Florentino Pérez y Telemadrid, distintas varas para medir el derecho al honor.

Juro por todo lo que ustedes quieran que no estoy escribiendo de fútbol sino de política, que, otro día, les diré las diferencias abismales que yo veo entre un club como el Atlétic de Bilbao que decidió, con excelente criterio, a fin de preservar su denominación de origen, no utilizar nunca sino jugadores nacidos dentro de los límites de Euskalerría y otro, el Real Madrid, que compra a peso de diamantes a sus jugadores, hayan nacido donde sea, para que defiendan los colores de una camiseta que no sienten, que no pueden sentir porque algunos de ellos, como Breitner, eran de extrema izquierda y sabían muy bien que jugaban en el club paradigmático de la más extrema de las derechas. Y esto hacen como que no lo saben gente tan experta en esto de la política como Saco, La Repu, antoñito y Malditos Bastardos, todos ellos contertulios del chat de Saco y madridistas donde los haya.
Pero yo de lo que quiero escribir hoy es de política, de la judicial, por más señas, de la única que sé un poco porque he vivido en ese mundo, todos los días, durante casi 40 años.El mundo de la justicia es un mundo, por lo menos, excéntrico. Tolera impunemente, sin que el Fiscal General del Estado actúe de oficio, que una institución del Estado, la comunidad autónoma de Madrid, permita que en una de sus dependencias, Telemadrid, se publiquen unas fotos de la 2ª y 3ª magistraturas de España, ganadas limpiamente en una elecciones generales, aparezcan en pantalla con el sello de Eta sobreimpreso en sus fotografías.Por supuesto que dicha conducta tiene señalada en nuestro Código penal la sanción correspondiente y que una de las funciones de nuestra Fiscalía General es perseguir de oficio los delitos que dentro de nuestras fronteras se produzcan y coherentemente nuestra judicatura tiene asimismo la función indeclinable de sancionarlos, e incluso, según dice nuestra Ley de Enjuiciamiento penal, perseguirlos también espontáneamente cuando un juez de instrucción tenga noticia de la comisión de un delito dentro del partido de su jurisdicción.Total, ni caso, el director de Telemadrid, todavía está riéndose del cabreo que tomaron el Presidente y el Vicepresidente de nuestro gobierno que accedieron a dichas magistraturas mediante elecciones generales, directas, personales y secretas y, por lo tanto, libres,  y que, por consiguiente, son los presidente y vicepresidentes de todos los españoles y merecen el máximo respeto de todos ellos, si fuera cierto que vivimos en un país deemocrático. Y esta conducta contrasta poderosamente con lo que sucede con un señor llamado Florentino Pérez, que no es “más” que el presidente de un club de fútbol denominado Real Madrid, un club de fútbol, o sea de un deporte que se juega con los pies y la cabeza visible del más poderoso de los trusts de empresas de nuestro país, que domina con mano de hierro toda la prensa española a través de los anuncios publicitarios de dicha corporación. Según leíamos ayer, en El Confidencial, sección Vanitatis, enlaces consignados más abajo, el tal señor Flotentino Pérez arremete contra un periodista que le achaca actuaciones mucho menos graves que las que Telemadrid imputa a las 2 más altas magistraturas elegidas democráticamente por los españoles y obtiene de los tribunales la tutela de su derecho al honor, con sanciones económicas ciertamente importantes para el periodista, al fin y al cabo, otro señor particular.¿Qué es lo que está pasando aquí, en este puñetero país de todos nuestros pecados, sin que se levanten como una sola fiera todos los españoles sensatos y decentes? ¿Cómo y por qué toleramos cobardemente que se nos ofenda igualando a nuestros máximos representantes legítimos con los etarras al propio tiempo que se protege al límite a un señor que “sólo” es el presidente del Real Madrid? ¿Es que el Fiscal General del Estado  y todos los jueces de instrucción de Madrid son por malaventura madridistas?Llevo mucho tiempo, quizá demasiado, diciendo, por aquí, que la judicatura española es de ultraderecha porque no puede ser de otra manera, porque está extraída del venero de la extrema derecha social, porque sólo los vástagos de esta clase gozan de la seguridad económica necesaria para invertir 5 años de la carrera de Derecho y 3, por lo menos, de preparación de las oposiciones, comiendo, durmiendo, vistiendo, viviendo, en fin, a la sopa boba de las inmensas fortunas de sus progenitores. Si a esto unimos el carácter fuertemente endogámico de la misma ya que los tribunales de dichas oposiciones están constituidos por jueces de carrera que aprueban a sus propios hijos, tenemos el estamento político más conservador que pueda imaginarse.Entonces, como el Fiscal General del Estado resulta que es un juez y los miembros de los distintos tribunales españoles son, por definición, también jueces, tenemos que los encargados de perseguir de oficio a los delincuentes que injurian y calumnian a nuestra máximas autoridades políticas, son muy comprensivos con los calumniadores de derechas y muy duros con los de izquierdas porque eso lo llevan, como dicen por mi tierra, en la masa de la sangre.Por eso tenía tanta razón ese hombre de la calle que, el otro día, trajimos aquí y que decía poco más o menos, contemplando cómo nadie en este país se atrevía a meterse con el presidente del Real Madrid: “pero cuánto poder tiene este Florentino Pérez”.Y, como quizá ya hemos dicho demasiado, cortamos por aquí.
http://www.vanitatis.com/television/2011/florentino-perez-demanda-jose-maria-garcia-20110415-13805.html
http://www.vanitatis.com/carta-ajuste/2011/jose-maria-garcia-ridiculiza-eduardo-inda-20110413-594.html