Revista Música
De nuevo cita con el boogie-blues que tan bien saben facturar Five Horse Johnson. Para cualquier degustador del buen hacer de los de Toledo (Ohio), es saber desde que adquieres la entrada que van a dar la altura más que de sobra. En su gira de presentación de su último gran trabajo de estudio, “The Taking Of Black Heart”, es este mismo el disco que más forma parte del set-list, pero que no supone un problema ya que todo el show es un bloque compacto el que clásicos y temas nuevos conviven sin problema, sin bajones, pero obviamente son sus temas de sus primeros discos los más coreados por la concurrencia.
Five Horse Johnson son un rodillo en directo, ningún tema baja de intensidad, todos son demoledores trallazos que lanzan sin compasión, con mucha actitud, con fuerza. Eso sí, para el que no guste del “estilo” de los de Ohio, puede que le parezca algo lineal, quizá hasta repetitivo, ya que a riesgo de ser exagerado, FHJ ya tienen estilo y sonido propio, y lo respetan como los clásicos, claro está que para los seguidores de la banda, esto es un seguro siempre que vienen de gira o lanzan un disco. También por poner alguna peguita, solo alguna, es que a veces el sonido se saturaba un poco, pero claro, saliendo con la pegada con la que salen, es casi normal.
Por ello es complicado desarrollar más lo que puedas contar de la banda, funcionan como una maquinaria bien engrasada, un muro de sonido es lo que ofrecen en lo algo menos de hora y media que descargan, pero obviamente de una intensidad extrema, terminando exhaustos después del concierto, habiendo dado todo sobre las tablas. Phil cada vez mete más solos y puenteos restándole algo de trabajo a Brad, antaño la banda giraba solo con una guitarra, pero con las dos han compactado el sonido, y vaya, es un gustazo escuchar ese doble slide sobre esa zaragata sónica, y Steve con su bajo, su porte serio sigue dando solidez al sonido de la banda. El batería, que sinceramente no conozco, estos chicos lo suelen cambiar cada gira, cumple perfectamente con su papel. Y luego está Eric, vozarrón, armónica endemoniada y todo actitud.