La canción empieza tranquilita pero pronto se desata la tormenta con toda la contundencia sónica que uno puede esperar de Foo Fighters cuando quieren hacer ruido. La base rítmica es musculosa y las guitarras prácticamente metaleras.
La idea del vídeo es sencilla y se basa en el poder rejuvenecedor del rock. Así, se fija en un grupo de ancianos que viven empastillados en una residencia pero se despendolan cuando la música empieza a retumbar. Los que les ayudan a dar el cambio son los propios Foo Fighters caracterizados también como ancianos, liándola parda en un concierto de lo más entregado.
Vemos el vídeo mientras esperamos más detalles sobre si estamos ante un single suelto o el anticipo de todo un nuevo disco del grupo, cuyo último lanzamiento largo fue Sonic Highways en 2014. Recordamos, eso sí, que Foo Fighters estarán el 6 de julio en el Mad Cool Festival de Madrid.