En el sector gastronómico, alcanzar el tercer aniversario no es solo una celebración de longevidad, sino un testimonio del excepcional impacto que un restaurante puede tener. Este es el caso de Fonda Pepa, ubicada en el barrio de Gràcia en Barcelona, donde los chefs Paco Benítez y Pedro Baño, con una gran experiencia en reconocidos establecimientos como Caelis y Noma en Dinamarca, respectivamente, han logrado crear una propuesta gastronómica única que fusiona la cocina popular con toques de alta cocina, todo mientras rinden homenaje al producto de temporada.
Respeto por la temporada: el sello de Fonda Pepa
Cabe mencionarte que Benítez y Baño se destacan gracias a su filosofía inquebrantable de respeto por la temporada. En Fonda Pepa, no encontrarás platos fuera de su contexto estacional, la frescura de los ingredientes es la base de su creatividad culinaria. A diferencia de propuestas convencionales, la carta de Fonda Pepa es dinámica, con cambios frecuentes que reflejan la disponibilidad de productos en cada estación.
Y es que el rótulo rojo que destaca «fonda» en la entrada, no es casualidad. Para Benítez y Baño, la fonda representa un lugar donde la comida es siempre excelente, arraigada en la tradición culinaria local. Este enfoque se traduce en platos que van más allá de la simple recreación de recetas clásicas, incorporando técnicas aprendidas en sus experiencias anteriores y utilizando los mejores productos disponibles en los mercados de la ciudad.
Imagen cortesía de observaciongastronomica.com, a quien pertenecen todos los derechos.Platos que reflejan sus gustos
Tienes que saber que la propuesta de Fonda Pepa va más allá de la tradición. Benítez y Baño aplican técnicas culinarias innovadoras a preparaciones clásicas, creando platos que son una manifestación de sus propios gustos y preferencias. Un ejemplo destacado es la coliflor con mole de chiles, semillas, especias y frutas, una fusión que rinde homenaje a las raíces mexicanas de Benítez.
Otro plato que refleja su creatividad es el «cap i pota mare», una deliciosa combinación de sabores que se mantiene constante gracias a la práctica de utilizar salsa del guiso anterior.
Además, el compromiso de Fonda Pepa con la autenticidad se refleja no solo en su propuesta culinaria, sino también en su ambiente. Elementos como la barra con azulejos verdes, las vigas del techo y otros detalles heredados de la historia del local (anteriormente conocido como Cal Robert) contribuyen a crear una atmósfera de taberna que complementa la experiencia gastronómica.
Finalmente, lo único que tenemos por decirte es que, en sus tres años de existencia, Fonda Pepa ha demostrado ser mucho más que un restaurante. Es un testimonio de la innovación sostenible, la creatividad culinaria y el respeto por la tradición. Benítez y Baño no solo celebran el tiempo que lleva su restaurante, sino que invitan a los comensales a ser parte de una experiencia culinaria en constante evolución. Fonda Pepa se ha convertido en un referente gastronómico en el cambiante escenario culinario de Barcelona.
Dirección: Carrer de Tordera, 58, Gràcia, Barcelona.