First Man, Relato frío de una conquista

El sorprendente Damien Chazelle llega a nuestras pantallas después del impresionante éxito de “La la land” con un importante cambio de registro, se trata de “First man” (el primer hombre), historia biográfica sobre Neil Amstrong, el primer astronauta que piso la luna. Con su actor talismán, Ryan Gosling, en el papel principal, Chazelle cambia completamente su registro de cine musical (o ambientado en el mundo de la música como la genial “Wiplash”) para crear este biopic épico de conquista y superación.
First Man, Relato frío de una conquista

Si bien había muchas dudas en el cambio de registro, en este caso Chazelle sale bastante airoso de este nuevo reto. Con un metraje bastante amplio, la trama comienza con el drama personal (no conocido por muchos) previo al reclutamiento de Amstrong para la NASA y continúa con todo el desarrollo de la carrera espacial, centrándose en algunos momentos clave y desembocando en el resultado conocido por todos.
First Man, Relato frío de una conquista

Es interesante esta parte, pues si bien es puramente patriótica, también ahonda no sólo en lo maravilloso y épico de la conquista espacial, sino también en el sacrificio y las pérdidas que llevaron a ello. Es curioso como aunque el papel principal sea el de Gosling sea Claire Foy, como su mujer la que tenga un mayor peso dramático, eso es bastante problemático, sobre todo en las partes más emotivas, pues Gosling no es capaz de transmitir diferentes registros interpretativos. Casi siempre esta angustiado o serio, sin capacidad para transmitir la complejidad de un personaje que es la base de una historia por todos conocida, siendo algo que afecta a la película cara a sentir de una manera más emocionante algunos de los momentos más dramáticos de la historia.

Donde Chazelle no falla es en lo técnico, tanto en lo visual como en lo sonoro la película es impecable, con unos planos de acción (la película comienza con una escena de un vuelo a gran altura memorable) que son un ejemplo para cualquier realizador. La música está a la altura en todo momento, aunque el tema principal se parece sospechosamente en algunos acordes al de “La La Land”.

Todos sabemos cómo acaba la historia y desde luego eso resta opciones y sorpresa al guión, pero nos encontramos con una película que a pesar de tener buenos puntos a su favor carece de grandeza para ser un gran film, una historia que pasa sin pena ni gloria y si bien no es aburrida tampoco hace justicia al evento histórico que relata.