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2014 Coaching personal // nuevos paradigmas
FIN DE LA DUALIDAD “RAZÓN-CORAZÓN” (y II)
Escrito por Miguel Benavent de B. Sin comentariosContinuación…
Yo mismo he vivido muchos años así, en confrontación permanente entre lo de dentro y lo de fuera, entre el corazón y la razón, en esa dualidad aprendida, pero incómoda que todos llevamos. Aprendí a lleva dos vidas paralelas, eligiendo los momentos y el entorno, en cada caso, como hacemos todos, desde siempre. Pero llega un momento en la vida en que integras todo ello y haces lo posible para vivir con coherencia y equilibrio. Ya no hay trabajo y vida privada, emociones y pensamientos, luces y sombras, razón y corazón, positivo y negativo, pues cada momento y cada circunstancia tiene su sentido propio, que contiene a ambas.
Aprendes día a día a percibir la vida desde ambas perspectivas y a aceptarla tal como es, única, cambiante, equilibrada e irrepetible. Y eso te exige valorar cada momento, en cuanto llega y a no juzgarlo, sino solo experimentarlo intentando que se manifieste su propio sentido. Y es precisamente ese sentido que para mí tiene cada persona, momento y lugar en mi vida lo que la llenan y le dan pleno sentido.
Y eso es un proceso que no se aprende en los libros, ni en las charlas de los presuntos iluminados, sino se obtiene viviendo y estando bien atento a lo que llega, sintiéndolo desde dentro. Así, cuando miras un bello paisaje o la mirada de una persona a la que quieres, dejas de solo verlos, para empezar a sentirlos y admirarlos en lo que para tí valen. Eso hace tuya a cada persona, momento y lugar y tu rol de observador desaparece para hacerte parte de lo observado.
Es algo así como -por fin- conquistar la vida, tu vida. Así, cualquier paisaje se convierte en tuyo, porque has estado y te has sentido parte de él. Las personas importantes conforman ya tu vida, estén o no contigo, para siempre. Nada volverá a ser como antes. Y así, poco a poco, tu vida se va llenando de elementos valiosos que la conforman y que la convierten en un tesoro y, a la vez, en un regalo personal e intransferible, que siempre puedes compartir con todos aquellos que sienten así la vida. ¿No es el amor lo que te permite eliminar la dualidad y vivir tu vida así, ya sin miedo y compartiéndola? ¿No es acaso la felicidad el resultado de todo ello?