Una de nosotras lleva lidiando un tiempo con el famoso síndrome del nido vacío... Y eso que solo se ha quedado vacío al cincuenta por ciento, puesto que uno de sus hijos continua en casa; pero la ausencia de la otra de ellos, con visos de independencia definitiva, ha causado estragos en este corazoncito de madre. Al margen de lo obvio sobre la ley de vida y demás, el factor sorpresa es el que más perplejidad está causando... ¿Cuándo se han hecho tan mayores?, ¿Cómo no vimos venir con más claridad este momento? Lo sentimos como la arena que se escapa entre los dedos... Nuestras conversaciones de amigas ocupan mucho tiempo ahora sobre este tema; menos mal que estamos ahí las unas con las otras para consolarnos, y también aconsejarnos... Parece que ha llegado el momento de recuperar... El papel de madre, al que nos hemos entregado en cuerpo y alma, da paso de nuevo a las mujeres que siempre hemos sido, aunque relegadas por esos vástagos que, cuesta admitir, ya no nos necesitan tanto... Y también de reparar, desde el más profundo amor, esos sentimientos que ahora se encuentran un poquito confusos por la nueva situación... Nos recuperaremos, nos repararemos... Dia a día, paso a paso, flor a flor...
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¿Estáis en un momento parecido?, ¿Qué tal lo lleváis? Contadnos...