Tras la muerte del su marido, Corinne se ve obligada a volver a casa de sus padres y llevarse con ella a sus cuatro hijos. Una oscura historia se esconde en el pasado de Corinne, la cual huyó de joven de esa casa quedando desheredada por su padre. Para volverse a ganar la confianza de su progenitor, la abuela de sus hijos los esconderá en un ático para que el abuelo no conozca jamás la existencia de unos hijos, fruto de un matrimonio que no deseaban para su hija. Los niños descubrirán la maldad que se esconde tras su abuela, y los motivos por los que su madre abandonó ese infierno.
Flores en el ático es una película que adapta la novela homónima de V.C. Andrews, primera entrega de una saga literaria que responde al nombre de Dollanganger, novela que lanzó al éxito a su autora. Esta adaptación es un buen ejemplo de como coger una historia con muchas posibilidades y no saber muy bien que hacer con ella.
Desconozco por completo como será la obra original, pero lo que si es evidente es la brutalidad argumental que presenta. El maltrato hacía unos infantes es siempre un tema escabroso, y tal como se plasma en Flores en el ático eriza la piel a cualquiera. Es por eso que decepciona al final que la película no haya conseguido un resultado más apropiado para esta historia, dónde sin lugar a duda el mayor problema reside en la dirección. No quiero ni imaginar que hubiesen hecho con esta historia Tim Burton o Wes Craven -este último debía ser el director original, pero lo rechazaron y este se vengó dirigiendo una película similar titulada El sótano del miedo ( The People Under the Stairs; 1991)-, directores que de haber realizado el trabajo nos hubiesen dejado más que satisfechos. Pero finalmente el filme fue encargado a Jeffrey Bloom, que aunque demostró buena mano con la cámara, no pudo aprovechar el potencial de lo que tenía entre manos.
La agonía de los personajes se ve totalmente disuelta al no profundizar demasiado en sus perfiles, y si sumamos a ello unas interpretaciones poco trabajadas, en la que solo se salva el buen hacer de la impactante Louise Fletcher, el resultado deja bastante que desear. No ayuda tampoco algún irrisorio detalle de atrezzo, como la peluca que usa una de las protagonistas tras un (potencialmente impactante) accidente. Ni tampoco ese final poco trabajado que termina por convertir el clímax en un chiste instantáneo, que no se arregla ni con una buena planificación (que tampoco tiene).
Pero dado lo que tenemos entre manos tiene un potencial escondido bastante impactante, debo recomendar el filme, una historia así no la encontramos todos los días, y solo por ella merece la pena descubrirla (yo estoy pensando en pegarle un ojo a las novelas). Además tiene algunos elementos como la fotografía, el diseño artístico o la banda sonora, que ayudan a salvar el resultado final de esta película que finalmente cayó en desgracia, pero que nos dejó finalmente, algo decepcionados.
Por lo pronto este año se ha podido ver un remake en forma de película para televisión, que además seguirá adaptando las otras cuatro novelas de la saga Dollanganger, y aunque ciertamente un remake es lo mejor que le puede pasar a esta historia, parece ser que el resultado de la tvmovie es todavía más decepcionante.
TÍTULO ORIGINAL Flowers in the Attic AÑO 1987 DURACIÓN 93 min. PAÍS Estados Unidos IDIOMA Inglés DIRECCIÓN Jeffrey Bloom GUIÓN Jeffrey Bloom (Novela: V.C. Andrews) MÚSICA Christopher Young FOTOGRAFÍA Gil Hubbs REPARTO Louise Fletcher, Victoria Tennant, Kristy Swanson, Jeb Stuart Adams, Ben Ryan Ganger, Lindsay Parker, Marshall Colt, Nathan Davis, Brooke Fries, Alex Koba, Leonard Mann, Bruce Neckels, Gus Peters, Clare Peck PRODUCTORA Fries Entertainment Films
GÉNERO Intriga. Drama. Terror
TEMÁTICA Drama psicológico. Familia. Infancia
Bajo la perversa influencia de su abuela, cuatro muchachos malviven aislados en una de las habitaciones de una decrépita mansión. Todo comenzó cuando, tras la muerte de su marido, las dificultades económicas obligan a Corinne y a sus hijos a trasladarse a vivir al antiguo caserón gótico de sus padres. La relación familiar es tensa y tormentosa. En su juventud, Corinne se había enamorado de un hombre que no contaba con el beneplácito de sus acaudalados padres. A pesar de ello, no dudó en huir y casarse con él, siendo automáticamente desheredada. Tras sufrir numerosas humillaciones por parte de sus padres, llega a un acuerdo con ellos: los niños vivirán escondidos en una habitación de la casa porque no quieren saber nada de ellos. La madre los visita diariamente pero los chicos no sólo se sienten condenados a la soledad, sino a algo mucho más terrible: la lenta agonía a la que los somete su abuela.
+ "Es una de las historias más escalofriantes del cine.[...]un filme rodado con crudeza y buena voluntad, a pesar de sus carencias. Hay que acogerse al pilar que sostiene toda la película: un cuento enfermizo en cuyo fondo se arrastran toda suerte de bajezas: odio, sexo reprimido, crueldad sádica, infanticidio y... más de un fetiche sexual apenas alumbrado por una soslayada lumbre." Nota: ***/5 (Francesc Canals: Muchocine)
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NOTA MEDIA: 5,7