Buenos días. O buenas tardes... O buenas noches...no sabemos muy bien cómo puede veniros mejor, la verdad. Queremos que la relación social con vosotros sea lo mejor posible, que todo sea adecuado en este paseo que hacemos todos juntos por el teatro de la vida y que vivimos con diferentes máscaras emocionales. Y la de hoy se deja aconsejar por otros para tratar de asegurarse que la relación social va a ser la correcta. Nosotros lo llamamos Ceratostigma, Cerato para los
amigos.
Y es un individuo que tiene ideas propias, incluso a veces hasta lo demuestra y todo, pero al final tiene una magnífica capacidad para adaptarse a las opiniones, certidumbres, actitudes o ideas del otro...y equivocarse. Aunque no siempre se manifiesta de la misma forma. Quizás lo mejor sería recuperar un cuento infantil basado en una fábula de Esopo que venía a decir que un padre, ateo por más señas, salió de visita a casa de su hija mayor, felizmente casada con un alfarero.
- Y bueno, hija ¿qué tal os va?
- ¡Ay, padre! Tenemos problemas. Las cosas entre nosotros no van bien porque el dinero escasea y mal nos vemos para comprar comida. Ahora mi marido está haciendo tinajas para vender en la próxima feria y tenemos que rogar a Dios para que haga sol y se sequen.
- Pues no te preocupes, hija, que yo oiré unas misas por esa razón, para que recuperéis la armonía y la paz conyugal.
Y así el buen hombre se despide de su hija tratando de conjugar su ateísmo con la promesa de rezar y oír misas para que el tiempo sea caluroso. Y de duda a duda llega a casa de su hija pequeña, también felizmente casada, en este caso con un agricultor.
- Y bueno, hija ¿qué tal os va?
- ¡Ay, padre!. Los arrendamientos de las tierras nos suponen mucho gasto y preocupación y las cosas entre nosotros no van bien porque el dinero escasea y mal nos vemos para cubrir las necesidades. Ahora mi marido está en el huerto plantando lechugas para para vender en la próxima feria y tenemos que rogar a Dios para que llueva mucho para que crezcan rápido y jugosas.
-Pues no te preocupes, hija, que yo oiré unas misas por esa razón, para que recuperéis la armonía y la paz conyugal.
Y así sale por la puerta ese hombre dirigiéndose a la iglesia, sorprendido de haber hecho él, un ateo convencido, no una sino dos promesas de rezos y misas cuando de pronto se queda quieto. Parado en mitad del camino. A una le ha prometido en el calor del momento rezar para que haga calor y se sequen las
tinajas. A la otra, también al calor del momento, rezar para que llueva y crezcan las lechugas. ¿Cómo se conjuga eso?
Lo acabamos a nuestra manera: le damos a tomar Ceratostigma, la flor de Bach de quien trata de complacer a todo el mundo, especialmente al calor del momento como es el caso. La historia en principio no tiene solución pero si le devolvemos al hombre su autonomía debe solucionar el entuerto no tanto por lo difícil de la empresa sino por seguir su propia senda.
Así que vuelve sobre sus pasos y trata de nuevo con su hija pequeña:
-Igual en lugar de que yo rece- que no sería muy convincente, la verdad- sea mejor que os ayude a acarrear agua para tenerla preparada para regar las lechugas por si es necesario. Y de paso podrías cambiarle a tu hermana unos repollos por tinajas que se puedan utilizar para almacenar más cantidad de agua. Y continúa su paseo a casa de su hija mayor y repite su discurso adaptándolo a la situación. De esa forma identifica de nuevo sus propias ideas, ayuda a sus hijas que es lo que quiere hacer pero imprime suficiente carácter a sus opiniones para que su decisión sea realmente la que está dispuesto a dar.
Si crees que estás en esta situación, dejándote llevar por los demás al calor del momento, cerato es tu elixir floral para que con cuatro gotas varias veces al día consigas tener y mantener tus propias decisiones.
Author: Sonia Lozano y Joxean Lopez
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