Como ya comenté la semana pasada en mi Miércoles Mudo, este finde nos hemos ido toda la familia alla italiana a Bruselas. Antes que nada decir que me ha sorprendido gratamente y me ha encantado, hasta tal punto que me iría casi a vivir. Algunas sabéis que he vivido en Londres durante muchos años, y la verdad es que he encontrado un gran parecido a la ciudad de Bruselas con la capital del Big Ben. Obviamente, esta es mucho más pequeña pero sus calles, la gente, las tiendas, el estilo de las casas, la atmósfera… la multicultura y la diversidad hacen que el aire que se respire sea muy parecido a la ciudad de mi corazón, Londres.
Este viaje lo programé como sorpresa para el cumpleaños del papi el día 1 de Noviembre. Hacía ya tiempo que decíamos de hacer un weekend largo en alguna ciudad de Europe, y dado que Ryanar hacía buenas ofertas me lancé a reservar los billetes para visitar Bruselas. ¿Por que esta ciudad? Primero porque aquí vive una de sus mejores amigas que hacía mucho tiempo que no veíamos, y segundo, porque yo no había estado nunca y me apetecía conocerla. La ventaja de tener aquí su amiga es que nos podría mostrar la ciudad y sus rincones mejor que nadie, ya que lleva aquí 9 años y se la conoce como la palma de su mano.
Este viaje ha sido algo diferente! Yo soy la típica turista que me gusta programar mis vacaciones, leerme la guía antes de llegar, marcar mis rutas, señalar las tiendas y locales que quiero visitar o programar incluso donde y cuando comeremos. Pero esta vez no ha sido así. Por una parte porque me confié que su amiga nos llevaría a todas partes y por la otra, porque íbamos con la piccola. Era bastante improbable despertarnos temprano, empezar a caminar y no volver a casa hasta las 9 o 10 de la noche. La piccola tiene sus tiempos, y aunque es bastante adaptable y flexible, no podíamos tenerla todo el día fuera caminando de arriba abajo. Así que me relaje y me dije “Salga como salga, vaya como vaya! No voy a programar nada y me dejaré llevar sobre la marcha”. Por suerte nada más llegar, nuestra amiga nos dice que se había cogido 3 días libres del trabajo y que nos acompañaría durante todo el tiempo.
A pesar de no haber seguido horarios, hemos visto muchas cosas (aunque no todas) y hemos vivido como un autentico Belga. Hemos comido waffles, bebido cerveza (que la Belga a mi me encanta), cenado en un restaurante en medio de los prados Belgas, caminado por las calles de Bruxelles y Bruges, e incluso hemos hecho shopping navideño! Y lo mejor, el lunes le dedicamos el día a la piccola… ¿Quieres saber como? Sigue leyendo!
Así que si estás pensando en visitar Belgica pronto, aquí te dejo nuestro planning del finde para que puedas coger algunas ideas:
VIERNES
Llegamos tardísimo con el avión al aeropuerto de Charleroi, es el más alejado (esta a 1 hora en coche o bus del centro), pero por horarios era el que mejor se adaptaba a nosotros. Sino esta Zaventem, que es mucho más céntrico y tardas poco en llegar a la ciudad. De ahí cenamos en casa tomando un poco de buen vino y planeando lo que íbamos a hacer al día siguiente.
SABADO
Nos despertamos bastante tarde, nos preparamos, desayunamos y nos fuimos hacía el centro a ver los típicos puntos turísticos. Paseamos por todas sus calles, pasamos por la Bolsa, la Catedral, El congreso Europeo, y la parte más bonita y espectacular de la ciudad, La Grand Place. ¡Realmente impresionante!
Para terminar el día acabamos cenando en el restaurante de la madre de nuestra amiga, que se encuentra a las afueras de Bruselas, cerca de Waterloo, donde comimos comida Toscana, fue surrealista comer en Bélgica como si estuviéramos en casa.
DOMINGO
La piccola tuvo una noche súper mala, causa: la salida de un nuevo diente! Así que aprovechamos cuando se durmió para descansar un poco nosotros. A pesar de que habíamos planeado ir a visitar Gent y Bruges, no pudimos salir más pronto de las 12 del mediodía. Así que decidimos visitar solo un lugar, y obviamente, ganó Brujas. ¡Yo tenía muchísimas ganas de conocerlo! Fuimos en tren porque parece ser que en fin de semana el transporte público en Bélgica cuesta la mitad, así que sale mucho más a cuenta ir en transporte público. ¿Que decir? Esta pequeña ciudad me ha enamorado! Es un amor, parece de estar en cuento de hadas constantemente, cada detalle, sea donde sea que mires: sus canales, las calles, los caballos trotando, el parque con cisnes y patos, sus casas y esa pequeña ventana en la punta superior,… Tiene un encanto mágico que incluso parece de mentira.
Comimos en una brasserie típica y como no, me decidí a probar un plato típico Belga: Stoemp, se trata de un puré de patata, verduras o zanahoria (según el día lo cambian) con salchichas y una salsa buenísima.
Acabámos el día visitando algunas de las típicas tiendas en la calle principal y de vuelta al tren. Al llegar a casa hicimos cena tranquila y película mientras la piccola ya dormía felizmente en su cama. La verdad que para haber pasado mala noche durante el día ha sido una campeona, ha jugado, corrido, dormido y no ha llorado nada, parece que se haya olvidado por completo de su dolor de diente. ¡Por suerte!
LUNES
Nos despertamos a una hora razonable, preparamos las maletas, nos vestimos, desayunamos y a la calle. Hoy se le dedicaba el día a la piccola… la llevamos al Museo de los juguetes (Verenigingstraat 24, 1000 Brussel)! Si si, como lo lees. Un museo autentico de 3 plantas con juguetes de los tiempos de nuestros abuelos, con todos los juguetes de madera y lo mejor de todo, es que se podía jugar con casi todo. Vaya, el lugar ideal para los niños. Esta es una visita súper recomendable, incluso diría obligatoria, si vas con tus hijos. La piccola se lo pasó súper bien y nosotros disfrutamos viéndola disfrutar y jugar a ella.
Al finalizar nos fuimos a comer a un oriental donde hacen una sopa de noodles deliciosa. Hacen los noodles a mano, incluso los puedes ver como trabajan. Es uno de esos lugares pequeños, que desde fuera no les darías ni una peseta, pero en cuanto pruebas sus platos te derrites. Este lugar se llama “Au Bon Bol” (9 Rue Paul Devaux, Bruxelles), muy recomendable si te gustan cualquier tipo de noodles, también hacen arroz pero no merece la pena probarlo…
Por último y para cerrar el finde, no podía faltar visitar una de las tiendas de chocolates y comprar algún detallito para familiares y amigos. Nosotros siguiendo el consejo de nuestra amiga compramos todo en Leonidas, que según ella son los mejores calidad precio, y puedo decir que son… Ummmm… DE RECHUPETE!!!
Pues bien, así acabó nuestro fin de semana, muy dulcemente me despido de vosotras y espero que a más de uno le sirva nuestro viaje como referencia en su próxima visita a Bruselas! ¿Y para las que ya habéis estado… que otra cosa podéis recomendar que yo no haya señalado?
Puzzle Bobble
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Puzzle De Bloques
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