A finales de 2008 Fleet Foxes entraron sin llamar a la puerta en la habitación del panorama independiente. Con un disco como su debut se ganaron el respeto y el cariño de gran parte de la crítica y el público con ese folk de manual que fue capaz de acercar este estilo, a veces rechazado, a la gente.
Dos años y medio después, los melenudos de Seattle nos traen su segundo disco de estudio titulado Helplessness Blues, del cual nos adelantaron hace un mes el que sería su single y dejó a sus seguidores más tranquilos ya que los pasos iban por el buen camino.
Fleet Foxes siguen por esa dirección por la que no quiere ir nadie que no borde el estilo, sin miedo, como si se sintiesen dueños y señores del mundo pero con humildad y buen hacer y eso solo es posible si sabes que lo que haces, lo haces a la perfección. Buena continuación a su disco debut.
“Battery kinzie…”