Flor del desierto (Sherry Horman, 2.009)
Calificación:
Crítica: 6,055 Público: 6,520 España: 5,973 Rugoleor: 5,866
Ficha:
Título Original: Desert Flower
Directora: Sherry Horman
Guionista: Sherry Horman
Intérpretes: Liya Kebede, Sally Hawkins, Timothy Spall, Craig Parkinson, Anthony Mackie, Juliet Stevenson, Meera Syal, Soraya Omar-Scego
Productor: Peter Herrmann
Fotografía: Ken Kelsch
Música: Martin Todsharow
Montaje: Clara Fabry
Nacionalidad: Reino Unido, Alemania, Austria
Año: 2.009
Duración: 127 minutos
Edad: 12 años
Género: Biográfica, Drama
Distribuidora: Golem Distribución, S. L.
Estreno: 12-03-2.010
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España
Espectadores: 36.338
Recaudación: 206.190,85 €
Calificación única: 6,380 (91.563 valoraciones)
Puesto / Total: 38 / 83
Sinopsis:
Como en un cuento de hadas, Waris Dirie, nacida en Somalia en una familia de pastores nómadas, se convirtió en una de las modelos más solicitadas de la época. Recorrió un camino fascinante hasta pisar las pasarelas más famosas y ser portada de las mejores revistas de moda. A los 13 años huyó de una boda de conveniencia y anduvo días por el desierto antes de llegar a Mogadiscio, capital de Somalia. Allí, sus parientes la mandaron a trabajar como criada a la Embajada de su país en Londres, donde pasó la adolescencia sin saber leer ni escribir. Antes de volver a un país destrozado por la guerra, prefirió permanecer ilegalmente en Londres donde conoció a Marilyn y se hicieron amigas íntimas. Mientras trabajaba en un restaurante de comida rápida, fue descubierta por el famoso fotógrafo Terry Donaldson.
Comentario:
La norteamericana Sherry Horman presentó en el Festival de Venecia su impactante adaptación de la autobiografía de la modelo de origen somalí Waris Dirie, hoy convertida en portavoz de Naciones Unidas en contra de la mutilación genital femenina. Planteada como un oscuro cuento de hadas, la película recoge los episodios más dramáticos de la vida de Dirie: su huida a los trece años de una boda de conveniencia, su vida como inmigrante en las calles de Londres y, finalmente, su espectacular ascenso en el mundo de la moda.
Crítica:
16-03-2.010 – JOSU EGUREN
Cenicienta castrada
Están entre nosotros. Cada día, cada mes, cada año, decenas, cientos, miles de mujeres sufren la amputación de sus genitales. El tema de la ablación no es nuevo, el cine lo ha tratado varias veces en diferentes formatos, pero presumimos que el eco de la denuncia será mayor si la protagonista es una supermodelo nacida en Somalia. Cabe preguntarse por qué Sherry Horman ha elegido el caso real de Waris Dirie, o qué valores aporta la ficción cinematográfica a la crudeza del testimonio documental.
Zapeando en Youtube encontramos ejemplos estremecedores, especialmente si quien habla es una mujer que asume con orgullo las consecuencias del salvajismo tribal. Ése es el tema que debería haber atacado Sherry Horman, en lugar de pulir las aristas de este cuento de hadas moderno. Sospecho que menos público pagaría una entrada; estamos dispuestos a digerir ciertas dosis de realidad, edulcorada, siempre que no superen el umbral de horror al que nos hemos acostumbrado y en eso se aplica la directora, minimizando con un humor infantil, un mecanismo de autodefensa, todo lo que sobre el papel se leería como un calvario. ‘Flashbacks’ interminables se cuelan en el presente de una inmigrante ilegal que asciende al estrellato a trompicones dramáticos para convertirse en una ‘modelo por sorpresa’.
La tibieza con la que se trata la inmigración y el trazo con el que retrata a unos personajes con nombre propio que en pantalla devienen en caracteres de brocha gorda alejan a la cinta de su propósito: concienciar a los espectadores. Todo queda reducido a un caso atípico que no refleja la universalidad del drama. La Cenicienta de Horman sobrevive gracias a un optimismo a prueba de bombas, bañándose en una fotografía colorista que sólo se enturbia en momentos puntuales. La directora nos protege durante casi dos horas del momento más crudo del drama, haciendo la goma, y cuando tiene que exponerlo abruptamente en su parlamento final comienzan a notarse los efectos de la anestesia.