Revista Baloncesto
MACCABI-REAL MADRID
Semifinal de eminente regusto clásico, el Maccabi-Real Madrid enfrentara a dos de los equipos de más tradición histórica en la copa de Europa. Con estilos casi diametralmente opuestos entre la heterodoxia macabea y el orden madridista, el encuentro llega con el trasfondo de la polémica por el cambio de horario de la final por la solicitud de los de Tel Aviv, y con el morbo de ver al Madrid en una final four en suelo barcelonés 15 años después de su ultima presencia.
Precedentes:
Esta temporada: Inédito
En Final four: Inédito
Historia copa de Europa: 22-18 RealMadrid
Otras competiciones europeas: Inédito
Ventaja madridista en los precedentes, sustentada especialmente en los primeros enfrenamientos ya que en los últimos cara a cara el Maccabi presenta cierta ventaja.
El primer precedente data de la copa de Europa de la temporada 67/68, cuando el Real Madrid se imponía, dentro de la liguilla de cuartos de final, al conjunto israelí por 64-54 con 21 puntos de Emiliano. En la vuelta el Maccabi devolvía la moneda a los blancos venciendo en la prorroga por 96-88 con 26 puntos de Tal Brody. Esa temporada el Real Madrid acabaría llevándose el título tras superar al Zadar de Cosic y Djerdja en las semifinales y al Spartak de Brno en la final (98-95 con 26 puntos de Aiken y 27 de Konvicka).
Tras este primer contacto, el Real Madrid encadenaría seis triunfos consecutivos alguno de ellos realmente llamativo (114 puntos anotados en los dos encuentros del 75 o un expeditivo 125-78 en la del 76), antes de que la igualdad comenzara a presidir unos duelos que en su inmensa mayoría acababan cayendo de parte del equipo local. De hecho la primera victoria visitante del Maccabi habría de esperar hasta la temporada 86-87 cuando de la mano de la mano de su pareja de americanos Lee Johnson-Kevin Magee (48 puntos entre ambos) los de Tel Aviv vencían por 82-89.
Once años más tarde en su ultimo enfrentamiento bajo los auspicios FIBA, el Maccabi repetiría victoria en el palacio de los deportes, en esta ocasión por 68-76 con 21 tantos de un eléctrico Oded Katash.
Ya en la era ULEB, Real Madrid y Maccabi no se encontrarían hasta el top 16 de la temporada 2005/06, repitiendo posteriormente en las tres ultimas temporadas y dejando un regusto amargo en las filas blancas donde las derrotas como locales en 2008 (el triple de Halperim) y 2010 terminaban por ser decisivas en el devenir blanco en la competición (la primer directamente, la segunda privando al equipo de Messina de ser primero de grupo y enviándolo a un cruce de cuartos ante un por entonces intratable Barcelona).
Pero pese a este reguero de cruces, a los que habría que sumar infinidad de encuentros en el viejo torneo de navidad, sin duda el cara a cara más llamativo entre Real Madrid y Maccabi se remonta a 1980 cuando israelíes y españoles alcanzaban la final de la copa de Europa. Macabeos y madridistas, habían alcanzado la final compartiendo el mismo balance (7-3) en la liguilla semifinal, superando in extremis al vigente campeón un Bosna de Sarajevo cuyas dos derrotas consecutivas (ante el EBBC del gran Kees Akerboom y ante la Virus de Cosic y Villalta) al final de la misma habían supuesto su eliminación (6-4 final).
Finalmente, el 89-85 definitivo supondría la séptima copa de Europa para el Real Madrid, en un partido donde las alternativas defensivas de Lolo Sainz habían mermado la productividad de Berkowitz y donde los 27 puntos de Rafa Rullan terminaban pesando más que los 31 de Earl Williams.
MACCABI TEL AVIV
Campeón de Europa: 5 (1977, 81, 2001, 04 y 05)
Subcampeón de Europa: 8 (1980, 82, 87, 88, 89, 2000, 06 y 08)
Final Four: 11 (1988, 89, 91, 2000, 01, 02, 04, 05, 06, 08 y 11)
Otros títulos europeos: -
Ligas: 48
Copas: 38
Esta temporada:
Fase regular: 1º Grupo A 9-1
TOP 16: 2º Grupo F 3-3
Play-off: 1-3 a Caja Laboral Baskonia
Total: 15-5
Resarciéndose se su sorprendente eliminación en los cuartos de final de la temporada pasada, el Maccabi de Tel Aviv regresa tres años después a una final four, lo que ya de por si supone un éxito dadas las expectativas que a principio de temporada creaba un equipo prácticamente nuevo. Apostando por varias líneas de renovación que incluían el mercado interior (Pargo), el europeo (Schortsianitis, Hendrix, Macvan) y el retorno de jugadores con el que se pretendía reforzar la identidad (Eliyahu, Burnstein…parece que Halperim lo hará el año próximo), el conjunto israelí llaga a la final four tras despachar una gran primera fase, donde tras la dura derrota inicial en Vitoria solo conoció el triunfo y un top 16 donde no pudo con el Barcelona.
Con un juego heterodoxo en el que prima la velocidad y la polivalencia, el Maccabi ha mostrado dos caras distintas en su versión local y foránea, mostrando síntomas de irregularidad incluso en el transcurso de un mismo partido. Tras unos primeros meses donde Eidon marco la pauta, el bajón del estadounidense, fue suplido por la solidez de un Schortsianitis más regular que nunca y de una línea exterior tan impredecible como espectacular e intensa cuando las cosas fluían. Ante la final four, la baja de Perkins y la duda del pivot griego dibujan sombras en un conjunto que si logra imponer su velocidad y consigue anotar desde el exterior aún puede seguir sorprendiendo.
EL APUNTE HISTORICO:
La generación perdida:
Nacido, al igual que Siena o Panathinaikos, en el seno de una entidad polideportiva, el Maccabi de Tel Aviv toma forma como club de baloncesto en 1932, aunque no es hasta 1954 cuando, con el nacimiento de la liga israeli (Ligat Ha'al), el conjunto macabeo comienza a labrar su leyenda. Vencedor en las primeras cinco ediciones ligueras, el Maccabi encontraría su única excepción en sus vecinos: un Hapoel tel Aviv que se alzaría con los 5 títulos que el Maccabi no copaba entre ese 1954 y 1969…ya que en 1970, el club amarillo iniciaría una racha que le llevaría a conquistar de manera consecutiva todos los campeonatos ligueros hasta 1993 (desde el 94 hasta nuestros días solo ha perdido otros dos, curiosamente en las tres ultimas temporadas).
A nivel copero, el dominio del Maccabi es igualmente tiránico, con el Hapoel arañando los títulos de 1962 y 1969 y con la enorme sorpresa que supuso la ausencia, por primera vez del Maccabi en una final, y el triunfo en 1976 de un Hapoel Gevat/Yogur (90-76 ante el Hapoel Tel Aviv) que ya el año anterior había conseguido acceder a la final.
Con estos precedentes de tan abrumador dominio, no es de extrañar que la verdadera dimensión del Maccabi como club, y en buena parte como embajador del deporte israeli en Europa, habría que encontrarla en su periplo por las competiciones europeas…un periplo que se inicia con la participación macabea en la primera edición de la Copa de Europa.
Tras ser eliminados por el CCA Bucarest en esa primera edición, el primer logro del club hebreo a nivel europeo llega en la primera edición de la Recopa (temporada 66/67), donde tras eliminar al Joventut en cuartos de final y al Bk Botev en semifinales, el Maccabi accede a una final donde termina cayendo ante el Varese. En un formato de final a doble partido, los italianos vencen en el primer duelo como locales por 77-67 con 25 tantos de Stan McKenie(27 de Tal Brody en el conjunto macabeo), haciendo estéril la victoria del Maccabi en la vuelta 68-67.
En los 70 el club se asienta entre los habituales de la liguilla de cuartos de final y poco a poco comienza a subir su rendimiento, con un primer aviso claro en 1976 donde solo una derrota en la ultima jornada en la pista de Cantu priva a los israelíes de disputar la primera semifinal de su historia…algo que tampoco harían la temporada siguiente, aunque en esta ocasión poco les importara.
La 76/77 trae consigo una importante novedad en el formato de la competición de tal manera que tras la liguilla de cuartos de final entre los 6 mejores conjuntos del torneo, los dos primeros acceden de forma directa a la final. En un marco de enorme igualdad donde solo el Brno se queda atrás, la ultima jornada de la liguilla se presenta con el Varese como primer clasificado y con tres aspirantes a la otra plaza en la final. Por un lado un Madrid con 5 triunfos recibe al Maccabi con una victoria más, mientras que el Cska, con el mismo registro que los blancos, recibe al Varese. Con el Varese de paseo por Moscú, el Real Madrid cumple su parte venciendo al Maccabi por 106-94 con 31 puntos de John Coughran y recupera el average…pero la desidia italiana fuerza un triple empate donde el beneficiado es un Maccabi que accede a su primera final en la máxima competición.
La polémica estaba servida ya que el Maccabi había logrado dos de sus triunfos por la negativa de soviéticos y checoslovacos a jugar en tierra israeli, mientras que en las respectivas vueltas tanto Cska como Spartak de Brno había tenido que jugar como supuestos locales en tierras belgas. Por si fuera poco la sede de la final, suponía un nuevo quebradero de cabeza para la Fiba pues la elegida había sido Belgrado, capital de una Yugoslavia que no mantenía como país relaciones diplomáticas con Israel. A esta circunstancia había que añadir, la importante presencia de estudiantes árabes y palestinos en Belgrado, parte de los programas educativos de un Tito clave en el desarrollo del Movimiento de países no alineados, hasta el punto que la conferencia de Belgrado en 1961 se puede considerar como el impulso definitivo a un movimiento que aún hoy engloba a 117 países.
Pese a la zozobra previa, la intercesión del secretario general de la Fiba, el yugoslavo Boris Stankovic, fructificaba en un acuerdo por el que se permitía la llegada de seguidores israelíes (tanto desde el propio país hebreo como de los cuatro rincones de Europa) garantizando una final ajena a las polémicas extradeportivas y que tendría como inmejorable marco la sala Pionir. Construida apenas dos años antes, su primer gran evento fue un concierto de Deep Purple en Marzo del 75, el Pionir, había sido la sede del eurobasket de 1975 saldado con la segunda medalla de oro consecutiva de Yugoslavia en el Eurobasket, tras su triunfo dos años antes en Barcelona. En un torneo sin final estrictamente dicha, la liguilla que había de decidir el título desemboco en un enfrentamiento directo en la última jornada entre las dos únicas selecciones invictas: la Urss y la propia Yugoslavia. Dirigidos por Novosel, los anfitriones terminarían llevándose el triunfo por un 90-84 en el que brillaban los 22 puntos de Kikanovic y los 16 de Cosic frente a los 29 de Sergei Belov en el lado soviético.
Pese al claro favoritismo de un conjunto italiano que afrontaba su octava final consecutiva y que además se había impuesto en los dos precedentes previos de esa misma temporada, el Maccabi lograba llegar al descanso con nueve puntos de ventaja. En la segunda parte la presión varesina llegaba al punto de que a falta de siete segundos, los hombres de Sandro Gamba se veían un solo punto abajo y con la posesión de balón…aunque finalmente no la llevaban a buen puerto dejando en bandeja el definitivo 78-77 que coronaba al Maccabi como campeón de Europa, con 26 tantos de Jim Boatwrigt y 17 de un Mickey Berkowitz que dos años después volvería a hacer historia.
Según a quien se consulte la fecha del 11 de Junio, puede ser la efeméride de muchas cosas(la proclamación de la primera republica española, la muerte de Roger Bacon o el nacimiento de Costeau) pero si a baloncesto nos referimos podíamos calificarlo como el día de las sorpresas.
El Europeo de 1979(Italia) se había dividido en tres grupos. Los dos primeros de cada uno de ellos pasaban a una liguilla conjunta donde se arrastraban los resultados de la primera fase. Tras las dos primeras jornadas todo parecía estar gobernado por la mas pura lógica. Y sin embargo, la ultima jornada todo estallo. Para empezar Francia caía ante Polonia (hasta entonces inédita) y necesitaba que Yugoslavia se impusiera a Israel. No parecía nada difícil, mas teniendo en cuenta que Yugoslavia necesitaba la victoria para pasar como líder e invicto. Al descanso Yugoslavia dominaba pero en la segunda parte el técnico hebreo (Ralph Klein) desarrollaba una estrategia defensiva feroz y dejaba a Israel a rebufo. A falta de 20 segundos Berkowitz robaba un balón y anotaba la canasta de la victoria ante la incredulidad plavi y francesa. Pero no acababa aquí la cosa: Italia anfitriona y favorita caía ante Checoslovaquia y cedía el primer puesto...al igual que la URSS que cedía ante la joven España. Sin duda todo aquel revolcón fue algo inesperado y tuvo una consecuencia clara: pese a la normalización de la siguiente liguilla la final terminaba por ser un URSS-Israel que si bien no tenía color (98-76 con 22 puntos de Tarakanov y Belov) deparaba una histórica medalla de plata para el basket del país de la estrella de David.
Tras el subcampeonato de 1980,ya comentado en los precedentes, el Maccabi regresaba a una final en 1983 para sumar su segundo título de nuevo ante un equipo italiano, en esta ocasión el Synudine Bolonia y de nuevo por un solo punto (83-82) en un encuentro disputado en la bella Estrasburgo y donde el conjunto boloñés acabo protestando amargamente por una falta en ataque de Marco Bonamico (máximo anotador del partido con 26 tantos) decisiva en el desenlace final del encuentro.
El siguiente título continental macabeo habría de esperar hasta 2001 en una final ante un Panathinaikos en la redición de la final del año anterior entonces saldada con victoria helena, abriendo así una década en la que el Maccabi sumaria otras cuatro finales con dos títulos. Los Anthony Parker, Jasikevicius, Vujcic o un Derrick Sharp que con su milagroso triple ante el Zalgiris abría la puerta de la final four de 2004, protagonizaban alguno de los momentos más sublimes de los últimos lustros desplegando un baloncesto ágil, dinámico y enormemente atractivo para el espectador. En lo anecdótico, el Maccabi se convertía además en el primer equipo fiba en derrotar a un NBA a domicilio entroncando con alguna de las hazañas ochentenas que también plasmo Javier Gancedo en sus “expedientes x”:
http://www.acb.com/redaccion.php?id=6480
Y es que, resaltados los primeros éxitos y bien conocidos los más recientes, en medio queda un periodo de más de poco menos de 20 años en el que el Maccabi no se llevaría ningún título europeo pero que a su vez sería injusto olvidar.
Tras rozar la final del 85 (se quedaron a un triunfo del Madrid en la liguilla semifinal) el Maccabi vuelve a una final europea en 1987 cayendo por tan solo dos puntos ante un Tracer de Milán donde los 23 tantos de Premier y los 21 de Bob McCadoo se imponían a los 24 de Lee Johnson y los 16 de Kevin Magee. Un año más tarde, en el marco de la primera final four de la era moderna, un Maccabi que se había colado como cuarto invitado se deshacía del líder de la liguilla el talentoso Partizan de Divac, Grbovic o Paspalj que acababa por pagar su inexperiencia. De nuevo final ante el Tracer, con Ken Barlow cambiando de bando rumbo a Tel Aviv y con la sensación de que la envejecida Olimpia de Milano sería esta vez presa facil…sin embargo, en un partido de perfil más ofensivo que el año anterior (90-84 final) el Tracer volvía a imponerse con un McCadoo perfectamente acompañado de Ricky Brown y Mike D´Antoni.
En ocasiones analizar a un jugador faceta por faceta puede llevar a engaño hasta el punto que la suma de sus cualidades sea mayor al todo o viceversa. Con 24 puntos en esa final, 16 en la anterior, Dorom Jamchy al que muchos veían como una versión mejorada, al menos en lo técnico, de Berkowitz (mejor físico, mejor tiro…) comenzaba a labrar su particular leyenda negra marcada por la sombra del mejor jugador israeli de todos los tiempos. En la 88/89 y con el Tracer fuera del torneo a favor de la Scavolini de Daye, Gracis o Magnifico, el Maccabi completaba una extraordinaria liguilla terminando como líder con 10 victorias en 12 partidos, una más que un Barcelona que sorprendentemente, al menos en ese momento, caía en las semifinales ante la joven Jugoplastika de Split. Con todo a favor, el Maccabi habría de sufrir su tercera decepción consecutiva en una final. Un Radja dominante, un Ivanovic infalible en la media distancia y un Kukoc en su mejor nivel de aquella temporada terminaban sepultando de nuevo a un Maccabi donde los 25 tantos de Jamchy quedaban de nuevo condenados al olvido.
Tras quedar fuera de la gran cita en el 90, el Maccabi volvía al asalto en Paris en 1991, pero en un partido de infausto recuerdo (jugado en la polémica fecha que tanto ha dado que hablar este año) para los amarillos, un espectacular Jose Montero (5/5 en triples) ponías las bases para un espectacular 101-67 que dejaba al Maccabi si final por primera vez en cuatro años.
Un año después, nacía la nueva liga europea y con ella un nuevo formato en el que la competición se abría a la posibilidad de que hasta tres equipos de un mismo país participaran en el torneo. La otra gran novedad llegaba con la implantación de una eliminatoria de cuartos de final previa a la final four, en formato de play-off con el equipo peor clasificado jugando como local el primer encuentro.
En el marco de una temporada irregular, el Maccabi terminaba tercero del grupo A, tras un triple empate en cabeza, con la Knorr de Bolonia y el Fc. Barcelona. Pese a no gozar del factor pista, el favoritismo parecía recaer en un conjunto macabeo cuyo rival del Grupo B, resultaba ser el sorprendente Estudiantes, quien conseguía la segunda plaza de su grupo gracias al average que una canasta de Juan Aisa había salvado en la visita a Milán.
Así, cuatro días después de que el Estudiantes lograra su segunda copa del rey y de que Alberto Herreros brindara “por los que se habían ido al Madrid a ganar trofeos”, la serie arrancaba en Tel Aviv con un espectacular encuentro donde los locales necesitaban de una prorroga para llevarse el triunfo por un ajustado 98-97. A nivel individual Mitchell y Jamchy destacaban con 28 y 27 tantos por parte hebrea, mientras que en el lado colegial Winslow con 32 y un gran Aisa con 20 eran los más acertados de cara al aro.
Ya en Madrid, el segundo acto carecía de historia y los del Ramiro barrían al conjunto amarillo por un claro 98-74 con una impecable dirección de Don Ignacio Azofra de La Cuesta, pero con la sensación de que un mucho más experimentado Maccabi se había dejado ir en la segunda mitad de partido. El tercer, y definitivo, encuentro habría de moverse por parámetros diametralmente opuestos y desembocando en un 55-54 en el que mucho había tenido que ver un resbalón de Dorom Jamchy en el momento crucial.
Un año después, el Maccabi tocaría fondo quedando en la ultima posición de su grupo de cuartos de final de la euroliga y lo que era más grave viéndose, por primera vez en su historia, fuera de su final liguera…lo cual acarreaba la ausencia de la siguiente euroliga cuya final four iba a disputarse en Tel Aviv. Una euroliga en la que el Maccabi no volvería a llegar a los cuartos de final hasta el año 2000 (donde Jamchy perdería una nueva final), cerrando la que sin duda es la pagina menos lustrosa de su historia reciente.
LOS JUGADORES
La lesión de Doron Perkins, deja a Jeremy Pargo como base más claro en la rotación de un Maccabi que pierde parte de su identidad con la ruptura de una de las parejas más imprevisibles de la competición. Campeón liguero la temporada pasada con el Galil Gilboa, Pargo es un jugador intenso, rápido y agresivo en defensa que además ataca el aro con autentica violencia. Con un tiro exterior irregular pero en franco progreso respecto a su etapa en Gonzaga, Pargo encuentra mayores dificultades cuando tiene que dotar de pausa al equipo o cuando se ve forzado a jugar en estático. Pese a su “soledad” su excelente tramo final de euroliga aumenta las esperanzas macabeas. Con una función ya casi testimonial y más enfocada a ser el lazo de unión entre los jugadores y le club, Derrick Sharp, en el Maccabi desde la 96/97, afronta su octava final four dispuesto a trasmitir su experiencia y, quizás, su buena mano en alguna jugada de final de cuarto.
Con la baja de Perkins (increíblemente el máximo reboteador del conjunto hebreo), es muy posible que Chuck Eidson tenga que asumir en diversas fases del encuentro el papel de base…si es que no lo hacía ya en la práctica. Autentico hombre orquesta del juego macabeo la temporada pasada, su comienzo de año fue demoledor pero en los últimos meses ha vivido un bache del que parece recuperado en las ultimas semanas. Inteligente, polivalente y con una gran visión de juego, Eidson canaliza lo mejor del juego macabeo a través de su teórica posición de alero, pero las exhibiciones en las finales copera y de la Eurocup de hace dos años con el Lietuvos jugando de base, hacen intuir que, al margen de sus dotes de mando, bien pudiera ocupar esa posición en los momentos cruciales. Potente de piernas, la zurda de Eidson se muestra irregular en el tiro exterior mientras que en defensa destaca más por su intuición en el robo que por su academicismo. En el puesto de escolta, Tal Burstein pone otro punto más de experiencia, aunque su temporada este distando de ser la esperada. Marcado por sus recurrentes problemas físicos, Burstein esta mostrándose muy errático en el tiro, ofreciendo mejores resultados en labores más grises como la ayuda en el rebote o la intensidad defensiva y perfilándose como otra de las alternativas para subir el balón cuando Pargo este en el banquillo.
Clave en el desenlace de la serie de cuartos, Guy Pnini es, pese a su irregularidad, una de las piezas básicas en el tiro exterior israeli. Muy efectivo a pies parados, ha ganado en recursos cerca del aro y en solidez defensiva, pero sigue estando un tanto limitado por su flojo manejo de balón y por un físico un tanto exento de explosividad. Natural de Tel Aviv, tras una interesante carrera en Israel paso por el Zeleznik y por el baloncesto chipriota antes de establecerse en un Maccabi donde su rol esta empezando a aumentar.
La nomina de treses, la completa un David Blu (el artista anteriormente conocido como Blutenthal), que en realidad actúa más minutos como falso cuatro que como un verdadero alero. De físico notable, posee una de las suspensiones más estéticas de la competición y es, sin duda, el jugador más peligroso del Maccabi en el tiro, tanto por su enorme rango en el mismo como por su capacidad de entrar en racha. Vital por su capacidad para generar espacios a Schortsianitis o Eliyahu, en defensa sufre con los jugadores rápidos pero se muestra colaborador en el rebote defensivo, dando la impresión que en esta su tercera etapa con el Maccabi ha madurado como jugador.
Muy cómodo en su vuelta a Tel Aviv, Lior Eliyahu esta completando su mejor temporada como profesional, tras una temporada en Vitoria donde a caballo entre los problemas físicos y su falta de concentración alterno grandes momentos (tercer partido de la final) con otros realmente flojos. Lejos del perfil habitual del 4 actual, apenas tiene tiro exterior, Eliyahu se desenvuelve mejor jugando sin balón por la línea de fondo, o actuando de fuera adentro gracias a su buen bote. Posee un poco estético pero eficaz semigancho/bomba y además es un muy buen (y rápido) pasador lo que le convierte en un jugador de un perfil ofensivo de primer nivel pese a su heterodoxo estilo. Condicionado por su falta de peso, sufre en el uno por uno defensivo mientras trata de corregir sus despistes en la defensa colectiva, siendo, junto al rebote su gran asignatura pendiente. En la recamara, aparece un Milan Macvan al que le esta costando, pese a que en los últimos partidos de la liga israeli parezca contar con más minutaje, adaptarse a su nuevo rol. Si consigue adaptarse a su nueva situación, el serbio puede llegar a ser un jugador determinante para las aspiraciones macabeas. Pese a las dudas, el gran comienzo de temporada en Hemofarm confirman a un Macvan que sigue demostrando que las dudas sobre su adaptación a la categoría senior eran infundadas. Sin dominar en el poste bajo como en sus tiempos formativos, Macvan ha conseguido evolucionar manteniendo buena parte de sus principales argumentos ofensivos. Jugando mucho más de cara, cada vez es más fiable en el tiro exterior a la par que sus buenas manos le permiten anotar puntos con facilidad tanto jugando sin balón, como llegando como trailer en la transición. Buen pasador, ha perdido parte de su visión desde el poste bajo pero mantiene su buena conexión con el otro pivot desde el poste alto. Macvan es además, un jugador clarividente y que posee un fuerte temperamento.
En el puesto de pivot puro, aparece la figura de un Sofoklis Schortsianitis que esta completando, de largo, la mejor temporada de su carrera, aunando un peso más o menos aceptable con una mayor madurez en el juego y sobre todo una mayor continuidad. Mucho más maduro que en su anterior etapa fuera de Grecia (Cantu en la 03/04) Big Sofo es el eje del juego del Maccabi en estático y la principal referencia de inicio. Ágil y coordinado para su peso, es un jugador prácticamente imparable cuando recibe en ventaja en el poste bajo y solo unas manos un tanto blandas y sus problemas con las faltas, menores este año, frenan un tanto su impacto. Sin excesiva relevancia en las ultimas final four de Berlín y Paris, Barcelona bien pudiera ser el lugar ideal para que el pivot heleno consagre su capacidad de dominio y es que no conviene olvidar que en los momentos clave ya conoce lo que es ser un jugador decisivo…al menos con la selección (semifinal del mundial de Japón o partido por el bronce en Polonia). Desde el banco, y aunque en ocasiones Blatt apueste por jugar con un quinteto realmente pequeño, aparece un Richard Hendrix que lejos de acusar la llegada de Macvan, ha visto realzado su rol pasando a desempeñar una función de teórico cinco donde, pese a su falta de centímetros o peso, parece sentirse más cómodo. Intenso y activo, Hendrix no elude el contacto y tiene cierta facilidad anotadora en el poste bajo, aderezada con un muy buen sentido del rebote, destacando especialmente en su carga del ofensivo. Voluntarioso en defensa, le cuesta leer el juego en estático y no es muy fiable desde el 4´60. En la recamara queda un lesionado Yaniv Green que en caso de llegar a tiempo a la cita barcelonesa podría aportar algún minuto de dureza defensiva e intensidad en los bloqueos y las continuaciones.
EL ENTRENADOR:
Estadounidense de origen israelí, David Blatt vive su segunda etapa como entrenador principal en el Maccabi de Tel Aviv, consiguiendo, al igual que en 2002, llevar al equipo a la final four. Como jugador se formo en la universidad de Princeton, aunque la mayor parte de su carrera se desarrollo ya en el baloncesto israeli (Maccabi Haifa, Hapoel Jerusalem, Netanya, Galil Helion y Hapoel Tel Aviv…)
Convertido en todo un trotamundos, que desde que comenzase su carrera europea en el Galili Helion, fue ascendiendo en la jerarquía del basket europeo: Maccabi, Benetton, Efes Pilsen… fue en Rusia el lugar donde encontró su confirmación como entrenador de elite. Con experiencia previa en el Dinamo San Petersburgo, Blatt llevó a Rusia a su primera medalla de oro en el eurobasket de 2007, tras un ejercicio de fe en los cruces bien sustentado por unos enormes Victor Khryapa y Andrei Kirilenko (memorable duelo en semifinales ante Siskauskas). Sin embargo su paso por Dinamo de Moscú, Estambul o Salónica así como en los últimos torneos con la selección rusa (con la excepción del digno ultimo mundial) mermaron su credibilidad como gestor de grupos al obtener algunos resultados bastante por debajo de los previstos.
Amante de las rotaciones continuas, no es dogmático en los planteamientos de partido y suele mostrarse ágil en la dirección de partido apostando por la versatilidad y la velocidad. A estas características, ha unido una positiva simplificación del juego de un Maccabi que la temporada pasada por momentos abusaba de las alternativas defensivas.
LOS NÚMEROS
Puntos: 82´2 (Pargo 13,Sofo 12´2, Eliyahu 11´3)
Rebotes: 36´5 (Perkins 5´4, Hendrix 4´9, Sofo 4´3)
Asistencias: 16´2 (Pargo 3´9, Eidson 3´8, Perkins 3´6)
T/2 %: 54´5
T/3%: 35´3
Tiros libres %: 66´4
Valoración: 93´6 (Sofo 13´7, Perkins 13´4, Eidson 13´2)
EL JUEGO
ATAQUE
Ritmo: Pocos equipos de la euroliga juegan con el ritmo ofensivo con el que lo hacen el Maccabi. Buscando el riesgo en la defensa, los de Blatt no dudan en correr en cuanto pueden.
Tiro exterior: Muy irregulares en esa faceta, pero aun así clave pues sus mejores momentos tienden a coincidir con rachas de acierto. De los peores equipos del torneo desde el tiro libre.
Juego interior: En especial de inicio, al menos en estático, el juego interior es el principal foco de anotación israelí bien buscando a Schortsianitis en el poste bajo o las zonas muertas con Eliyahu.
Circulación: Aunque en ocasiones Pargo abusa del bote o de las penetraciones suicidas, en general el Maccabi mueve con velocidad y sentido el balón, logrando muchos tiros cómodos.
Heterodoxia: Desde jugar con dos bases (con Perkins lesionado no habra lugar a ello) a que el balón lo suba Eidson o Burnstein, pasando por una configuración interior donde no es raro ver a Blu de 4 y a Eliyahu o Macvan como cincos…el Maccabi es uno de los equipos menos encorsetados tácticamente del torneo.
DEFENSA:
Agresividad: A falta de ver como acusan la baja de Perkins, la agresividad es la nota clave de un Maccabi que arriesga atacando al hombre de balón y trabaja muy duro sobre las líneas de pase. No es raro verles hacer presión a media pista o traps al base contrario.
Debilidad interior: La tendencia a jugar con pequeños, la poca presencia de Eliyahu y la tendencia a cargarse de faltas de Schortsianitis dejan al juego interior como la principal defensiva del equipo de Blatt.
Sencillez: Pese al uso de algunas alternativas zonales, el Maccabi de este temporada ha simplificado su funcionamiento defensivo que el año pasado por momentos llego a ser esquizofrénico.
Físico: La línea exterior marca un tono físico que castiga al rival y que permite al Maccabi realizar cambios y ayudas sin mayor prejuicio.
REAL MADRID
Campeón de Europa: 8 (1963–64, 65, 67, 68, 74, 78, 80 y 95)
Subcampeón de Europa: 6 (1962-63, 63, 69, 74, 76 y 85)
Final Four: 4 (1993, 95, 96 y 2011)
Otros títulos europeos: 4 Recopas (84, 89, 92 y 97) 1 Korac (88) 1 Uleb (2007)
Ligas: 26
Copas: 22
Esta temporada:
Fase regular: 2º Grupo B 6-4
TOP 16: 1º Grupo G 5-1
Play-off: 3-2 al Valencia Basket
Total: 14-7
Quince años después de su ultima presencia, el Real Madrid regresa a una final four tras haber completado una euroliga de altibajos pero donde el equipo ha respondido en los momentos cruciales.
Permanentemente cuestionado desde la durísima derrota en la final de la supercopa, el club blanco ha ido sobreviviendo aferrado a una enorme fe en sus posibilidades y un muy buen rendimiento defensivo, que le han llevado a permanecer, desde un segundo plano, siempre en el grupo de candidatos. Muy irregulares fuera de casa y ciclotímicos en el tiro exterior, los madridistas encarrilaban su pase a la cita barcelonesa con un arranque de top 16 espectacular donde la remontada en la pista del Siena marcaba el punto álgido…un Siena que en la ultima jornada, y ya sin nada en juego, provocaba la enésima crisis blanca y la consiguiente dimisión de un Ettore Messina que pese a dar la sensación de disponer de un equipo más a la medida que la temporada pasada, y de sacarle un enorme rendimiento, presentaba su dimisión.
Finalmente, pese a la zozobra inicial, la línea de continuidad de Molin aunada a un punto de mayor tranquilidad y naturalidad en relación con la plantilla completaban el viaje de un equipo un tanto desestructurado formalmente (desequilibrio juego interior-exterior en la confección de la plantilla), poco dado a las alegrías ofensivas pero muy duro de roer y que pese a su irregularidad manifiesta, se presenta en la cita del Sant Jordi con una, aparente, falta de presión que bien pudiera hacerles sumar su novena copa de Europa.
Apunte histórico:
“Quien no conoce su historia, esta condenado a repetirla”, frase terriblemente incrustada en la memoria de Europa y que bien podría atribuírsela el nuevo Real Madrid… pero a la inversa, ya que durante los últimos tres lustros el palmares blanco ha resultado más una losa que un estimulo.
Tratar de glosar la historia del Real Madrid en solo unas líneas es una tarea poco menos que imposible ya que la misma es una de las más prolijas de todo el continente. Fundado como sección independiente del club de fútbol en 1932, su mecenazgo provino de Ángel Cabrera, todo un histórico que ya llevaba varios años intentando promocionar el baloncesto en Castilla. Al año siguiente el club se proclamaría ya subcampeón de copa, estableciendo una relación tortuosa con la competición que se cerraría con el primer titulo en 1951.
Una vez creada la liga nacional, el Real Madrid se convierte en el gran dominador de la competición siendo además el pionero en la contratación de extranjeros. Con la creación de la Copa de Europa, los horizontes blancos pronto virarían hacia Europa, logrando los subcampeonatos de 1962 y 63, antes de que, al fin, 1964 llegara el anhelado cetro continental.
Con Pedro Ferrandiz al mando, el Madrid pronto se convertía en el club más laureado no solo en España, 12 títulos de 13 posibles racha solo quebrada por la histórica canasta de Emilio Segura, sino a nivel europeo donde se sumaban 4 copas de Europa de la mano de los Emiliano, Luyk, Sevillano, Burgess, Brabender, Ramos o Cabrera. En la década siguiente, y pese a la tiránica presencia en todas las finales del Varese, los blancos aun logran dos nuevos galardones (74 y 78) amen de dos subcampeonatos.
En 1980, y tras una exhibición de Rullán ante el propio Maccabi, el Real Madrid logra su séptimo titulo, cerrando una época gloriosa antes de comenzar a sufrir para mantener su hegemonía domestica. De manera esporádica al principio e incuestionable al final de la década, el Barcelona consigue desbancar al club de Concha Espina que solo acierta a llegar a la final del 85 topándose en Atenas con un Drazen Petrovic imparable. Tras la mayor sequía liguera de su historia (del 86 al 93) la llegada de Arvydas Sabonis devuelve al Madrid al primer plano y tras caer en la final four del 93, un par de años después el equipo logra su octavo entorchado europeo. Tras repetir presencia en la final four de la temporada siguiente, el Real Madrid emprendería una nueva travesía del desierto europea que le mantendría apartado de su presencia entre los 4 mejores equipos del continente hasta esta misma temporada. Alejados a su vez del titulo copero (no lo gana desde el 93) el Real Madrid ha ido engordando su palmares con tres ligas y un par de trofeos europeos (prueba de su jerarquía continental, siempre que el Real Madrid ha disputado una competición europea inferior a la euroliga ha sido al menos finalista) a la espera de tiempos mejores, que bien pudieran estar a la vuelta de la esquina.
¿Pero que es lo que ha sucedido estos años? Las causas aparecen diversas desde la desorganización a la falta de interés por una sección en la que los más prestigiosos técnicos han salido escaldados. Los datos son fríos pero pueden resultar esclarecedores:
- De las ultimas 22 euroligas entre Obradovic, Maljkovic y Messina ganan 15...los tres pasan por el Madrid y solo el primero logra entrar en la final four, siendo incapaz de sumar ningún título nacional en tres años.
- El Real Madrid no llegaba a la final four desde l96, en ese tiempo, al margen de los grandes dominadores (Maccabi, Barcelona, Panathinaikos o Cska), llegaron equipos como Siena (3), Efes (2), Fortitudo (2), Partizan (2), Zalgiris, Villaurbane, Olimpija Ljubljana,Unicaja, Aek...
- De los 28 títulos organizados por la Acb desde 2001 (10 ligas, 11 copas y 7 supercopas) el Real Madrid solo ha ganado dos…por 12 del Barcelona y 11 del Baskonia.
- El Real Madrid se llevo 21 de las primeras 25 ediciones ligueras…de las ultimas 25 ha ganado tan solo 5.
Con unos números que parecen confirmar las declaraciones de Ettore Messina tras su salida, quizás sea el momento de recordar las ultimas eliminaciones europeas blancas, que puestas en perspectiva realzan el papel del conjunto merengue en esta temporada.
“La historia completa de mis fracasos sexuales”
Genero realmente interesante, “la política ficción” ha ido haciendo acto de presencia en la literatura universal de muy distintos modos, desde la alternativa real a la más pura inventiva dejando en los anales obras del más diverso tipo: Platon y su republica, la utopía de Tomas Moro, el Cándido de Voltaire, Orwell, Kafka, Conrad… y así hasta un sinfín de obras entre las que, de las más recientes, habría que destacar “El hombre del castillo” y la maravillosa “El sindicato de policía yiddish” de un Mlichael Chabon que alcanzo la fama por su, llevado al cine, “Jóvenes prodigiosos” y por su magnifico pastiche holmesiano “La solución final”.
Con el claro antecedente de “La guerra de los mundos” radiofónica, el falso documental pasa por ser uno de los géneros cinematográficos más creativos y peculiares a la par que se le podría emparentar con alguna de las ramas de la “política ficción”, al menos de aquellas obras que juegan con una realidad paralela o alternativa haciéndola pasar como real.
Desde la visión de Elmyr de Hory dada por Orson Welles en “Fraude”, al camaleónico y brillante “Zelig” de Woody Allen, pasando por el descubrimiento de la relevancia neozelandesa en la verdadera historia del cine, la lista de joyas adscritas a las difusas barreras del falso documental raya lo innumerable con ejemplos musicales (this is Spinal Tap) de humor negro/istmo (Ocurrio cerca de su casa), belicos (la obra de Watkins) o incluso nacionales (el notable Cravan vs Cravan), que cautivan por su originalidad o quizás por ser más coherentes que muchas de las realidades que nos rodean. En esas coordenadas, Chris Waitt presentaba hace un par de años su “La historia completa de mis fracasos sexuales”, comedia sobre sus innumerables fracasos sentimentales a medio camino entre el patetismo y la subversión. Pese a su condición de obra menor, hay que reconocer la potencialidad de su título que bien pudiera servir para hacer un ligero repaso a las ultimas ausencias madridistas en la gran cita del basket europeo. :
1996: El Real Madrid llega por última vez, hasta esta temporada, a una final four. En la cita parisina, un Barcelona que le tiene tomada la medida sigue la tónica general de la temporada, remontando el encuentro y propiciando la primera derrota como entrenador de Zeljko Obradovic en una final four. El varapalo, no obstante, llega en los cuartos de final de la Acb donde el Caja San Fernando, a la postre finalista tras vencer a domicilio en el 5º encuentro de semifinales al Tdk, elimina al conjunto blanco dejándolo fuera de la siguiente edición de la liga europea.
1998: El Real Madrid, llega a la ultima jornada de la segunda liguilla empatado en el cuarto puesto (ultimo que da acceso a los cuartos de final) con el Estudiantes. Pese a que ambos se han vencido como locales, el average permite a los blancos depender de sí mismos…pero en un gran duelo entre Stojakovic (24 puntos) y Bodiroga (26) la partida cae del lado del Paok de Salónica, dejando el destino merengue en manos de un Estudiantes que, pese a los desaforados gritos en la retransmisión de Nacho Calvo, cumple venciendo al Limoges de Jose Montero por 68-62 en una excelente segunda parte de Chandler Thompson y Nacho Azofra.
1999: En esta ocasión el Real Madrid accede a los octavos de final como tercer clasificado del grupo H por detrás del Olimpija de Ljubljana y el Asvel de Villaurbane. Ya en ellos, el Madrid asalta de la mano de un gran Tanoka la pista del Fenerbahce (81-89 pese a los 34 tantos de Kutlay) y no falla como local (85-74) colándose en la ronda previa a la final four. La eliminatoria no tiene mucha historia pues el Madrid cae ante la Fortitudo por 2-0, con paliza en Bolonia 90-63 (23 tantos de Mulaomerovic para los italianos) y mala imagen final en Madrid (65-76 con 22 de Jaric y un gran trabajo de Karnisovas y Myers)
2000: El Madrid vuelve a superar la liguilla como tercero por detrás del potente Panathinaikos y de un Olimpija de Ljubljana que antecede a los blancos por segundo año consecutivo. El rival de los blancos resulta ser el Asvel Villaurbane con dos futuros madridistas en sus filas (Sonko y Larrañaga) que contribuyen a un 2-0 galo sin mayores agobios (72-59 en el primer partido y 73-85 en el segundo).
2001: La nueva euroliga estrena formato de play-off, y el Madrid alcanza los cuartos de final tras quedar segundo de su grupo igualado a triunfos con el primer y tercer clasificados (Olympiacos y Olimpija). En octavos los de Sergio Scariolo se deshacen del Buducnost. En los cuartos de final el rival vuelve a ser la Fortitudo de Bolonia y si bien en esta ocasión la serie llega al tercer acto (claro 88-57 como local del Madrid) en él, los italianos no fallan y sellan su pase a semifinales con un claro 88-70 en el que Carlton Myers anota 41 puntos y se va hasta los 45 de valoración.
2002: El Real Madrid alcanza el top 16, pero pierde todos sus encuentros como local: 88-95 ante el Ural Great (30 puntos de Liadelis) , 58-86 ante el Kinder (24 de Smodis y 21 de Jaric) y 92-109 ante el Efes Pilsen (24 de Marcus Brown) haciendo esteril su buen rendimiento foráneo.
2003: Fuera en la ultima jornada de la fase de grupos (retomo lo explicado en el post del Siena) .Por aquel entonces la primera fase de la euroliga se componía de tres grupos de 8 equipos de los cuales los 5 mejores de cada grupo y el mejor 6º de los 3 accedía al TOP 16. Llegada la ultima jornada la única opción de los toscanos, que debían jugar el jueves, pasaba solo por ser el mejor sexto y el primer resultado de la jornada del Miércoles les daba alas, pues el Pau Orthez caía en casa y se quedaba en 6 victorias, las mismas que el Siena tendría si ganaba el día siguiente y con un average más beneficioso. Pero paralelamente, otro resultado daba al traste con las ilusiones del Mens sana, que contemplaba estupefacto como el Real Madrid perdía en casa ante el Villaurbane, quien liderado por un enorme Guylas (en todos los sentidos) se colaba como quinto y dejaba a los blancos como sextos, obligando al Siena a obtener una victoria clara. El resultado de ese partido lo dice todo: 112-49 ante un Buducnost (Milojevic, Koljevic, Pavlovic, Cabarkapa…) totalmente desbordado.
Con todo, lo peor para los blancos llega en la liga donde el equipo de Imbroda finaliza décimo, quedando fuera de los play-off y de las competiciones europeas (aunque luego recibiría una invitación de la ULEB)
2005: Eliminados, junto al Barcelona, en un top 16 donde blancos y cules se ven superados por el intratable Cska y el sorprendente Scavolini. Los de Pesaro, que la temporada anterior, aún con Djordjevic en la pista, habían sido subcampeones coperos y semifinalistas ligueros en Italia, se erigían en la gran sorpresa del año en Europa con un juego alegre de la mano de Scoonie Penn, Charles Smith y viejos conocidos como Ress, Archibald o Milic.
2006: Una derrota en la ultima jornada del top 16 en la pista de la Fortitudo, despojaba al Real Madrid de la ventaja de pista en una serie de cuartos de final donde acabarían cayendo por 2-1 ante el Barcelona, en una de las innumerables ocasiones en que Dusko Ivanovic ha superado a Boza Maljkovic en un partido decisivo. El propio Barcelona, eliminaba a los blancos en los cuartos de final de la Acb dejando de nuevo al club de concha Espina fuera de la euroliga.
2008: Con la sede de la final four fijada en Madrid, el equipo de Joan Plaza recibe en la penúltima jornada del top 16 al Maccabi sabiendo que si vence es primero y gozara de ventaja en la serie de cuartos. Tras dominar buena parte del partido, un triple de Halperim en los instantes finales envía el partido donde el Madrid sucumbe por 100-103…por si fuera poco la derrota obliga a los blancos a jugarse el pase en Atenas ante un Olympiacos que no falla y vence por 72-63.
2009: El average decide el duelo con el Barcelona en el top 16 enviando a los blancos a jugar una eliminatoria con el factor pista en contra ante un Olympiacos que vence por 3-1
2010: Gran serie de cuartos, arrancando un triunfo en el palau…antes de caer en los dos partidos de Vistalegre.
LOS JUGADORES:
En uno de sus mejores momentos de los últimos años, Pablo Prigioni llega a su quinta final four como claro referente del juego madridista. A gran nivel tras superar su lesión, lejos de acusar la baja de Sergio Rodríguez el argentino subió sus prestaciones recuperando sus buenas sensaciones como director de juego. Cómodo en el pausado ritmo blanco, Prigioni esta prodigándose algo más en el tiro exterior. Defensivamente ha sido utilizado puntualmente, en especial con Messina, para defender a escoltas y si bien mantiene su intuición para los robos, cada vez le cuesta más defender a bases rápidos o tiradores. Al margen de su lesión, Sergio Rodríguez esta viviendo una temporada complicada en su vuelta a la acb. Su falta de acierto en el tiro y la poca tendencia del Real Madrid al juego de transición le están pasando factura, aunque no es menos cierto que el canario ha tenido momentos brillantes siendo clave en partidos como el de Olympiacos o en la remontada en la pista del Siena. Activo en los momentos finales, mejora sus prestaciones si puede lanzar a media distancia apoyándose en el bote, pero necesita controlar sus perdidas. Fresco tras la lesión, sigue siendo el jugador madridista más clarividente en campo abierto.
Convertido en el termómetro del equipo, los problemas físicos de Sergio y de Prigioni han aumentado los minutos como base de un Sergio Llull que, no obstante, en principio oficiara como escolta. Dotado de un espectacular tren inferior, Llull es poco menos que imparable en campo abierto y muy agresivo en sus penetraciones, aunque en ocasiones su falta de pausa en el juego le lleve a hacer la guerra por su cuenta. Tirador de sensaciones, ha anotado varios triples de gran valor psicológico en finales de cuarto, lo que ha realzado su condición de puente anímico entre el grupo y su afición. Intenso defensivamente en el marcaje individual, le cuesta más interpretar las defensas colectivas donde sus despistes y su tendencia a pasar los bloqueos por detrás terminan en ocasiones complicando a los interiores blancos. Experto en estas lides, Sergi Vidal vuelve a vivir una temporada con un rol muy limitado pese a que saliendo desde el banquillo puede aportar buena defensa, velocidad en la transición y cierta seguridad en los tiros abiertos. Dado el escaso panorama puramente exterior, el papel de Clay Tucker cobra especial relevancia. Jugador de profundas rachas, tiene dificultades para crearse sus propios tiros, pero su dominio saliendo del bloqueo y su carácter pueden sacar al equipo de muchos atolladeros. De brazos largos y buena actitud, defensivamente cumple una muy buena labor, en especial cuando se mide a jugadores más pequeños.
Adaptado desde el primer día, Carlos Suárez ha sido una de las noticias más agradables del Real Madrid 10/11. Capaz de producir lejos de los focos, el alero madrileño resulta básico en el rebote, es capaz de postear con fuerza y esta cumpliendo en la faceta ofensiva. Con su mecánica de tiro definitivamente estabilizada, Suárez esta prodigándose cada vez más como triplista y si bien ya en sus ultimas temporadas en Estudiantes sus porcentajes eran más que correctos, este año ha dado un paso adelante en la velocidad de ejecución y, sobre todo, en su propia confianza. Con todo, resulta sorprendente la diferencia entre sus prestaciones en la Acb (56/120 para un 47%) y en la euroliga (23/71 32%). La cara opuesta la encarna un Novica Velickovic, al que la inadaptación al puesto de alero le sigue costando cara. Tras un gran mundial jugando como 4, el serbio sigue sin encontrar su sitio en el puesto de 3 desde donde tiene más dificultades para desarrollar su tiro y donde tiene menos incidencia en el juego. Su ventaja en el poste bajo tiende a desaparecer por la falta de confianza de sus compañeros lo cual ha introducido a Velickovic en una espiral cuya salida se antoja complicada, más allá de la de buscar nuevos horizontes.
Sin la exhuberancia física de años atrás, Felipe Reyes vive una temporada complicada donde pese a todo sigue mostrando su fuerte vocación reboteadora, en especial en la faceta ofensiva. Con recurrentes problemas de espalda, el cordobés alterna buenas actuaciones con partidos en los que necesita demasiado tiempo en pista para rendir. Con todo su brega unida en su mejora en el tiro y su capacidad de contestar el rebote le hacen vital, mientras a su lado crece un Nikola Mirotic que devora etapas a un ritmo de vértigo. Tras una primera fase de tanteo, el montenegrino explotaba en el top 16 con mención especial al increíble ultimo cuarto que despachaba en la pista del Montepaschi Siena. De buena mano exterior y precisión en los tiros cortos, Mirotic posee un arsenal ofensivo jugando de cara al aro impropio de alguien de su edad y estatura a la vez que, sin ser un gran defensor, ha contribuido a dar un salto físico al juego interior en la parcela defensiva. De gran carácter, no le tiembla el pulso y acostumbra a aparecer en los momentos cruciales de los encuentros e incluso a empezado a dejar intuir ciertos progresos en el juego de espaldas al aro.
Señalado por el propio Molin, como el jugador clave en los mejores momentos madridistas, Ante Tomic esta firmando una muy buena temporada confirmando las constantes de una carrera que siempre se ha caracterizado por avanzar con pasos cortos pero seguros. Aunque, para algunos, su excelente papel en la serie de cuartos ante el Barcelona del año pasado hacía presagiar una explosión más rutilante, revisar las actuaciones del pivot croata permite constatar su cada vez mayor impacto en el juego. Ubicado generalmente como 5 puro, es cada vez menos frecuente verle distribuir desde el frontal del aro, pero a cambio ha ganado presencia ofensiva en el poste bajo. Lastrado por cierta falta de explosividad, a Tomic le falta cierta contundencia en la finalización y carece, al igual que Fischer, de condiciones naturales para jugar las continuaciones con Prigioni, pero a cambio ofrece un tacto único en los tiros cortos. Por su parte D´Or Fischer ha ido de menos a más a lo largo de la temporada, llegado al momento clave en buena disposición para aportar un juego que gravita principalmente en su capacidad de intimidación (maximo taponador de la euroliga) y su papel en el cierre del rebote. Ofensivamente, vive de las terminaciones en las cercanías del aro y de un interesante tiro de media distancia, aunque debe cuidar su tendencia a cargarse de faltas, en especial las cometidas en los bloqueos. Poco propenso a los errores ha sido el jugador madridista con mas valoración en la euroliga. La nomina de pivots, se completa con un Mirza Begic llegado para sustituir a Jorge Garbajosa, tras un buen comienzo de año en el Zalgiris. Muy mejorado en el aspecto ofensivo donde a su facilidad matadora ha añadido un interesante semigancho, el bosnio-esloveno sigue teniendo problemas de dureza defensiva y de manos así como en la lucha por el rebote.
EL ENTRENADOR:
Con apenas cinco partidos dirigidos en la euroliga y tan solo unos meses como entrenador principal, el caso de Emanuele Molin es uno de los más atípicos de la historia de la final four. Pese a ello, hablar de inexperiencia puede resultar tremendamente injusto por que si algo tiene la carrera de Molin es bagaje. Natural de la veneciana Mestre, Molin comienza a trabajar desde temprana edad en la orbita del club de la ciudad asumiendo labores de asistente en las categorías inferiores. Mientras por la primera plantilla del Superga, pasan diversos entrenadores, entre ellos brevemente Moncho Monsalve, Molin va asentando su trabajo en la base en los que son los mejores años de un club que incluso, de la mano principalmente del ex de los bulls y del Xerox Milano, Chuck Jura llega a disputar dos temporadas en la A1 de la lega italiana. Paralelamente, y durante dos años, al equipo junior llega desde Venecia Ettore Messina hombre al que posteriormente la carrera de Molin se vera enormemente ligada.
Tras siete años en Mestre, el hoy técnico blanco da el salto a la Benetton de Treviso donde, tras tres años en las categorías inferiores, accede a la primera plantilla como ayudante de un Ricardo Sales… que es cesado en los estertores de la temporada 89/90.
Con el club verde inmerso en el play-out, la segunda derrota consecutiva, ante el Annabella Pavia de Atruia y Montenegro, significa el fin de la etapa de Sales, dejando la labor de reflote al debutante Molin…con muy buenos resultados. El técnico de Mestre, debuta venciendo en Venecia al Hitachi (Radovanovic, Jeff Lamp…) por 76-98 en un encuentro donde Kyle Macy resulta decisivo gracias a sus 31 puntos. De esta manera Molin abre un balance que se cierra con 6 victorias en ocho partidos y una primera toma de contacto que incluye un duelo con un histórico de los banquillos como Mirko Novosel, por entonces dirigiendo a un Napoli donde sobresalían las andanzas anotadoras de Walter Berry. Pese al éxito, Molin vuelve a su papel de ayudante, en este caso de un Petar Skansi que llega para dirigir un proyecto mucho más ambicioso. Skansi, que había llevado al Scavolini a una final liguera y al título de la Recopa a principios de los 80, se apoya en Vinnie Del negro para dar forma a un equipo que toca la gloria un año después con la llegada de Toni Kukoc. Tras el título liguero del 92, Molin deja de oficiar como asistente en el primer equipo, aunque sigue trabajando con los pivots, para hacerse cargo de las categorías inferiores del club durante tres temporadas. A principios de la 95/96, retoma su papel de ayudante pasando a formar parte del equipo de Mike DÁntoni y posteriormente de un Zeljko Obradovic al lado del cual, Molin conoce su primera final four. En el año 2000, Ettore Messina le reclama para su proyecto en Bolonia, iniciando un periplo de más de una década por la ciudad de los soportales, Treviso, Moscú y Madrid que se cortaba de raíz hace tan solo unos meses con la sorprendente dimisión del técnico de Catania. De todo este bagaje, que incluye la consecución de 3 euroligas, Molin es reconocido especialmente en el título de 2008 donde la enfermedad del hijo de Messina en vísperas de la final four de Madrid, hace la preparación de la misma caiga en manos casi exclusiva del de Mestre junto a Evgeny Pashutin.
Ahora, ya sin ninguna sombra a su alrededor, el modesto Molin sigue afirmando que el merito de la presencia blanca en la final four es atribuible a Messina, y si bien es cierto que la línea de juego del equipo esboza una franca continuidad, no lo es menos que la figura del nuevo técnico ha ido ganando consideración aportando dosis de tranquilidad y sosiego a un club que rayaba en el histerismo.
LOS NÚMEROS:
Puntos: 74´0 (Llull 11´5, Tomic 9´7, Tucker 9´3)
Rebotes: 38´5 (Ficher 6´1,Tomic 5´2, Felipe 5´2)
Asistencias: 15´0 (Rodríguez 3´3, Prigioni 3´3, Llull 3´1)
T/2 %: 48´4
T/3 %: 32´6
Tiros libres: 78´7
Valoración: 85´1 (Fischer 11´2, Llull 10´7, Tomic 10´4)
EL JUEGO
ATAQUE:
Ritmo: Pese a que en las ultimas semanas el Madrid ha tenido algún chispazo de velocidad, el juego 5*5 y el ritmo controlado siguen siendo la base del juego de los blancos. Las acciones de Llull o Sergio Rodríguez, suponen un oasis en un ritmo lento que favorece la presencia de un juego interior muy protagonista.
Tiro exterior: Auténticamente ciclotímico, el Madrid presenta un pobre 32´6% en el tiro de tres puntos…pero aún así ha acabado por ser un factor diferencial en bastantes partidos con rachas realmente notables. Si Suárez aparece en su versión acb y Tucker tiene el día, las opciones blancas crecen como la espuma.
Rebote ofensivo: El mejor equipo de la euroliga en un factor que al margen bonus de posesiones ganadas añade un factor psicológico de primer nivel.
Paciencia: Pese a los apagones ofensivos que suelen aparecer en cada partido, el Madrid de esta temporada se caracteriza por no perder la paciencia y seguir a su ritmo, lo que le ha permitido reengancharse a partidos que se le presentaban muy cuesta arriba.
DEFENSA:
Sobriedad: Ni excesivamente agresiva, sin grandes alardes tácticos…pero en cualquier caso la defensa del Madrid ha ido subiendo a lo largo de la temporada hasta el punto de convertirse en todo un seguro.
Presencia interior-Intimidación: Quizás el gran salto respecto a la temporada anterior. A la intimidación de Fischer se le unen los centímetros de un Mirotic que pese a no ser un gran defensor eleva la talla en el puesto de 4, configurando una autentica pared para el rival.
Alternativas: Dado los problemas exteriores del Maccabi, no parece descabellado en pensar que el Madrid pueda dibujar algún tipo de defensa zonal. Por otro lado, tampoco sería de extrañar que los duelos no fuesen directos con Llull ocupándose de Pargo , liberando un poco a Prigioni.
La primera línea: Quizás uno de los puntos más flacos, a Prigioni le cuesta aguantar a los bases que tiran o juegan el pick n roll central, Llull sufre al pasar los bloqueos y en general ante equipos con cuatro abiertos hay problemas para tapar el lado débil.
DATOS, CLAVES, CURIOSIDADES…
La experiencia es un grado
Maccabi
Derrick Sharp: 8ª final four (campeón 2001, 04 y 05) subcampeón 2000, 06 y 08 y sf 2002 con Maccabi.
Tal Burnstein: 7ª final four (campeón 2001, 04 y 05) subcampeón 2006 y 08 y sf 2002 con Maccabi.
David Blutenthal: 3ª final four (campeón 2004 y subcampeón 08 con Maccabi.
Lior Eliyahu: 2ª final four (subcampeón 2008 con Maccabi)
Sofoklis Schortsianitis: 3ª final four (subcampeón 2010 y sf 09 con Olympiacos)
Yaniv Green: 3ª final four (campeón 2005 y subcampeón 06 con Maccabi)
David Blatt: 2ª final four (sf 2002 con Maccabi)
Real Madrid
Pablo Prigioni: 5ª final four (subcampeón 2005 y sf 2006, 07 y 08 con Baskonia)
Sergi Vidal: 5ª final four (subcampeón 2005 y sf 2006, 07 y 08 con Baskonia)*
• Sergi Vidal ha sido, además, subcampeón de europa en 2001 en formato play-off. Los datos se refieren a final four de la euroliga y en el mismo papel, jugadores como Eidson han disputado final four de la Eurocup y ambos entrenadores poseen experiencia añadidad en el papel de asistentes (2000 y 01 Blatt) y (98, 02, 03, 06, 07, 08 y 09 Molin).
MEDALLISTAS: Amen de la experiencia en las distintas final four, gran parte de los jugadores poseen un currículo notable en el ámbito de selección (datos referidos a los combinados absolutos).
Maccabi
Milan Macvan: plata eurobasket 2009 con Serbia
Sofoklis Schortsianitis: Plata Mundial 2006 y bronce eurobasket 2009 con Grecia.
David Blatt: Oro con Rusia eurobasket 2009
Real Madrid
Pablo Prigioni: Bronce JJOO 2008 y plata torneo de las americas 2009 con Argentina.
Sergio Rodríguez: Oro mundial 2006, plata eurobasket 2007 con España
Sergio Llull: Oro eurobasket 2009 con España
Felipe Reyes: Oro mundial 2006, oro eurobasket 2009, plata eurobasket 2003 y 07, plata JJOO 2008 y bronce eurobasket 2001 con España.
Nicola Velickovic: Plata eurobasket 2009 con Serbia.
Escenario conocido: De todos los presentes en la final four, solo una persona ha estado en las dos ediciones anteriores disputadas en el Sant Jordi: Emanuele Molin que tanto en el 98 como en 2003 ejerció de ayudante de Obradovic y Messina en la Benetton Treviso.
Clásico: Al margen del subcampeonato de 2001 (play-off) Sergi Vidal vivirá su quinta final four igualando a Andrés Jiménez como el jugador español con más presencias en la cita más decisiva del basket europeo.
Ritmo de juego: Siempre clave, en esta semifinal, con dos equipos antagónicos, se antoja aún más decisivo. Si el Madrid cercena el contraataque israelí tendrá mucho ganado.
Ritmo de competición: David Blatt achaco a la desconexión del nivel de juego de la euroliga la primera derrota en la serie de cuartos, tras un mes de partidos únicamente domésticos el problema podría multipilicarse.
Dureza mental/Castigo psicológico: Probablemente ningún equipo en Europa, goza de la capacidad de este Madrid para aferrarse a los partidos y recuperar rentas considerables. La fe, las canastas inverosímiles de Llull (en especial en los finales de cuarto) y sobre todo el dominio del rebote ofensivo (con la consiguiente impotencia de la defensa rival) acaban por minar al contrario.
TIRO: Irregulares ambos, no es raro verles entrar en rachas pronunciadas, si el Maccabi consigue meter de fuera sus opciones crecen. Ojo a los tiros libres donde el Madrid acredita casi un 80% por un pobre 66% del Maccabi.
Juego interior: Mucho más largo el del Madrid, que además posee más centímetros. Enfrente la heterodoxia macabea y un Schortsianitis cuya capacidad para evitar las faltas puede terminar siendo fundamental.
Agresividad: Aunque defensivamente el Madrid es un equipo más hecho, la agresividad de la línea exterior (menguada eso si por la baja de Perkins) puede ahondar en uno de los puntos flacos de los blancos.
Publico: Aunque se espera mayoría amarilla y la final se dispute en una Barcelona muy poco proclive a los blancos, hay que ver la postura de las aficiones neutrales a las que la polémica del cambio de horario no ha sentado especialmente bien.
Pronostico: Real Madrid 65% Maccabi 35%
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