Esto ni es poesía, ni es un minirelato. Se llama haragei 2.0 y sirve para insinuar. Ponle música escuchando cantar en catalán al francés Raph Dumas.
¡Fins aviat mon amour!
¿”Hasta pronto” mon amour?
Catalán es ese burro, vestido de amarillo y rojo amarillo y rojo amarillo y rojo amarillo y rojo
sobre coche blanco y números blancos sobre fondo negro.
No hay incongruencias entre esa antigua matrícula francesa y el burrito catalinista. Perpiñán no forma parte oficial de Cataluña pero su herencia histórica hace que promueva el catalán como parte de su cultura. Allí, en la Cataluña del Norte, existe la voluntad de querer mantener sus tradiciones sin dejar de sentirse franceses.