Hasta que no acudí a la primera revisión postparto con mi ginecóloga no supe que la fisioterapia tras la cesárea está muy recomendada para el tratamiento de la cicatriz hundida y las adherencias de las capas profundas.
Aunque esta era mi tercera cesárea (en realidad cuarta si contamos la miomectomía) nunca antes me habían hablado de la posibilidad de luchar contra algunos de los daños colaterales más frecuentes y molestos de esta intervención:
- Hundimiento de la cicatriz
- Dolor e hipersensibilidad en toda la zona
- Molestias con la ropa que roza o aprieta la cicatriz
Cicatriz de la cesárea hundida: mi vivencia
Desde la primera cesárea me quedé con escalón en esa zona. Poco, pero algo quedó.
Con la segunda intervención, un poco más. Cierto es que con el paso de los años y los kilos que terminé perdiendo tras la lactancia se fue aplanando la zona, pero nunca dejé de tener ese hundimiento. Además, tras la segunda cesárea (que en realidad era la tercera porque al hacerme la miomectomia entre los dos niños me abrieron por el mismo sitio) la cicatriz me había quedado más grande que con la primera: más ancha y abultada, con queloide, por lo que estéticamente el escalón parecía aún mayor.
En esta tercera cesárea el hundimiento que me quedó fue brutal. Vale que con un embarazo en el que casi se me rompe el útero quizá esto era lo de menos, pero cuando me vi como había quedado me afectó bastante. Porque además en esta tercera ocasión recuperé mi peso más rápido que nunca, apenas tenía tripa al cabo de un mes (más allá de la curvatura que se te queda cuando has tenido hijos, hagas lo que hagas).
Es decir, que todo había estupendo, que para ser mi tercer bebé estaba fenomenal… pero el hachazo que tenía en la parte inferior del vientre era espantoso… ¿de verdad me iba a quedar así?
Hundimiento de la cicatriz de la cesárea: más allá del problema estético
Tener el abdomen partido en la parte baja es algo que estéticamente impresiona mucho.
En mi caso es posible que aún más porque yo estoy muy delgada de tronco y es antinatural tener ese hundimiento ahí.
Además, por acumulación de cortes en el mismo sitio, mi cicatriz es bastante gruesa y hoy por hoy está oscura.
Si recuperarse de una cesárea no es fácil, de 3+1 menos aún. Se que es algo que va a tomar su tiempo, probablemente un par de años.
He estado usando el parche reductor de cicatriz de cesárea de Trofolastin. Es un parche de color piel que se deja puesto durante días, no hace falta quitarlo ni para ducharte, y basta con que lo cambies cuando ya no pegue, en torno a unos 10 días después de habértelo puesto por primera vez. Ayuda a que cicatrice mejor la zona y se forme menos queloide.
Ahora estoy usando gel de silicona para cicatrices. Los resultados se notan enseguida y disminuye el picor e hinchazón de la cicatriz, sobre todo si se te está formando queloide. Yo he usado Dermatix incluso en cicatrices de lunares, años antes, y me parece increíble lo bien que funciona.
En cualquier caso, esto va más allá del problema estético: es un problema de salud. Lo estético es lo primero que se ve, y te impide olvidarte porque te lo ves todo el tiempo en el baño, pero lo que realmente afecta al día a día es tener molestias, dolor, esa sensación de tejido acolchado y medio muerto tan habitual tras una cesárea… y yo no quería quedarme así.
Adherencias tras la cesárea: el origen de hundimiento
Lo que me descubrió mi ginecóloga en la primera revisión postparto es que el origen de ese hundimiento es la adherencia de las capas profundas que han sido cortadas para practicar la cesárea.
Explicado con palabras coloquiales, las capas que se van pegando entre sí y tiran hacia dentro, por lo que se produce un hundimiento siguiendo todo el largo de la cicatriz.
Por desgracia, esto es una complicación frecuente en intervenciones pélvicas.
Y dado que las adherencias pueden sujetar entre sí a los órganos, las molestias pueden llegar incluso a provocarnos un color bastante profundo con algunos movimientos o actividades. Es decir, que más allá del plano estético, este problema nos puede producir mucha incomodidad e incluso un dolor considerable.
Tratamiento de la cicatriz de la cesárea con fisioterapia
¿En qué consiste?
Mi fisioterapeuta me da un masaje en toda la zona de la cicatriz, normalmente muy profundo, metiendo bien los dedos. Creo que técnicamente se llama masaje miofascial.
Como ella misma me ha comentado, se trata de movilizar:
- La zona más superficial, para conseguir que la cicatriz no esté tan tirante. Se puede lograr que esté menos dura, que se convierta más flexible y algo menos gruesa.
- Un plano más profundo, en el que se intenta despegar todas esas capas internas que se han quedado adheridas.
Además del masaje, en ocasiones utiliza una ventosa que desliza a lo largo de la cicatriz.
¿A partir de qué momento puede tratarse con fisioterapia la cicatriz de la cesárea?
Tanto mi ginecóloga como mi fisioterapeuta me comentaron que se puede hacer desde el mismo momento en que la cicatriz esté curada, completamente seca y con buen aspecto.
Yo empecé cuando la niña tenía algo más de un mes. Me di dos sesiones y lo tuve que dejar porque se me salió un punto hacia fuera y empezó a supurar. No me quedo más remedio que esperar a que cerrara y secara por completo para poder retomarlo. Como además coincidió que llegó el verano y, con el, las vacaciones de los mayores, no lo pude retomar hasta que la niña tenía cinco meses.
Cuántas sesiones
Depende mucho de cómo tengas la cicatriz y las adherencias y de cómo sea tu evolución.
En mi caso, yo me he dado unas 5-6 sesiones (con mi mom brain actual ahora mismo no sé concretar).
Tras ellas, hemos acordado dejarlo unas semanas para ver qué tal evoluciona y así valorar si me hace falta 1 sesión, o quizá 2 más, o lo dejamos tal como está.
¿Duele?
No os voy a engañar: es molesto.
La primera sesión me dolió un montón. Supongo que porque apenas había pasado un mes de la cesárea. No grité ni se me saltaron las lágrimas pero sufrí bastante. Supongo que también depende de la tolerancia al dolor que tenga cada uno, yo creo que tengo bastante, de hecho mi fisio se sorprendió de que aguantara tanto.
Después de cada sesión es normal estar dolorida unos días, por lo menos los 3-5 primeros. Incluso a veces parece que se hincha un poco, o que la cicatriz se pone más oscura, pero enseguida vuelve todo a la normalidad.
Cada sesión me ha ido doliendo menos, hasta prácticamente no dolerme nada. Donde más me molesta es donde aún tengo más grosor en la cicatriz. Como ahora ya prácticamente ha desaparecido, la última sesión fue muy soportable.
Resultados
En mi caso yo noté resultados evidentes desde la segunda sesión:
- Menos tirantez en la cicatriz
- Algo menos de hundimiento
- Menos reborde tanto en la parte inferior como en la superior de la cesárea
- Muchísima menos molestia en el abdomen, que antes casi no podía ni rozarlo.
Tras mis 5-6 sesiones, sigo teniendo hundimiento pero mucho menos.
Me encantaría que se me quedara la cicatriz como a la chica de la foto que encabeza este post… pero yo tengo claro que eso no es posible.
Según me comenta mi fisioterapeuta, en la parte inferior tengo todavía hinchazón y en la parte superior parece descolgamiento de los músculos debido a la acumulación de embarazos y cesáreas. En cualquier caso, el hundimiento que tengo ahora mismo no es nada comparado con el que tenía.
Y, sobre todo, que ahora mismo tengo la sensación en la zona mejor que nunca. No me molesta nada al tacto ni al roce, me puedo tocar, me puedo vestir sin ningún problema. He recuperado una sensibilidad que nunca pensé que volvería a tener.
La recomendación que me ha dado, además de esperar a ver cómo evoluciona en las siguientes semanas para valorar si darme una sesión más, es que haga hipopresivos. Mi cicatriz ahora mismo se moviliza mucho mejor, puedo pellizcarla y moverla bastante bien, cosa que antes era impensable. Por lo tanto, ahora lo que me tocaría es volver a fortalecer esa musculatura dañada para que, con ello, todo vuelva a su sitio. Eso debería mejorar el hundimiento que aún me queda.
El último día me estuvo enseñando cómo hacer los hipopresivos correctamente. No es fácil. Y requiere su tiempo. Mi problema ahora mismo es que requiere constancia para ver resultados y apenas tengo tiempo para ponerme con ello.
¿Estoy satisfecha?
Estoy muy contenta.
Tengo claro que en mi caso la fisioterapia tras la cesárea me ha ayudado.
Tengo claro que esa zona de mi vientre nunca va a volver a estar plana, pero ahora mismo tengo más o menos el mismo hundimiento que tenía antes de tener a mi niña. Sigue siendo algo que no me gusta, que me acompleja un poco, pero ya no es algo que me horrorice ver, porque de verdad que el hachazo que tenía hace unos meses era espantoso. Tampoco es algo que se note con la ropa, que parece una tontería pero ayuda a no pensarlo todo el tiempo…
Lo mejor de todo es que estoy fenomenal de la sensibilidad en la zona. No me duele para nada, no me molesta la ropa, ni el roce, ni determinados estiramientos o posturas. Sin duda alguna noto la zona rehabilitada. Y eso me pone muy contenta porque más allá de la estética este es un problema de salud que a mi me preocupaba bastante.
¿Tu sabías que la fisioterapia tras la cesárea sirve para el tratamiento de la cicatriz hundida y las adherencias? Si es así, ¿te fue bien?
La entrada Fisioterapia tras la cesárea: tratamiento de la cicatriz hundida y las adherencias se publicó primero en Mamá (contra) corriente.