La Fiscalía General de la República confiscó este miércoles más de 60 propiedades que fueron adquiridas con fondos públicos por familiares y amigos del expresidente Mauricio Funes. Entre ellas, las oficinas Cosase, cuatro locales comerciales, ubicados en la Avenida Bernal y una rancho en la Costa del Sol, los cuales están relacionados a Miguel Antonio Menéndez Avelar, “Mecafé”, financista, exfuncionario y amigo del expresidente Mauricio Funes.
La Fiscalía ha perfilado a Miguel Menéndez, mejor conocido como Mecafé, como uno de los testaferros de Mauricio Funes, porque dice que compró bienes a su nombre que realmente pertenecían al ahora prófugo.
La Unidad Especializada de Extinción de Dominio, de la Fiscalía General de la República, detalló en un comunicado que entre los bienes intervenidos se encuentran empresas, locales comerciales, una hacienda y una casa en Chile, los cuales suman alrededor de 23 millones 883 mil dólares.
Según fuentes fiscales, dichas propiedades también tienen como propietarios a familiares y empleados del exmandatario Mauricio Funes, entre ellos: Juan Carlos Guzmán Berdugo, Ada Luz Sigüenza, Ada Michel Guzmán Sigüenza, Miguel Ángel García García, Manuel Rivera Castro, Joaquín Eduardo Cardenas, Ana Elizabeth Coto y José Armando Escobar Barillas.
Este procedimiento es parte de las 85 propiedades que detectó la Fiscalía cuando se inició la investigación contra el expresidente Funes. En 2018 también se intervino 24 propiedades en San Salvador, La Libertad, Sonsonate, La Paz, La Unión, Usulután y San Miguel.
Mauricio Funes inició su vida pública como entrevistador en el Canal 12, por su acuciosidad, ahora es uno de los prófugos de la justicia asilado en Nicaragua y pendiente de extradición.
Enriquecimiento ilícito, peculado (malversación de fondos públicos), lavado de dinero, agrupaciones ilícitas, pago y recepción de soborno e instigación al peculado, es la cadena de delitos que se le atribuyen a Funes y por los que está siendo reclamado por los tribunales.
El Juzgado 5o. de Paz de San Salvador abrió el 10 de junio del 2018 el primer proceso penal contra el prófugo Mauricio Funes y 31 acusados más, entre ellos su exesposa, dos hijos, su actual compañera de vida y exfuncionarios de su gestión presidencial. El 28 de junio de ese año, el referido juzgado ordenó la captura de Funes, sus dos hijos y su actual pareja sentimental. Todos son procesados por el supuesto desvío de $351 millones de fondos públicos en su administración, según la Fiscalía General.
Vanda Pignato, Ada Mitchell Guzmán, Elvy Paz Gutiérrez y Regina Cañas, cuatro mujeres que forman parte de la vida sentimental de Mauricio Funes, también están perfiladas como imputadas en los procesos judiciales que se le han abierto al expresidente del izquierdista partido FMLN por presuntos actos de corrupción.
El Ministerio Público expuso que Funes, sus dos hijos, su amante Ada Mitchell Guzmán y los familiares de ésta, al igual que su exesposa Vanda Pignato, y exmiembros de su gabinete como el exsecretario privado Francisco Cáceres Zaldaña, utilizaron parte de los fondos saqueados para uso personal.
Viajes de placer a numerosos países, estadías en lujosos hoteles, entradas a parques de diversiones, compra de vehículos, pago de créditos personales, pago de cirugías estéticas y de otro tipo fueron algunos caprichos pagados con los fondos saqueados, según la Fiscalía.