reconocimiento de su estatus como ingenieras.
Algunas lograban desconectar durante su jornada laboral de ser negras en un país y un estado del sur racistas, sin embargo, detalles como tener una mesa para "gente de color" en el comedor o baños para negros y blancos era un amargo recordatorio.
Gracias a sus trabajos en el NACA pudieron darles a sus familias una vida mejor e integrarse en la exigua clase media negra americana. En el sur, en la zona de Virgina y Virgina Oriental, existía un micromundo donde cientos de jóvenes negros acudían a universidades sólo para ellos, alentados por sus padres que querían un futuro mejor para sus hijos. La segregación les favoreció en el sentido de que fueron instruidos en sus universidades por excelentes expertos, que de haber sido blancos y no rechazados en universidades de gran prestigio, jamás habrían sido sus mentores. Un número enorme de afroamericanos se sacaron títulos en matemáticas, física o ingeniería. Personas que de haber sido blancas, habrían encontrado trabajo nada más salir de sus facultades. El NACA se convirtió en la mejor opción para alguien tan preparado, quizá casi en la única opción si eras negro.
Asombra la fortaleza y habilidad de estas mujeres para compaginar su vida laboral con el hogar, los hijos, la comunidad, la iglesia y el activismo, pues raro era la que no participaba de un modo u otro en la lucha por sus derechos civiles. Muchas de ellas alentaban a otras, tanto en el terreno académico como social, convirtiéndose en una gran inspiración. Pero su papel como mujeres y afroamericanas en un mundo dominado por hombres blancos quedó en la sombra. Ni siquiera la mayoría de sus vecinos eran conscientes de la gran labor que realizaban para el Gobierno ni los increíbles conocimientos que atesoraban sus mentes inquietas y siempre dispuestas a saber más.
Figuras Ocultases un gran trabajo de investigación, de más de doce años, en el que la autora ha tenido el privilegio de entrevistarse con aquellas "figuras ocultas" que aún continúan vivas, con cantidad de expertos, consultado cientos de archivos y libros, además, de miles de documentos, y hablado con todo aquel que supiera sobre la tan gloriosa y desconocida etapa que se vivió en la NACA y, posterior, NASA.
Es una lectura apasionante donde los avances en ingeniería aeronáutica logrados, en parte, por el trabajo de estas matemáticas afroamericanas, se entremezclan con los obstáculos y sucesos que marcaron la consecución de sus derechos como ciudadanos de pleno derecho de los Estados Unidos. Asistimos al relato de más de cuarenta años de historia americana y científica. Junto a las "chicas del oeste" (como llamaban a las computistas negras en sus inicios) somos testigos de los inicios de la aeronáutica con fines bélicos, de la rotura de la barrera del sonido, de los viajes orbitales y la carrera espacial para alcanzar la Luna antes que los rusos. Es un recorrido increíble y la lectura de este libro ha calado hondo en mí, pues estas mujeres son una gran inspiración para todas, no existe barrera temporal ni racial que nos impida sentir un gran orgullo por lo que hicieron.
La autora se preocupa porque los lectores comprendamos el trabajo que desempeñaban las protagonistas de Figuras Ocultas, así como sus descubrimientos y su aplicación posterior.
No se trata de una historia real novelada, sino que, más a modo de documental, se nos cuenta su historia, su invisibilidad por culpa del color de su piel y su condición de mujeres, pero también nos ilustra con numerosos datos sobre física y matemáticas (sin llegar a abrumarnos). Es una oda a la igualdad y al amor por la ciencia.
Me parecía increíble la hipocresía de los estadounidenses durante la guerra. Mientras combatían a los nazis en Europa, en su país los únicos blancos capaces de ser amigos de un afroamericano eran los judíos, igualmente rechazados por el resto de la población que los negros. Incluso se menciona en el libro que existían lugares de Estados Unidos donde se prohibía explícitamente la presencia de negros y judíos. He aprendido una barbaridad con este libro, ha sido una experiencia magnífica.
Margot Lee Shetterly, hija de uno de los ingenieros negros que trabajó para la NASA, se crió en ese ambiente. Pensaba que el resto de afroamericanos del país estudiaban lo mismo y se dedicaban a la ciencia, pero con los años descubrió que el mundo que había conocido en Virginia era único y que debía ser sabido por todos. ¡Un libro imprescindible para cualquier lector, para cualquier mujer y, en definitiva, para cualquier ser humano!
Título: Figuras OcultasAutor: Margot Lee ShetterlyGénero: Hechos realesEditorial: Harper CollinsFormato: PapelPáginas: 432Precio: 16,06 € (Papel)ISBN: 9788491390343
Argumento: Esta es la increíble historia de un grupo de matemáticas afroamericanas que con sus cálculos ayudaron a la NASA y a los EEUU en algunos de los logros más importantes de la carrera espacial.
Antes de que John Glenn orbitara la Tierra o que Neil Armstrong caminara sobre la Luna, un grupo de matemáticas conocidas como las "computadoras humanas" calcularon, con lápices, reglas y sencillas calculadoras, las complicadas ecuaciones que permitirían lanzar los cohetes y a sus astronautas al espacio.Entre estas "solucionadoras" había un pequeño y excepcional grupo de mujeres afroamericanas especialmente talentosas. Formaron parte de las mentes más brillantes de su generación. Mujeres que se habían visto relegadas a enseñar matemáticas en colegios públicos solo para negros del Sur, pero que fueron llamadas a servir durante la Segunda Guerra Mundial debido a las carencias de mano de obra, cuando la industria aeronáutica necesitaba a cualquiera que pudiera colaborar. De repente, estas mujeres infravaloradas hasta entonces encontraron trabajos adecuados para su genio, por lo que respondieron afirmativamente a la llamada del Tío Sam y se fueron a Hampton, en Virginia, al fascinante laboratorio aeronáutico de Langley.Incluso allí se vieron segregadas del resto de mujeres ya que las leyes de Virginia así lo establecían. Aun así, este equipo ayudó de forma sobresaliente a que los Estados Unidos ganara a la URSS la carrera espacial durante la Guerra Fría.Este libro empieza en la Segunda Guerra Mundial y se desarrolla durante la Guerra Fría, el movimiento de derechos civiles y la carrera espacial. Figuras ocultas sigue la vida de Dorothy Vaughan, Mary Jackson, Katherine Johnson y Christine Darden, cuatro mujeres afroamericanas que participaron en varios de los éxitos más sonados de la NASA. Es una crónica de casi tres décadas durante las que estas mujeres se enfrentaron a desafíos, forjaron alianzas y usaron su intelecto para cambiar.