Aparte de los numerosos árboles frutales cultivados en la comarca de Anaga, también existen árboles introducidos que forman ya parte del paisaje actual del macizo.
No es extraño encontrarnos dentro de los montes con algún ejemplar de eucalipto o pino de Monterrey, ambos introducidos para su aprovechamiento maderero, o con algún enorme ciprés de Monterrey plantado para embellecer los alrededores de las viviendas.
De las dos especies de eucalipto introducidas en Canarias, es el eucalipto blanco (Eucalyptus globulus) el más común en Anaga. Llega a alcanzar los 75 metros de altura. Tiene un tronco de color claro, con corteza caediza. Las hojas juveniles son ovadas, mientras que las adultas son lanceoladas, de color algo glauco. Flores blancas en umbelas.
Crece tanto en las zonas bajas como en los montes (donde es más común), generalmente en pequeños grupos o solos.
Originario de Australia, fue introducido durante el siglo XX debido a su interés silvícola. Uno de los principales problemas de esta especie es que altera las condiciones del suelo con la descomposición de sus hojas, ya que contienen sustancias que imposibilitan el crecimiento de otras especies.
El pino insigne (Pinus radiata), de origen norteamericano, fue plantado profusamente en repoblaciones y para su uso maderero en las Islas. Destaca el extenso pinar que cubre el monte de La Orilla, término de Tegueste (aunque recientemente se ha ido erradicando para repoblar con especies de Monteverde).
Se trata de una conífera de hasta 30 metros de altura, de crecimiento rápido. Posee una copa aplanada o abovedada en su madurez, con ramas inferiores extendidas. Las acículas, de 15 cm, están agrupadas en grupos de tres.
Pinar de Pinus radiata, Cuadras de Don Benito
Otra conífera foránea es el ciprés de California (Cupressusmacrocarpa), introducida como ornamental desde muy temprano. Suele crecer en zonas de monte, cerca de viviendas.
Árbol de hasta 30 m de alto, de copa ancha y abovedada. Hojas escamiformes, de color verde oscuro, bastante gruesas y de ápice obtuso no punzante, con olor a limón. Corteza muy agrietada, de color rojizo.
Ejemplares de Cupressus macrocarpa en el monte, Aguas de San Andrés
En cuanto a su control o erradicación, destacan las actuaciones en las inmediaciones de La Laguna (altos de Valle Vega), donde se talan los eucaliptos; y en los montes de La Orilla, donde los pinos insignes dejan paso a especies nativas, como se ha dicho.