Toda la reputación que se ganaron Fleet Foxes con su debut fue sin duda totalmente merecida, gracias a un disco con canciones deudoras del sonido de álbumes míticos como el ‘Pet Sounds’ de los Beach Boys o el ‘Parsley, Sage, Rosemary and Thyme’ de Simon & Garfunkel, y donde la genial voz de Robin Pecknold dotaba de una gran personalidad a unos temas que descansaban entre guitarras acústicas y arreglos de viento.
Ahora esas atmósferas oníricas y pasajes pastorales han tenido su continuidad en este ‘Helplessness Blues’, el nuevo álbum de la banda de Seattle, el cual sigue la línea de su predecesor, manteniendo intactas las señas de identidad del grupo.
Eso significa que por un lado siguen llenando el disco de grandes cortes como ‘Battery Kinzie’ o la fabulosa ‘The Shrine/An Argument’, pero que sin embargo quizás hayan perdido esa capacidad de sorprendernos que sí tenían cuando irrumpieron en la escena musical mundial allá por el 2008.
De todas formas, es quizás por la calidad de su opera prima por lo que nos pongamos tan quisquillosos a la hora de valorar esta segunda entrega, ya que con la calidad y talento de los componentes del grupo es difícil que no salga un disco bueno de sus manos, y este ‘Helplessness Blues’ lo es.
7,5/10