Ya estoy aquí, ya he vuelto tras la pausa navideña.
En agosto y en Navidades siempre hago vacaciones blogueras. Nada nuevo si me sigues desde hace tiempo. Pero en estas últimas semanas he hecho detox digital porque estaba ya muy infoxicada, con alto riesgo de tecnofobia.
Infoxicación
Infoxicación es la sobrecarga por exceso de información de internet, redes sociales y correo electrónico.
Blogs, Twitter, Facebook …
Cuando estás activo en internet, lees muchos contenidos para documentarte para tus artículos o los blogs de otros compañeros blogueros que sigues. Ya que estás, echas un vistazo a los muros y timelines de los amigos en las redes sociales para ver qué se está cociendo.
En mi caso había llegado un momento en el que lo único que veía era:
« 5 consejos para triunfar con tu marca personal, para vender, incrementar tráfico a la web, mejorar el SEO, bla, bla, bla »
« Los 10 mejores consejos – blogs – profesionales – pluggings – apps – destinos turísticos – recetas cocina – maquillajes – etc.»
« Recopilación, listado de …»
« Resumen del año, resumen 2017, estadísticas del año, …»
« ¿Cómo hacer …? ¿Cómo triunfar en …?»
« Tendencias 2018 …»
« Super oferta, descuento, rebaja … corre, corre, que se acaba en 5 minutos »
« Gana dinero con tu blog y en 2 meses serás tan rico como Jeff Bezos»
« Descárgate mi eBook gratis »
Por no hablar de las frases motivacionales, fotos mañaneras de tazas de café y unos cuantos selfies.
Todas las publicaciones me parecen igual y poco a poco empeza a aburrirme.
Whatsapp, email y mensajes directos
Nunca me gustaron los chats ni el Whatsapp. De hecho, los odio porque me estresan y mucho más en fechas como Navidad.
Todos enviando como locos mensajes, memes, vídeos y algún bulo que otro.
Hace mucho tiempo que desactivé las notificaciones en Whatsapp. Cuando de repente, algún amigo se pone pesadito a enviar tropecientos mensajes en horas de trabajo o a las tantas de la noche, le silencio directamente.
Eso sí, cuando se me ocurre mirar el Whatsapp, tengo 200 mensajes pendientes de leer. Y ahí se quedan, no los leo la mayoría de las veces
Lo sé, piensas que soy una antigua. Pues sí, donde esté una llamada de teléfono que se quiten las notas de audio y los 27 mensajes seguidos de una palabra/frase.
gente conectada a las redes sociales con el smartphone
" data-orig-size="650,500" sizes="(max-width: 650px) 100vw, 650px" aperture="aperture" />Imagen gente interactuando en redes con dispositivos electrónicos vía ShutterstockYa que me estoy confesando, te diré que en el móvil tengo activado la opción de “no molestar” desde las 23:00 hasta las 07:00. En esa franja horaria no me saltan notificaciones de nada y solo puedo recibir llamadas de mi círculo más cercano.
Algo parecido ocurre con el messenger de Facebook. ¿Sabes qué? No lo tengo instalado en el móvil. Halaaaa, pecado mortal. Hay dos motivos:
- me estresa tanto como el whatsapp
- me chupa la batería del móvil
En cuanto a los emails, están los del trabajo, mi correo privado y los del blog.
Hay días que recibes muchos emails y/o mensajes directos/privados. Cuando te pones al día con ellos, muchas veces acabas hasta con dolor de cabeza. Sin olvidar que el tiempo dedicado a esto, es tiempo que te ha restado para hacer tus cosas, las blogueras o las de la vida real.
No me malinterpretes. Lo digo solo por los impacientes, esos que quieren respuesta inmediata y que se piensan que siempre estás conectado. Tarde o temprano siempre respondo a todo y si me demoro es porque estoy liada con otras cosas.
Escribir en tu propio blog
Entre el trabajo, la casa, las responsabilidades reales y todo este barullo digital cuando te sientas a escribir tus posts, te quedas en blanco o te bloqueas y eres incapaz de escribir 2 frases seguidas.
No, no es que te falten ideas, sino que estás mentalmente agotado.
Vale, lo consigues. Escribes el post y lo publicas. Pero eso es solo el principio. Después hay que compartirlo en las redes sociales, responder comentarios, menciones … la pescadilla que se muerde la cola.
FoMO y adicción digital
Entre unas cosas y otras, se te van muchas horas conectado a internet y desconectado de la vida real, esa que está más allá de la pantalla del móvil o del ordenador.
Hasta que llega el día en el que si se te olvida el móvil en casa, sufres porque te sientes incomunicado y que te estás perdiendo un trending topic, algo viral, unos cientos de whatsapps, etc.
En casos más preocupantes, el FoMo evoluciona a una adicción digital.
adiccion digital
" data-orig-size="500,500" sizes="(max-width: 500px) 100vw, 500px" aperture="aperture" />Imagen computer addiction via ShutterstockHay gente que pasa las 24 horas conectada. Piensa que los demás también estamos enganchados todo el día.
Ni se les ocurre que haya personas que tengan otras cosas que hacer, como trabajar, atender a su familia, hacer la compra en el super de la esquina, irse de rebajas a una tienda de verdad y probarse una prenda, pasear con el perro por el parque o leer un libro en papel.
FoMO
FoMO significa “fear of missing out” es el miedo a perderse algo. En este caso, sería el temor a perderse algo en las redes sociales.
Eso hace que estés siempre conectado a internet: cruzando la calle sin mirar al semáforo, en el metro, en horas de trabajo, cuando quedas con alguien a tomar algo, en el cine, mientras ves la tele, mirando el móvil antes de irte a dormir o nada más despertarte.
FoMO, temor a estar desconectado de internet y perderse alguna publicacion importante en en social media
" data-orig-size="600,500" sizes="(max-width: 600px) 100vw, 600px" aperture="aperture" />Imagen garabatos social via Shutterstock¿Quién no tiene un amigo o conocido que va relatando su vida minuto a minuto en Facebook o en cualquier otra red social, subiendo constantemente selfies, fotos, vídeos, mensajes de estado, etc.?
El FoMO es el paso previo a ser adicto digital o como mínimo a la necesidad de estar mirando constantemente el móvil (nomofobia)
Adicción Digital
Echa un vistazo al vídeo que te dejo a continuación. Si te sientes identificado de alguna forma con la protagonista de esta historia de terror moderna, me temo que tienes un problema
La protagonista del vídeo y sus amigas son un caso extremo … ¿o quizás no tanto? … porque ¿quién no ha intentado buscar y cotillear a otra persona en internet? que todos somos muy cotillas y sino que se lo digan a los seleccionadores de personal jijiji, ellos lo hacen constantemente para buscar el famoso talento.
Ya que me pongo a reflexionar, otros “enfermos” de lo digital son los gurús de la marca personal, que se pasan el día hablando de que tienes que estar en internet, crearte una huella digital, buscarte en Google y comprobar tu reputación, que si no estás en LinkedIn nunca jamás de los jamases encontrarás trabajo.
¿Quieres saber si tú eres un adicto al móvil o a las redes sociales?
Tecnofobia
Tecnofobia es lo contrario al FoMo.
Puede ser un miedo irracional a las nuevas tecnologías. Pero también es un rechazo o aversión a internet, herramientas digitales, apps, redes sociales, etc.
Fíjate, investigando para este post, he leído por ahí que, según la neurociencia cognitiva, el simple hecho de llevar el móvil en el bolsillo hace que prestes menos atención a lo que te rodea porque estás más pendiente de si te suena una notificación que de si el semáforo está en rojo o en verde.
Lo mismo sucede cuando ves un link en un texto digital. Aunque no lo pinches, impacta en tu capacidad de concentración en la lectura de ese texto.
Te confieso que últimamente me siento más identificada con este grupo de tecnofóbicos. Que no es por miedo o rechazo. Sino por cansancio mental y aburrimiento, también llamado tecnoestrés o tecnofatiga.
Ya escribiré un post más adelante con todos los tipos de tecnofobias, que son unas cuantas
Detox Digital
El detox digital es desconectar de forma radical durante unos días. Hay gente que incluso se escapa a sitios donde no hay conexión a internet para asegurarse de no caer en la tentación.
No mirar el correo, los mensajes, despreocuparte de los “me gusta”, menciones, etc. Desactivar notificaciones. No utilizar apps, extensiones de programas …
Incluso algunos se pasan al despertador de toda la vida porque así evitan mirar la pantalla del móvil (y enredarse con las notificaciones) cuando suena la alarma.
Supongo que el que tiene un problema de adicción lo pasará muy mal. Será como dejar de fumar. El primer día lo pasas fatal y después poco a poco te vas encontrando mejor porque recuperas tu vida y tus aficciones offline.
Durante esta pausa bloguera navideña he hecho detox digital. No ha sido radical, pero sí que ha habido días en los que no he entrado las redes sociales, no he mirado el correo, etc.
Puse el “fuera de oficina” en el email del blog.
No te creas que mi post anterior sirvió para disuadir a los acosadores del blog jaja hubo uno que me escribió a las 8AM del 01 de enero.
malas practicas blogging
" data-orig-size="942,276" sizes="(max-width: 942px) 100vw, 942px" aperture="aperture" />¿Cómo se puede pedir esto el día 01 a las 8AM? Si ese día a esas horas estás despierto es porque todavía sigues celebrando la Nochevieja o porque te pusiste el despertador para ver el concierto de año nuevo de Viena. Los demás estamos durmiendo.
Ni los jefes te envían emails el día de Año Nuevo.
He aprovechado para darme de baja de unas cuantas newsletters.
Redes Sociales
Si me sigues por Facebook, Twitter o Google +, habrás visto que he ido publicando cosas. Amigo, el 95% de ellas estaban programadas, no era yo en tiempo real dándole a la tecla al otro lado de la pantalla.
Normalmente entro un rato (largo) por la tarde o por la noche para ponerme al día de los comentarios, menciones y de las publicaciones de los demás. Pero en estas últimas semanas ha habido días que ni siquiera he entrado en las redes sociales.
Y no, no he echado de menos esos artículos sobre las tendencias para el 2018, los objetivos que te tienes que marcar en el año nuevo ni los de cómo planificar el calendario editorial del blog, jijiji.
Blog
Otros años aproveché las vacaciones para escribir nuevos artículos y dejarlos preparados para irlos publicando en los siguientes meses.
Esta vez no he escrito ni una frase. Qué pereza. Modo off total
Fondo imagen de Freepik
Si eres alguien de RRHH, un gurú de marca personal o un cotilla digital y te encuentras con alguien como el novio de la chica del vídeo, no pienses que está ocultando algo oscuro, turbio y tenebroso al mundo.
Seguramente tenga una vida social mucho más activa que la tuya fuera de internet y no necesita crear en las redes sociales esa (falsa) imagen de felicidad y triunfo que dan muchas personas.
Las redes sociales están muy bien como entretenimiento, para comprar cosas, para buscar clientes en un negocio o postular para un empleo, pero no hay que obsesionarse con ellas. Tampoco dar por hecho que la inmediatez de este tipo de comunicación supone que todo el mundo está disponible las 24 horas.
¿Y tú, cuántas horas te pasas en internet cada día?
Imágenes mujer atrapada en el móvil y digital detox vía Shutterstock