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Five Fingers: La arriesgada empresa de un espía improvisado.

Publicado el 14 junio 2010 por Fantomas
Five Fingers: La arriesgada empresa de un espía improvisado.“5 Fingers” (1952), es un thriller de espías del director Joseph L. Mankiewicz, el cual está protagonizado por James Mason, Danielle Darrieux y Michael Rennie.
Turquía permanece oficialmente neutral durante la Segunda Guerra Mundial, pero en realidad sirve como punto de encuentro para los espías de todas las potencias en conflicto que buscan una oportunidad para intercambiar secretos militares. Alemanes e ingleses son dos fuerzas esenciales en la zona, y entre ambas va a desarrollarse un caso de espionaje que estuvo a punto de cambiar el curso de la guerra. Diello (James Mason) un ambicioso personaje que ejerce como secretario y asistente del embajador inglés ha tramado un arriesgado plan para venderle los secretos británicos a los nazis y huir posteriormente a Sudamérica.

Five Fingers: La arriesgada empresa de un espía improvisado.

En 1943, Eleyza Bazna, hijo de padres albaneses, consiguió en Gran Bretaña un trabajo como ayudante de cámara y hombre de confianza del mismísimo embajador británico en Turquía, Sir Hughe Knatchbull-Hugessen. Guiado por nada más que su propia codicia y sus ansías de alcanzar una posición social privilegiada, Bazna cometió una serie de actos de espionaje entre 1943 y 1944. Con el nombre clave de Cicerón, Bazna le vendió a los alemanes fotos de al menos 35 documentos secretos, entre los que se incluían los planes del Día D. Aunque los alemanes le pagaron alrededor de 300.000 libras esterlinas, convirtiéndolo en el espía mejor pagado de la historia, estos no supieron darle buen uso a la información debido a una serie de disputas internas. Tras la guerra, el militar alemán L. C. Moyzisch plasmó la historia de Bazna en el libro “Operation Cicero”, el cual provocó que el gobierno británico demandara la implementación de algunas medidas de seguridad para evitar que algo similar ocurriera en el futuro. Esta historia llamó la atención de varios realizadores, razón por la cual Arthur Rank, Alexander Korda, la MGM y la 20th Century Fox comenzaron a pelearse los derechos de la novela.
Finalmente sería la Fox quien ganaría la puja por los derechos, tras lo cual el estudio le asignaría la tarea de escribir el guión a Michael Wilson y contrataría a Henry Hathaway como director. El encargado del estudio, Darryl F. Zanuck, quería que la cinta tuviera un tono documental y se centrara en la falta de filiación del protagonista con los dos lados del conflicto. De esta manera, Zanuck esperaba que el público se mostrara empático con el protagonista, pese a que este le vende los secretos de los Aliados a los alemanes sin ningún tipo de remordimiento. Zanuck también pensó que sería más fácil que el público aceptara a Cicerón si este presentaba un interés amoroso, el cual sería representado por una condesa polaca caída en desgracia que el protagonista recluta para su operación de espionaje. El guión de Wilson ya estaba causando expectación en Hollywood cuando Joseph L. Mankiewicz se integró al proyecto para darle un retoque al guión. Zanuck quedó tan impresionado por su trabajo, que cuando Mankiewicz pidió hacerse cargo de la dirección del film, el jefe de la Fox no se opuso, aunque le pidió que renunciara al crédito que le correspondía por la confección del guión. Como Mankiewicz estaba buscando alejarse de las comedias que había venido haciendo en el último tiempo, accedió a la petición de Zanuck.

Five Fingers: La arriesgada empresa de un espía improvisado.

Una vez en el cargo de director, Mankiewicz y su equipo de filmación viajaron a Turquía para rodar los exteriores de la mayoría de las locaciones donde transcurre la historia. Cuando el departamento de publicidad comenzó a buscarle un nuevo título a la cinta debido a que “Operation Cicero” podía hacer creer a los espectadores que la historia tenía relación con las entonces recientes revueltas ocurridas en Cicero, Illinois, Mankiewicz propuso el título “Five Fingers”, el cual no hacía más que reflejar la codicia del protagonista. James Mason sería contratado para interpretar al maquiavélico Diello, tarea que le entusiasmaría en demasía debido a que había quedado encantado con el guión y ansiaba trabajar con Mankiewicz. Para el rol de la Condesa Anna Staviska, el director inicialmente había pensado en la actriz francesa Micheline Presle quien había obtenido cierta fama por su participación en la cinta “Boule de Suif” (1945). Sin embargo, en ese entonces la actriz estaba embarazada por lo que el estudio escogió a Danielle Darrieux para el rol. Finalmente arribaría el actor británico Michael Rennie, quien recientemente había alcanzado cierta popularidad gracias a su papel como el extraterrestre Klaatu en el film, “The Day the Earth Stood Still” (1952).
Como se mencionaba anteriormente, el protagonista absoluto de esta historia es Diello, un hombre sumamente inteligente, culto y ambicioso, quien no duda en ocupar su posición de confianza para su propio beneficio. Para un hombre patriota, o incluso para un tipo integro, traicionar a aquellos que han decido darle trabajo y protegerlo durante una época convulsionada es algo totalmente impensado. Sin embargo, Diello no es ni una cosa ni la otra; él es un hombre pragmático que se ha propuesto cumplir dos objetivos primordiales: ganar el corazón de una viuda aristocrática para la que alguna vez trabajó, y obtener el dinero suficiente para emigrar a Sudamérica donde podrá convertirse en el caballero importante y respetado que siempre ha querido ser. Con esto en mente, Diello contacta a un diplomático alemán y le realiza una oferta que le será imposible de rechazar pese a la incredulidad que esta le provoca. Él le asegura que en los próximos días le entregará una serie de documentos secretos de vital importancia para la pretensiones de los nazis, todo esto por una módica suma de dinero. Consciente de los peligros que supone esta arriesgada empresa, Diello decide reclutar a la Condesa Anna Staviska, la cual ha quedado en la más absoluta pobreza luego de la muerte de su marido y la confiscación de sus propiedades por parte de los nazis.

Five Fingers: La arriesgada empresa de un espía improvisado.

Es evidente que lo que motiva a la Condesa a colaborar con Diello es el deseo de recuperar el estatus que alguna tuvo en la sociedad europea. Staviska es una mujer orgullosa que no se resigna a ser mirada como una mujer común y corriente por aquellos que alguna vez admiraron su porte aristocrático, por lo que no se muestra demasiado inclinada a responder a las insinuaciones que Diello le realiza. Su orgullo, su codicia (que es casi tan grande como la del protagonista), y su evidente rechazo a los nazis, convierten a la Condesa en un arma de doble filo. Precisamente, gran parte del suspenso de la cinta se concentra en la posibilidad que la Condesa traicione a Diello, dejándolo a merced de los aliados. Al mismo tiempo, los rumores que un espía le ha estado entregando información vital a los alemanes encienden las alarmas de los espías aliados. El hecho de que Diello no muestre lealtad hacia ninguna de las dos facciones lo sitúa en una posición complicada; mientras que los aliados desean encontrar al hombre que está vendiendo información, los alemanes no confían demasiado en su nuevo contacto, quien bien podría tratarse de un espía británico vendiéndoles información falsa.
Como es de esperar, inevitablemente las cosas se complican para Diello, por lo que debe improvisar una nueva estrategia si quiere escapar con vida de Turquía. El último tramo de la cinta se concentra en la última entrega de información por parte del protagonista a los alemanes, la cual consiste nada menos que en los planes de los aliados para el Día D. En el ámbito de las actuaciones, la totalidad del elenco realiza un estupendo trabajo, destacándose obviamente la labor de James Mason quien se lleva gran parte del peso de la historia. Mason retrata a Diello como un hombre que pese a las dificultades que se le presentan, siempre se muestra en completo control de sí mismo y de quienes lo rodean. Resulta curioso que quien más le da problemas al protagonista es su interés amoroso/cómplice la Condesa Staviska, quien se muestra como el gran talón de Aquiles del improvisado espía. Por otra parte, el trabajo de fotografía de Norbert Brodine resulta ser uno de los puntos altos del film, al igual que la atmosférica banda sonora de Bernard Herrmann, la cual logra acercar aún más esta historia a aquellas narradas por Alfred Hitchcock durante su carrera. En definitiva, “5 Fingers” es una entretenida cinta de suspenso que presenta un par de vueltas de tuerca bastante inesperadas (para quien no conoce los hechos que le dieron vida al guión claro está). Mankiewicz mantiene un ritmo narrativo más que adecuado durante todo el metraje, el cual está reforzado por una constante tensión, lo que sumado a las actuaciones y al buen nivel técnico del film terminan convirtiendo a esta producción en una pequeña joya olvidada del cine de espías.



por Fantomas.


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