Cada vez más nos damos cuenta que en las multitudes reside el gran potencial creativo, de ahí que iniciativas como ‘los flashmob’ tengan éxito y las marcas quieran aprovecharlo como estrategia de marketing de guerrilla a bajo coste.
Para quien ande despistado…’los flashmob, o multitudes instantáneas, son convocatorias a través de las redes sociales (Facebook, Twitter…) con el objetivo de reunirse en un lugar concurrido y sin razón aparente empezar a bailar o a cantar.’
En la mayor parte de los casos no tienen ningún fin más que el entretenimiento, de hecho así surgieron, pero pueden convocarse también con fines políticos o reivindicativos. Rápidamente las marcas se dieron cuenta del poder de este tipo de eventos en los espectadores, ya que son acontecimientos verdaderamente fuera de lo común y que generan fidelidad. Basta con convocar a través de las redes sociales y grabar el encuentro para después subirlo a internet para crear un efecto de “bola de nieve” y conseguir que tenga efectividad.
El video se vuelve contenido viral, que se comparte de manera exponencial a través de los foros, comunidades virtuales, redes sociales, correo, blog… Así, en un periodo de tiempo muy corto, la marca habrá alcanzado más espectadores que cualquier medio convencional.
Lo que distingue estas campañas de otras representaciones públicas, en palabras del especialista de marketing Billy Wasik, es su carácter festivo y que captura lo que la gente encuentra emocionante: un grupo de desconocidos utilizando la tecnología de reunirse de forma instantánea.
Un ejemplo de una empresa que ha capitalizado esta tendencia es T-Mobile organizando un flashmob de baile en el aeropuerto de Heathrow o la famosa danza del tren de Londres que fue ideada por Saatchi & Saatchi. Cerca de 350 bailarines irrumpieron en una rutina “espontánea” de baile y atrajeron más de 13.000 personas que al momento compartieron el acontecimiento a través de sus smartphones.
O un centenar de jóvenes vestidos en leotardos del Piccadilly Circus bailaron la canción de Beyonce “Single Ladies” para atraer a la gente al espectáculo.
También, Ray-Ban montó un espectacular de unas gafas de sol gigantes en medio de Manhattan mientras bailarines, ataviados con las características lentes bailaban y miraban al cielo.
Un sinfín de posibilidades que busca la colaboración de la peña.
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