
"Cesare mira sin metafísica desde la ventana cómo se derrite la ciudad. se derrite lentamente, como el sol de la infancia. Pasados unos segundos, que gasta en la prolongación de sus silencios, recorre descalzo el pasillo hasta la cocina, donde María enjuaga la ropa en el lavadero. Lleva un vestido de flores y el pelo suelo. Canta algo que él no identifica."
Hay libros que atraen desde su nacimiento, y los que hablan de literatura pertenecen en mi caso a este rango. Libro que hablan de vidas, de personas, y esos también me atraen. En realidad, esta vez, me sobraron los motivos para fijarme en el libro que traigo a mi estantería virtual. Se trata de Fin de poema.
Conocemos a Pizarnik, Sexton, Ferrater y Pavese. Y sí, son los cuatro poetas famosos. Todos ellos terminaron trágicamente sus vidas de forma drástica. La mejor manera de concluir este resumen es hacerlo justo como comienza: los conoceremos a través del relato de sus vidas en las últimas horas antes de la muerte.
Fin de poema tiene algo de poético pese a su título, y también de terrible. Si echamos la vista atrás, muchos son los casos de escritores que terminaron su vida por voluntad propia y, dentro de lo trágico, también está la incertidumbre que surge desde la admiración, y el tabú del tema. ¿Qué puede llevar a un hombre a suicidarse? y ya puestos a preguntar, ¿qué varita mágica lo convierte en creador? Tallón parte de cuatro grandes poetas, y se adentra en sus últimos momentos para llevar al lector a asomarse a su abismo que finaliza con una muerte elegida, prematura. Un enigma por muchas explicaciones que quieran darnos. Pavese, Pizarnik, Sexton y Ferrater serán los protagonistas elegidos por el autor para su apuesta, arriesgada, que duda cabe. De todos los temas del mundo, sigue resultándonos más fácil hablar del sexo que de la muerte, porque de esta última no hay retorno. De este modo y huyendo de una concepción lineal que le hubiera llevado a escribir cuatro relatos definidos en los que el lector supiera, anticipándose incluso, las palabras que iban a aparecer en la siguiente línea, Tallón construye su universo. Un universo atormentado o aburrido, en el que las rutinas, los miedos y las frustraciones pueden incluso resultarnos conocidas. Nos adentramos en las últimas horas de estas cuatro personas que olvidaron que eran grandes, aunque nosotros no seamos capaces de quitárnoslo de la cabeza mientras otros nombres ilustres se pasean por las páginas del libro. Porque hay muchas formas de escrtibir metaliteratura, y Tallón ha encontrado la suya propia.
Os aviso ya de entrada, o quizás de no tan entrada puesto que he avanzado un poco: no es una novela sobre el suicidio. Es una novela sobre abismos, sobre personas que se ven conducidas de un modo u otro hacia una decisión drástica y que lo hacen de una forma tan errática como directa, si es que algo así es posible de expresar de una forma certera. Quizás por eso la estructura de Fin de poema es única y se fragmenta plegándose sobre cada vida, sobre cada detalle, hasta componer un homenaje cuya única pretensión es que nos asomemos a cada uno de los protagonistas elegidos. Pero no nos perdemos, porque la vida es errática y en este libro hay mucha vida. No busca el autor hacer un panegírico, ni llenarlo de ese tremendismo que parece rodear al fin último de las cuatro vidas. Al contrario. Incluso en esos momentos previos, en los recuerdos y reflexiones, nos damos perfecta cuenta de la intención del autor. Y cuando cerramos el libro nos llevamos con nosotros pedacitos de vidas, contruídos con detalles, que son los que importan una vez conocido el legado inmortal que sus protagonistas nos dejaron.
Un libro para amantes de la poesía y de los poetas, para amantes de la literatura en cualquiera de sus formas. Fin de poema es, en definitiva, un libro para amantes de las letras.
Y vosotros, ¿sois aficionados a la metaliteratura?
Gracias
