Como desde hace catorce años, se llevó a cabo la Feria Internacional de Turismo (FIT), uno de los encuentros más importantes donde operadores y turistas del mundo se dan cita para intercambiar información, generar contactos o bien para ofrecer y adquirir servicios turísticos . Con un saldo final positivo pero con muchos elementos para modificar en próximas entregas, aquí va una crónica con lo más relevante de lo sucedido este año.
PABELLÓN DE BRASIL:
Como siempre, una vez más llamó la atención el hecho de que el país hermano cuente con un pabellón exclusivo (es el único país que tiene un pabellón especial además de Argentina), dividido por provincias y con una excelente folletería, además de la calidez en la atención de los expositores. A diferencia de otros años, en esta entrega fueron las bahianas vestidas con ropas típicas las verdaderas estrellas del lugar, no sólo por que regalaron las clásicas pulseras rojas de la suerte sino por que, con mucha gracia y amabilidad, se dejaron fotografiar con los cientos de asistentes que pasaron por el stand.(Algo que no sucedió con los representantes de otros países)
Si bien la información hotelera y de las diferentes aerolíneas de bandera fue muy buena, faltó algo de data sobre los puntos más importantes para recorrer en las ciudades más visitadas por los turistas, sobre todo en lo que hace al aspecto cultural e histórico, ya que la mayoría estuvo centrado en promover sitios naturales, deportivos o bien de veraneo.
PABELLÓN LATINOAMERICANO
Con una alta presencia de países de la región y con stands muy bien diseñados y cargados de información, el pabellón lartino fue uno de los espacios de la feria que contó con mayor concurrencia de público.
Perú por ejemplo optó por una interesante propuesta, en la que montó escritorios con varios operadores que promocionaron los principales destinos del país y mantuvieron abierta una barra de bebidas en la cual preparaban tragos típicos para que el público degustara y se fuera haciendo a la idea de las bondades etílicas con las que se pueden encontrar si se deciden por conocerlo.
Uruguay, con la gentileza que caracteriza a su gente tuvo dos stands: uno dedicado exclusivamente a Montevideo (donde además de promocionar aquellos sitios ya conocidos hicieron especial hincapié en la nueva apuesta de turismo receptivo LGBT) y otro con el resto de los principales departamentos como Punta del Este, Rocha, Colonia y Piriápolis.
Increíblemente ubicado en el stand latinoamericano, el espacio de España, austero y con poca afluencia de público exhibió la clásica folletería de calidad que entregan desde hace una década pero esta vez con el agregado de nuevos destinos como el camino de Santiago, Toledo y la ruta artística de la España gótica.
Colombia, Chile, Bolivia, Ecuador, Venezuela y Guatemala no se lucieron demasiado sobre el resto y pasaron, en algunos casos, bastante desapercibidos. Paraguay fue la gran revelación del evento ya que sorprendió con un stand de gran calidad, con dos interesantes gigantografías y una decena de operadores que informaban en tiempo real, a la vez que promocionaron la aerolínea oficial dentro del mismo stand. México contó con pocos anfitriones y escasa información (digo escasa teniendo en cuenta la cantidad de sitios interesantes que tiene el país para visitar). Pero pese a la poca información, el stand se llenó de asistentes en el espacio donde armaron una réplica de santuario para el culto a los muertos, el cual por su colorido y lo esotérico se transformó inmediatamente en escenografía para que todos se sacaran una foto allí.
Cuba tuvo un interesante stand que emuló la típica casa habanera y brindaron además de buena información, la posibilidad de degustar mojitos como si se estuviera en la Bodeguita del Medio y también exhibieron una pequeña colección de fotografías de la Habana.
El Pabellón Caribe fue uno de los más pobres en cuanto a asistencia e ideas. Con muy poca inventiva de diseño y con stands funcionales sólo a la venta, los stands de Saint Marteen, Punta Cana y Antillas pasaron sin pena ni gloria. De las grandes ausencias sin lugar a dudas las que mas se sintieron fueron las de Haití, Puerto Rico y Jamaica, ya que son países que no solo ofrecen sitios de playa sino que además cuentan con culturas y costumbres más que interesantes. EEUU asistió con los típicos stands de Miami/Florida y Nueva York, que este año aparecieron más austeros que nunca y sorprendentemente no llegaron a acaparar la atención del público.
PABELLÓN INTERNACIONAL
El continente asiático fue el gran ausente: el stand de China fue muy pobre, con información de operadores de viajes y nada que fomentara el patrimonio y la riquísima cultura. Taiwán tuvo un stand pequeño pero con buena información, aunque fue prácticamente imposible acercarse debido a los espectáculos de nativos que se adueñaron del lugar con danzas típicas y cantos rituales.
Rusia tuvo dos espacios separados: uno dedicado a promover operadores del país en general y otro con buena información sobre San Petersburgo y alrededores. India montó un stand muy atractivo visualmente pero que decepcionó por la falta de información, ya que ofició de recinto para que un solo operador vendiera tours armados en el próximo verano. El mejor de todos sin dudas fue el de Israel que entregó folletería de alta calidad e informaban de un modo amable incluso tomándose el tiempo para explicar aspectos relacionados con la religión y la cultura.
El continente africano estuvo presente en los stands de Egipto, Líbano, Marruecos y Botswana. De los tres primeros la información detallada de los lugares brilló por su ausencia (sólo el Líbano hizo algunos folletos con las principales ciudades) y sólo se limitaron a albergar operadores turísticos que vendían paquetes cerrados a los diferentes destinos. De Botswana sólo entregaron una revista con los principales operadores turísticos (que en realidad era un catálogo de agencia de viajes) e info de paquetes para la temporada 2011.
Continente europeo: desoladora la presencia del continente que más turismo alberga. De Italia sólo hubo un stand de Sardegna, de Francia uno de París (minúsculo y pobrísimo en cuanto a información). República Checa agrandó el espacio y tuvo más folletería que años anteriores. Croacia volvió a sorprender con la excelente folletería (de altísima calidad no solo en cuanto a las impresiones sino a los contenidos) y brillaron por su ausencia países centrales como Alemania, Grecia, Holanda, Hungría, Bélgica, Suiza, algunos destinos escandinavos y otros del este europeo). Turquía tuvo un mini stand en el que sólo se entregaban pósters de las mezquitas y casi nada de información cultural. PABELLÓN ARGENTINO: DE LO NUESTRO, LO MEJOR
Argentina fue la gran estrella de la FIT. Bajo la consigna “Primero lo nuestro” estuvieron presentes todas las provincias (las que componen el país de norte a sur), el ente de turismo y varios organismos oficiales dedicados al ramo. Buenos Aires tuvo dos stands, uno del gobierno de la ciudad (dedicado a promover la ciudad) y el otro dedicado a los principales destinos de la provincia (donde abundó el turismo rural, histórico, gauchesco así como las opciones del Partido de la costa).
Rosario y el Tigre (dos destinos muy concurridos por estos días) tuvieron sus stands particulares donde demostraron su calidad para el turismo receptivo. Mar del Plata se hizo presente en el pabellón latinoamericano (quizás por el carácter de internacional que reviste la ciudad) con un stand que era una réplica de un cine, ícono del festival que desde los años 50 se viene llevando a cabo allí.
Por primera vez se incorporó un stand especialmente dedicado a la difusión de Turismo LGBT (Lésbico, Gay, bisexual y transgénero) algo que se hacía necesario, sobre todo desde la incorporación de nuestro país al listado de destinos "friendly" a nivel mundial. Con una decoración de estilo clásico que sobresalía sobre el resto de los stands, allí se brindó folletería acerca de hoteles, tours, recorridos y todo aquello destinado a promover la diversidad.
En definitiva y como saldo final, creo que lo mejor de esta FIT2011 fueron los pabellones de Brasil y Argentina, por la innovación, diseño e información que brindaron. Lo peor: la ausencia de aquellos países que no participaron del evento y la cantidad de operadores que ocuparon los stands quienes sólo aportaron opciones de venta, en vez de formar e informar sobre los destinos que les tocó publicitar.