Fin de un año increíble más-el año más nómada de mi vida

Fin de un año increíble más-el año más nómada de mi vida

diciembre 31, 2012

Difícil explicar en un post lo que ha supuesto este 2012. Porque las sensaciones y los sentimientos no son fáciles de poner ni en fotos ni en palabras. Ha sido otro excelente año más de la vida, donde he conocido a gente maravillosa y pasado tiempo con la gente increíble que ya formaba parte de mi vida desde antes. Además, para mí destaca que este año ha sido en el que he dormido en más camas, sofas o suelos distintos. Fue el año más nómada  de mi vida en el que muchos días me he levantado sin tener decidido donde pasaría la noche siguiente. Menuda sensación de libertad.

Empecé el año en Madrid y en Asturias, con un vuelo de vuelta a Marruecos, donde llevaba viviendo poco más de un mes, pero sin estar muy convencida de que Essaouira era la ciudad en la que yo quería vivir. Surgió la idea de emprender un viaje por Marruecos y ahí disfruté de una nueva forma de vida que no conocía hasta el momento: La ‘vida-caracol’, con una mochila a la espalda, con las cosas básicas necesarias para el día a día, lavando todos los días lo que llevaba puesto, para no querdarme sin ropa de repuesto, durmiendo en casas distintas, compartiendo con nuevas personas un poquito de su día a dia, pasando horas y horas en autobuses o esperando en viejas estaciones.

Así me pasé desde febrero hasta mayo (pasando en algunos lugares más tiempo que en otros), donde me asenté durante más de un mes en Ouarzazate, cerca del desierto marroquí, viviendo entre dos familias maravillosas. Entre medias volví una semana a España a celebrar el cumpleaños, mi día favorito del año y tuve la suerte de pasarlo con mi familia y mis amigos de toda la vida. Y en este año 2012 subí una montaña a 4.000 metros de altura, el Toubkal, un reto que nunca jamás que había planteado cumplir (ni siquiera un día antes de hacerlo).

A la vuelta de la aventura marroquí, en ese momento que sentí que ya había cumplido una etapa más de la vida, tuve la oportunidad de estar unos días disfrutando de la gente de Madrid y de viajar a Polonia a disfrutar de la Eurocopa. El verano fue entre Asturias y diferentes ciudades de España y creo que disfruté de mis amigos de toda la vida más que nunca.

Tuve la oportunidad, gracias a la Comisión Europea y ese fantástico programa Juventud En Acción y gracias a mis antiguos colegas de Macedonia de volver dos veces a mi país favorito de Europa, de volver a sonreir en Struga, la ciudad que me cambió la vida y de disfrutar de días de alegría y aprendizaje con personas venidas de toda Europa.

Ahora estoy preparando un nuevo viaje llena de ilusión y disfrutando de los ultimos días en el hogar y de mi hermana que es lo mejor de este mundo. 

En lo personal, también ha sido un año maraviloso y cada vez me gusta más todo lo que hago. Aún tengo que leer mi lista de propósitos de 2012, hecha hace un año, pero si la recuerdo bien, cumplí todos ellos, menos uno, que era demasiado ambicioso para la falta de tiempo, y otro que cumplí a medias (otro era mantener activo un blog y fue una gran decisión porque me lo he pasado en grande haciéndolo, con los amigos que he hecho y leyendo nuevas historias). Y en lo profesional sigo adorando mi trabajo, que me da toda la libertad del mundo para viajar. Además, con esta crisis de valores que los capitalistas y políticos siguen extendiendo por el mundo, me he replanteado nuevas maneras de comprender la vida que me agradan más que las que tenía antes. Entre otras, sigo aprendiendo a prescindir de lo material.

También ha habido momentos malos, problemas de salud de gente querida o ese día en que una trabajadora de la embajada española frustró mi sueño de traer a un niño maroquí que adoro a pasar unas vacaciones a Asturias, con malas palabras y con prejuicios, lo que me hizo ver que el mundo no es tan de rosa como yo siempre me pienso.

Y para acabar, sólo decir que muchas gracias a todas esas personas que de algún modo habeís estado ahí durante este año para contribuir a que fuera tan genial.