A mediados de los años ochenta las computadoras personales comenzaban a aparecer en los hogares de los niños del primer mundo. Muy distintas eran a las que hoy en día conocemos: si piensan, pequeños energúmenos, que todo se reduce a PC o Mac, están muy equivocados. Por aquel entonces, en la que todo estaba naciendo, las arquitecturas y plataformas eran de las más diversas y la IBM-PC o Mac eran tan solo dos plataformas de las tantas que pulularon hasta mediados de los 90′, donde Microsoft las sepultó a todas en el más terrible olvido.
Pero nosotros, los ludopharmacos del mundo, estamos siempre a la vanguardia de todo, y como arqueólogos digitales nos dedicamos a mantener viva la llama de esas plataformas que hoy en día ni siquiera se animan a emular: ya hemos hablado de la mítica Commodore, de la inglesa ZX-Spectrum, la genial Atari ST y la poco conocida Sharp x68000. Esta última, a diferencia de las anteriores, fue comercializada solamente dentro del Japón, al igual que la FM Towns, la que maquinola que hoy nos convoca.
Como dijimos, a inicios de los 80′ salieron cientos de computadores personales basados en arquitecturas de procesadores de 8 bits. La Spectrum, la Commodore y algunas Atari’s fueron parte de esa camada gloriosa de maquinolas iniciaticas. Fujitsu, reconocida empresa de electrónica, que muchos de ustedes recordaran por videograbadoras y cosas así, no se quedó al margen de esa nueva ola de productos y decidió apostar al mundo de lo’jueguito. En el año 77′ la empresa presentó una consola, hoy perdida, llamada LKIT-8 (Learning Kit 8). De ese extraño engendro solo encontramos una imagen de un sitio nipon:
No sabemos qué sería esa extraña plaqueta con kanjis y displays LED rojos. Lo importante es que en el 81′ aparecía la FM-8, la primer microcomputer de la empresa y la que iniciaría la rama FM (Fujitsu Microcomputer). Suponemos que ustedes saben leer y que estarán preguntándose, un poco enojados, ‘y cuándo carajo habla de la FM Towns’. Lo cierto es que al ser el único sitio en tratar estas cuestiones es necesario hacer una indagación previa… además no hay mucho que decir si solo nos enfocamos en esa versión especifica y es sabido que luego de parate socioemocional que tuvo este blog, es menester disparar unas cuantas superfluas y anecdóticas palabras más.La FM 8 se asemeja mucho a la ZX-Spectrum y las Commodore de aquel entonces, teclados con computadoras y cientos de periféricos, con un procesador que corría a 1Mhz y 64 KBs de RAM. Tuvo dos versiones más, la FM-11, pensada para el mercado más laboral-oficinista y la FM-7 para el resto de la masa anestesiada.
Cabe destacar que la FM-11 tenía, en el año 82′, un procesador Intel 8008 a 8MHz y 128 KB de RAM, expandibles al increíble número de 1 MB de RAM. Los japoneses siempre estuvieron años luz de nosotros los simples mortales. La FM-7 era más pequeña y del estilo de las Commodore: Esta máquina contaba con un catalogo de juegos que, por supuesto, en algún momento intentaremos rescatar. Existe algún emulador ya que pueden encontrar algunos videos de chinos jugando al Mazinger:Ahora bien, los años siguieron aconteciendose, en algún momento a mediados-fines de los ochenta apareció la NEC, otra maquinola ponja de la que algún día diremos algo hasta que en el año 89′, luego de varias FM’s, Fujitsu lanza, por fin, la:
FM TOWNS
A simple vista se puede apreciar que estamos ante una computadora de la san puta, teniendo en cuenta el año en que salía. Si hacemos un poco de memoria en nuestras podridas mentes, recordaremos que en el año 89′ apenas existían las PC’s de escritorio de esa envergadura acá por estas tierras hiperinflacionarias. Ni hablar si pensamos en formatos de CD’s, cosas imposibles que lograron llegar a las PC’s a mediados de los noventa. Las computadoras más avanzadas que podíamos conseguir apenas venían con una disquetera de 3 1/2, reproducían unos pocos colores y un sonido estrambotico que salía de los PC-Speaker.La FM-Towns tuvo muchos modelos. Le pusieron ese nombre a modo de homenaje a un premio nobel: Juan Carlos Townes; decidieron quitarle la E para que quede mejor.
Tuvo múltiples versiones, siendo que la primera de ellas poseía un increíble procesador 386DX a 16 MHz habiendo modelos que venían con 1 o 2 MB de RAM, expandibles a la astronómica cifra de 64 MB. Todas venían, por default con dos disketeras y una lectora de CD.
Al ser una computadora, resulta esencial poseer un disco rígido para levantar el SO, juegos y todo eso. No obstante, esto no era así. Años luz adelantados a todos, Fujitsu decidió que el HD fuese un complemento, así de paso lo vendían por separado y juntaban unos mangos más, por lo que decidieron que todo se bootee desde la lectora, siendo pioneros en lo que hoy llamaríamos Live-CD. En este video pueden ver como un loquito nos muestra uno de los modelos de la FM-Towns y el booteo del sistema operativo:
Al no tener discos rígidos por default, para guardar datos los juegos utilizaban disquetes, así que se podía obviar aun más el uso de HDD. El SO, por otro lado, parecía ser una especie de Windows 3.1 aunque del futuro, pues todavía Microsoft no lo había lanzado. También cabe destacar que era un equipo de 32 bits, cuando recién se estaba masificando esa arquitectura.
Esta increíble maquinola contaba con un gran catalogo de juegos, muchos de ellos portados de máquinas de arcade o de otras consolas del mercado. Las conversiones que probe son excelentes: la FM-Towns despliega una paleta de colores totalmente distinta a todas las consolas y el chip de sonido -un Yamaha y Ricoh, usado en las arcades de Sega de System 16 y System 32- está a años luz de las absurdas monotonías de las consolas de 8 y 16 bits. Estamos seguro que en el 89′ el futuro sonaba sin lugar a dudas como sonaban esas máquinas.
Ahora bien, usted se preguntara, luego de leer todas estas nimiedades, si vamos a hablar de la emulación de dicha maquinola, porque solamente para eso están estos posteos. Bien, la emulación de la FM Towns no es tan sencilla pero tampoco es imposible.
Lo primero que deben hacer es bajarse una herramienta para montar las imágenes de los CDs. En todos los tutoriales que leí, dicen que es indistinta el software, pero a mi solo me funcionó con el Daemons Tools. Luego bajen alguna imagen de juegos. En algún momento, cuando a Eugenio lo liberen de su estadía en Viaje de ida, subiremos todos los juegos de esta máquina, por lo pronto pueden probar bajarse el Splatterhouse desde DopeRoms. Luego deben montar la imagen con el Daemons Tools y recordar qué unidad virtual fue asignada. Ahora si, bajen el emulador: nosotros les proporcionamos esta versión, que es la final y que ya tiene las BIOS y demás socotrocos incorporados
Una vez que descargaron eso y lo descomprimieron, hagan doble click en el archivo UNZ.EXE.
Esta es la pantalla principal. Una serie de chirimbolos imposibles de leer irán cambiando constantemente. Nada sucederá hasta que vayamos a Settings / Properties y seleccionemos la lectora que vamos a usar:
En las demás solapas podrán configurar teclados o josticks. Por default, al mover la ruedita del mouse, capturamos o liberamos el puntero en el emulador. Como dijimos antes, la FM-Towns tuvo muchas versiones, y es probable que algunos juegos requieran que marquemos la versión especifica de esa maquina. Eso lo podemos ver en la solapa general:
En la solapa de Machine ID podemos seleccionar las versiones de la FM Towns. Luego hablaremos un poco más de una de las que figura allí, la FM Towns Marty. Una vez que hayamos configurado estos parámetros, debemos cerrar el emulador, montar la imagen y:
El relojito que aparece en la esquina inferior derecha nos indica que efectivamente todo marcha bien y el juego comenzara a cargarse. En este caso se trata del clásico Splatterhouse:
Acá pueden presenciar como cerceno limpiamente la cabeza de uno de esos zombis pegajosos.
Otro juego que intentamos probar fue este extraño engendro. Nos llamó la atención el nombre pues parecía prometer una gran aventura de rol pero, sin embargo:
Cabe destacar que no logramos pasar de esa pantalla pues las barreras lingüísticas fueron, en este caso, insondables. También probamos el Prince of Persia y los colores que mostraba nos provocaron una parálisis de los pensamientos, pues recordamos tristemente cómo jugamos a ese juego en nuestras pedorras computadoras o consolas:
Todo eso en cuanto a la emulación de la clásica FM Towns. Ahora bien, como les dije, esta maquinola tuvo varias versiones, siendo dos de ellas necesarias de mencionar.La primera es la FM Towns Marty, ya no una computadora sino una videoconsola, que salió al mercado en el febrero del 93′, transformándose en la primer consola de 32 bits y la primera en incluir un formato de CD. Todos estos records de ser ‘la primera en’ siempre hay que tomarlos con pinzas porque luego aparece otro ludoopharmaco a contarnos lo contrario y quedamos como unos tarambanas. Es así, siempre surgen nuevos descubrimientos o datos históricos. La máquina tenia compatibilidad con la mayoría de los juegos de la FM-Towns y salió en su momento unos imposibles 670 dolares.
La consola no se vendió bien, ni tampoco la FM-Towns, pues la NEC, el principal competidor, les copaba el 70% del mercado. Sin embargo, los de Fujitsu seguían insistiendo. Una cosa extraña que largaron posteriormente fue la:
FM TOWNS CAR MARTY
De este engendro extraño hay poca información en la internet: solo unas pocas fotos que prueban su existencia y unos dos o tres videos en youtube.
Aparentemente se trataba de un socotroco inmenso, similar a una casettera de autos pero del doble de tamaño. Tenía una disketera y lectora de CD, y puertos para enchufar josticks y un monitor. En este video nos muestran bien esta increíble locura del oriente:
Allí se puede ver en detalle cada una de las partes de la máquina. No entiendo como los japoneses, que son todos unos enanos, pretendían que tremendo aparato entrase en los autos miniatura que fabrican. Lo que se puede ver en ese video es que además de lectora de CD y disketeras, la Cars Marty tenía un extraño sistema de tarjetas. Esa ranura se usaba para el… GPS, si mal no comprendo.
Imposible era de imaginar para nosotros un GPS en el año 95′: lo más cercano a eso era el Ion Canon del Command and Conquer. Ese slot libre se usaba, entonces, para montar el sistema de GPS… otro sistema totalmente aparte como se puede ver en el video. Había que enchufarle una antena encima del auto, encastrar el sistema en si y, por supuesto, el display para ver como nos movemos por las calles de Tokyo. Aparentemente tenía mapas de todo Japón.
Otro usuario de la internet logró, buceando entre los archivos del sistema operativo de la máquina, un video animado donde explican y muestran el funcionamiento del GPS:
Este extraño aparejo podía usarse en casa, si se hacia la adecuada conexión al monitor determinado. Todo esto era un quilombo de cables y un gasto de guita que ni se imaginan, por lo que tanto la Marty como la Cars Marty fueron un fracaso rotundo. No significa que sus juegos fueran bazofia, porque como todos sabemos, el mercado de videojuegos poco sabe de buenos juegos sino de buenos y malos negocios.
Esto es todo lo que tenemos para decir del paso de Fujitsu por el paso de las consolas y computadoras. En el 97′ discontinuaron todas las máquinas pues Microsoft y Sony ya habían copado absolutamente todo el mundo.
Sin embargo, no quiero finalizar esto sin una mínima reflexión. Existen en el mundo de los videojuegos incontables consolas desconocidas para nosotros, que jamás salieron de los países en que fueron producidas; consolas originales como la NEC o la FM Towns, o versiones clones de otras consolas; o engendros totalmente ocultos en las canaletas del olvido… como siempre somos nosotros y quizás unos cuantos más, porque no somos tan egolatras para creer que somos los únicos que hacemos esto, -las visitas del sitio, que las tenemos, dan cuenta de que realmente hay gente interesada en esto- los que nos dedicamos a salvaguardar el conocimiento videojueguil y preservar estos hermosos píxeles que tanto amamos.
De todas formas nuestro trabajo es totalmente sin sentido pues en unos cinco años -sino antes- este sitio desaparecerá como casi cualquier blog del mundo y todo se volverá a perder; más sin embargo, nuevamente estaremos allí, poniéndole el pecho al olvido, batallando con emuladores que dejaran de existir y ROMs inconseguibles.
Hasta luego,
Esteban