A todo esto se suman episodios como el vivido por una de las abogadas del equipo legal Republicano en Pennsylvania, Linda Kerns, que recibió en los últimos días varios emails, mensajes de voz y llamadas intimidatorias. Según comunicó oficialmente Tim Murtaugh como portavoz de la campaña de D. Trump, el autor de al menos uno de los amenazantes mensajes de vozcontra Kerns es un abogado de una firma que representa a la Mancomunidad de Pennsylvania. Se trata de la firma Kirkland & Ellis, con base en el Distrito de Columbia.
Posteriormente, la firma Kirkland y Ellis se apresuró a puntualizar que reconocía que el mensaje de voz en concreto no era precisamente apropiado ni educado, pero indicó acto seguido que la abogada Kern había exagerado el sentido del contenido del mensaje. Además, el representante de dicha firma ha añadido que el autor de este mensaje actuaba a título personal. Finalmente, la firma se ha negado a atender cualquier solicitud de periodistas independientes.
El equipo legal de Donald Trump ha entregado los mensajes y el testimonio de Linda Kern a los tribunales, junto con varios casos documentados más en los que otros abogados de la candidatura republicana han sufrido campañas de acoso en diversos estados de la unión. Las amenazas siguen el mismo patrón: comentarios intimidatorios acompañados de amenazas de boicot a carreras profesionales. Al margen de lo que decidan los tribunales que han recibido las correspondientes demandas, ha quedado perfectamente documentado que la práctica totalidad de semejantes maniobras proviene de Proyecto Lincoln; una organización que justifica sus acciones asegurando que cualquier bufete legal que trabaja para la candidatura de Trump supone un “peligroso ataque contra la nuestra democracia”.
Como comentábamos al inicio, es la actitud del Partido demócrata y sus apoyos la que certifica ante la opinión pública que la candidatura de Biden / Harris está inmersa hasta el cuello en la más inmunda indignidad.