El objetivo del páncreas artificial es regular de forma
automática el valor de azúcar en sangre, sin necesidad
de que el paciente realice las correcciones con insulina
habituales en el manejo de la diabetes tipo 1.
En esta primera fase participaron cinco pacientes, que
fueron monitoreados por un equipo interdisciplinario
compuesto por ingenieros, endocrinólogos, farmacólogos y
enfermeros, durante 36 horas, de manera presencial y
remota. El páncreas artificial logró regular la glucemia
de cada uno de los pacientes.
En un futuro es posible que en América Latina los
pacientes insulino dependientes puedan disponer de esta
tecnología, que les permitiría mayor autonomía,
optimizar el tratamiento de la diabetes y disminuir así
el riesgo de sus complicaciones.
Leído en ITBA.edu.ar
