A Fonty no vayas si estás a dieta. Tanto si escoges la pastelería de Castelló, 12 como el bistró de Juan Bravo, 41, ten por seguro que la tentación va a ser muy fuerte. Pastelería y bollería francesa, realizada de manera más tradicional con la mejor mantequilla, tartas, macarons y semifríos conviven con uno de los mejores brunchs clásicos de Madrid, al estilo neoyorquino. Y además, abren su espacio para comidas y cenas con una carta internacional de distintas influencias. Pero todo lo que marca la carta de Fonty es que está hecho a mano, casero, con mucha pericia pero también con cariño.
El único objetivo de los dueños de Fonty es que te sientas como en casa. En una casa con una decoración muy cuidada, de toques franceses y neoyorquinos en Castelló y más londinense e industrial en Juan Bravo. Su idea de negocio ha ido creciendo con el tiempo pero nació de las manos de su dueña, Marie Valdez. Y digo manos porque es su pericia amasando y creando dulces lo que germinó en Fonty. Marie, de nacionalidad checa, se formó en Francia, en la localidad de Fontainebleau, con el Campeón Mundial de Pastelería 2013, Fréderic Cassel. En honor a esa experiencia, queda el nombre corto, Fonty.
Pero lo que primero fue una preciosa pastelería color turquesa a orillas del Retiro, a donde los más golosos procesionaban en busca de tartaletas de limón y croissants con mantequilla, pronto incluyó un brunch de los más clásicos y celebrados de Madrid. Desde huevos benedict con una salsa holsandesa de premio, hasta pancakes y crepes, pasando por hamburguesas, bollerías, semifríos y todas las delicias de las que son especialistas en Fonty, preparadas para que te des el festín del fin de semana.
Todas las masas y preparaciones son propias, elaboradas por Marie y su equipo. “Las recetas y combinaciones de sabor francesas no gustan en España. Me invento nuevos y voy probando”, explica. Cada día, en su obrador, dedican las tres primeras horas a hornear y preparar todo lo que se consumirá en tienda durante la jornada: pan, quiches, sandwiches gourmet, ensaladas y los platos del menú del día. Después, elaboran la bollería, las tartas y los glaseados. “Fonty Castelló tiene parte de tienda y parte de restaurante para que disfrutes de los platos donde quieras”, explica Marie.
Juan Bravo es la prolongación de la casa Fonty en versión salón, donde se disfruta, también el brunch, pero sobre todo las comidas y cenas con carta internacional. Aquí es posible relajarse en un ambiente acogedor con unas copas, cervezas o gin tonics. Destaca la realización de los pescados, con merluza con verduras asiáticas, chipirones marinados con romero y limón, el tartar de atún con vinagreta asiática o el brazo de pulpo. También tienen buenos cortes de carne, hamburguesas, alitas de pollo teriyaki o risotto de setas. No hay nada frito, todo pretende ser sano y relajado. Para que el día se te pase entre los dulces olores del obrador y el sordo bullicio del bistró.
Si Fonty fuera mi casa, en mi mesa habría unos huevos benedict, un croissant, dos cafés y una mimosa todo el rato. Y una buena hamburguesa para ElChiquitoEste. Creo que ya se dónde me voy a mudar.
Los datos. Fonty. Calle Castelló, 12 y Fonty Bistró, calle Juan Bravo, 41. 91 138 86 46 / 91 752 65 83. Horario:
de lunes a viernes de 9 a 21h. Menú del día, de 13 a 16h. Sábados y domingos, de 10 a 21h. Brunch, de 11 a 16. Precio medio: 20 euros.