El papel de la mujer ha ido cambiando poco a poco, hasta ocupar plenamente esa habitación propia de la que hablaba Virginia Woolf. En el mundo de la música, Loretta Lynn fue una de las que más contribuyó a ese cambio.
En esta canción de tono autobiográfico, Lynn aborda el tema de las infidelidades (que no son culpa de la mujer, tal como insinuaban tantas canciones de los 50). A los 15 años, Loretta se casó con Oliver Lynn y su matrimonio, que duró 48 años, estuvo lleno de altibajos. El carácter contestatario de ella, unido al alcoholismo y a las continuas infidelidades de él, provocaron muchas peleas.
El tema se presenta como un aviso de Loretta hacia cualquier mujer que intente robarle a su marido. Les insta a alejarse de él si no quieren enfrentarse a sus puños. La inspiración le vino de su propia experiencia: cuando estaba de gira en Tennessee, le llegó el rumor de que una mujer andaba detrás de su marido, con quien ya había tenido una relación. Loretta escribió una carta acusadora a la amante, que se la enseñó a Oliver. Él le dijo entonces que no se metiera en sus asuntos y le dijo que las acusaciones eran ciertas.
El marido de Loretta no escuchó la canción hasta que ésta la interpretó en el Grand Ole Opry: “No llegará a ningún sitio”, opinó. Se equivocaba, pues el single conquistó el número 1 de las listas. Claramente, había subestimado a todas las mujeres que también sufrían infidelidades y que se lanzaron a comprarlo.
Os dejo con la versión de Loretta Lynn en su disco homónimo, que apareció en 1968. Años después, volvió a grabarla en Full Circle (2016). El productor, Owen Bradley, contó con un magnífico elenco en el terreno instrumental: Grady Martin a la guitarra, Pete Drake a la steel guitar, Floyd Cramer al piano y Buddy Harman a la batería.
El grupo The Little Willies, en el que participa Norah Jones, la incluyó en For the Good Times (2012).
Studio 102 Essentials (2008) es un álbum póstumo de Johnny Paycheck en el que aparecen varias grabaciones inéditas suyas. Una de ellas es Fist City.