La Compañía Flick Flock inaugura la programación escénica del Festival Escena Mobile 2013 con el estreno absoluto de Los Sueños de Rocamadour, un montaje de danza con más de 30 bailarines en escena que ponen en movimiento el clásico de Julio Cortázar, Rayuela.
ElClubExpress: El montaje de Los sueños de Rocamadour se basa en Rayuela, de Cortázar, una obra complicada de abordar para su lectura, ¿cómo ha sido su adaptación?
Flick Flock: Rayuela es una obra abierta, cada lector podrá decidir si Horacio se suicida o no, qué fue de la Maga, o solventar la infinidad de lagunas y contradicciones que guían los actos de sus personajes. Su estructura de-construye la novela tradicional como si de un mecano se tratara, facilitando al lector las piezas sueltas que le permitirían construir muchos relatos. En Rayuela podemos encontrar capítulos que parecen un cuento (género en el que Cortázar era un maestro), otros son verdaderos poemas en prosa, algunos por sus vibrantes diálogos se aproximan al teatro, y otros parecen propias del ensayo. Todo esto ya justifica de por sí la libertad con la que hemos abordado nuestra adaptación a la danza. Nosotros hemos sustituido la palabra por el gesto. Pero lo fundamental para nosotros fue la necesidad de liberarnos de la profunda tristeza que nos produjo la lectura del capítulo en el que se narra la muerte de Rocamadour. Amor y muerte hilvanados en una trama absurda y desgarradora.
Siempre se relaciona Rayuela con la novela metafísica, sesuda e intelectual, pero si pensamos un poco en su título, lo que podemos entrever es la importancia vital del juego y de la infancia. Un niño jugando vive en la inocencia y percibe el mundo como algo mágico, no explicado por la razón, sino intuido. Su experiencia de la vida se confunde con el sueño, de ahí que su forma de percibir el mundo se asemeje al realismo mágico. Y ésta es la otra clave para interpretar nuestra adaptación: el sueño. En las notas que fue elaborando Cortázar para Rayuela y que luego se publicaron como Cuaderno de Bitácora, se encuentra una anotación en la que se describe un sueño de la noche anterior, y que él señala como el origen de la novela. Si a esto le añadimos las alusiones a los surrealistas franceses que salpican la obra descubrimos que en cierta manera, son los “monstruos” del Sueño de la Razón los que habitan sus páginas.
“El artista es el atleta de la sensación, de la emoción y de la pasión, así como el matemático lo es de los números”Regresáis a Escena Mobile por la puerta grande con un estreno absoluto, ¿qué supone para vosotros vuestra vinculación con el Festival?
Escena Mobile es un esfuerzo titánico, creemos que sin parangón en Europa. Para nosotros el verdadero obstáculo no son los recortes, sino el hecho de que los directores de programación de los teatros no contemplen nuestro trabajo como artístico, digno de ser visto y sentido en los escenarios. Ellos constituyen una barrera que nos separa del calor del público. Para poder acceder a los escenarios se han tenido que constituir festivales específicos para compañías con personas con discapacidad, como Escena Mobile, y es gracias a iniciativas como éstas como el público en general nos ha descubierto. No debemos olvidar que el artista es el atleta de la sensación, de la emoción y de la pasión, así como el matemático lo es de los números. Es posible que el síndrome de Down dificulte el habla de Ramiro Ruiz (bailarín de Flick Flock Danza), pero él ha encontrado en la danza su verdadero lenguaje. Es posible que la ataxia mantenga a Daniel Herrero (también bailarín de la compañía) en una silla de ruedas pero él, al igual que Lindsay Kemp, se proyecta a través de la mirada y el movimiento pausado.
“Trabajar con personas con discapacidad es algo natural, porque somos diversos, peculiares, heterogéneos”¿Qué significa “Arte Integrado” para la compañía Flick Flock?, ¿cómo y por qué decidisteis dar el salto a los escenarios como compañía?Nunca nos propusimos llevar a cabo “danza integrada”. La Cía. Flick Flock Danza no surgió de un proyecto preconcebido, sino que fue fruto del devenir del trabajo de la Escuela Flick Flock Danza, en la que desde sus inicios en el año 1993 se forma a personas con o sin discapacidad desde los cuatro años de edad . Tras un periodo de formación de varios años empezaron a destacar algunos bailarines por su capacidades y talentos físicos, emocionales y artísticos, aspectos que eran muy apreciados por el público que los veía en las muestras anuales de danza de la escuela. Surgieron propuestas para que participáramos en festivales de danza en otras ciudades y se nos presentó la necesidad de constituirnos como compañía.
Trabajar con personas con discapacidad es algo natural, porque somos diversos, peculiares, heterogéneos. Y gracias a esto nos enriquecemos ampliando las formas de expresión, porque nos alejamos de cuerpos y sentires estereotipados, canonizados, estandarizados. Los contrastes son bellos, las distintas calidades expresivas en las marchas, los ritmos, movimientos considerados patológicos, como estereotipias, tics, sincinesias, paratonías resultan muy efectivos dentro de un lenguaje coreográfico depurado y en contraste con técnicas regladas.Si no excluimos ganamos pasión, talento, entrega, verdad y amor. Asumiendo riesgos lanzándonos a la aventura de buscar en cada bailarín su peculiaridad y ampliar constantemente un lenguaje en el que no sabemos donde está la frontera entre lo normal y lo patológico, algo muy consustancial al arte y el artista. No es necesario integrar, sino evitar la exclusión. Pretendemos habilitar un espacio común en el que el flujo de trabajo vaya en todas direcciones. Las adaptaciones no son específicas para los bailarines con discapacidad, son para todos los bailarines, tengan o no alguna discapacidad. Por ejemplo, un bailarín con formación de ballet clásico intenta corregir el pie plano, la escoliosis, o la escasa flexibilidad articular con ejercicios específicos, mientras que es posible que un bailarín con síndrome de Down deba trabajar cierta tonificación muscular que aumente su control sobre su gran flexibilidad articular. Igualmente, un bailarín con espasticidad debida a una parálisis cerebral trabajará su flexibilidad articular con la tonificación de la musculatura antagonista para aumentar la amplitud del movimiento, pero también una bailarina muy flexible debe aprender con técnicas específicas el movimiento compulsivo y espástico característico de una parálisis cerebral.Cumplís la mayoría de edad este año, ¿qué evaluación hacéis de vuestra evolución, metas alcanzadas, objetivos para el futuro?Quizás la meta más importante sea ir llegando poco a poco a más público, y que su mirada compasiva se vuelva apasionada. Esa es la magia del teatro: sobre el escenario sólo se ve al artista. Nuestra meta sigue siendo la misma que en nuestros comienzos: cambiar la mirada del espectador, hacer que el público nos vea, volvernos visibles. Como es lógico Sueños de Rocamadour es nuestro inmediato futuro.
- Cía. Flick Flock. Sueños de Rocamadour. 17/03/2013. 19h. Teatro Alameda
http://elclubexpress.com/blog/2013/03/17/flick-flock-trabajar-con-personas-con-discapacidad-es-algo-natural/
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