El viaje de Flash hasta el país de las maravillas sigue su curso. Ciborg y Batman son parte esencial del elenco y Superman apareció para irse. Pero el show debe continuar.
En este tercer número llega el turno de tratar al Capitán Marvel, el mortal más poderoso del mundo, que aquí es conocido por el Capitán Thunder. Aunque en esencia son similares este último es más agresivo, teniendo cuentas pendientes con Wonder Woman.
Esta trama se relaciona con el tomo de Linterna Verde y con los hechos que se narran en el de la JLA, que reseñaré dentro de poco, haciendo que poco a poco vayamos conociendo más de ese universo y la historia tan diferente que en él ha sucedido.
Con el paso de las paginas va quedando claro que Johns y Kubert están en su mejor momento. Todo casa a la perfección y va siguiendo el tic tac como si fuera un reloj suizo, dos artistas van marcando el paso y nosotros no tenemos más que sentarnos a disfrutar del espectáculo.
Hay que destacar el buen trabajo en el tratamiento de personajes, logrando que con solo dos pinceladas estén totalmente definidos y dotados de un pasado coherente. Todo sostenido por el genial apartado gráfico que surte de una gran caracterización, haciendo que a pesar de la reinterpretación sufrida sean consecuentes con su visión más clásica y reconocible.
Las tramas se están cerrando y el final no está lejos, pero todavía queda mucho camino por el que correr y Flash tiene que ir cabeza.
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