Toca hablar de fútbol ficción, con el mejor simulador del deporte rey desde la perspectiva de un manager. La versión 15, que es la más novedosa permite una gestión casi integral de casi todas las facetas deportivas de un club de fútbol, incluídas, por supuesto, las categorias inferiores que van a ser objeto de análisis.
Lo primero es definir los objetivos que tienen que cumplir estas categorías inferiores, que sería, básicamente 2: proporcionar jugadores válidos para la primera plantilla y conseguir ventas que ayuden a costear el coste propio.
Se puede definir, el paso de un jugador por todas las etapas de formación que se ofrecen en el juego (a partir de juvenil), en las siguientes partes:
Selección: Elegir los jugadores adecuados para que entren a formar parte de la estructura del club. Aparte de sus características puramente futbolísticas, hay que tener en cuenta que su carácter y mentalidad encajen con la del resto de compañeros y cuerpo técnico y sean las adecuadas para llevarlo a rendir a nivel profesional. También es recomendable que el jugador sea de una zona cercana, ya que hará que su periodo de adaptación sea mucho más corto.
Formación: Aunque un futbolista profesional debe estar en constante mejora, es, en la época entre los 14 y los 18 años cuando puede desarrollar, de manera más importante, la mayoría de aspectos físicos, tácticos y mentales. Este periodo coincide con la permanencia en el equipo juvenil o sub-18, los resultados no son excesivamente importantes, es un periodo de tiempo en que el trabajo tiene que ir orientado al desarrollo del futbolista.
Profesionalización: En España existen los filiales, que son equipos que compiten en categorías de fútbol profesional, o, al menos, semiprofesional. Son terreno perfecto para esta fase, que debería corresponderse con los 18-21 años. El futbolista sigue formándose, pero integrado en un equipo que debe conseguir resultados, frente a rivales de nivel. Se va a ver el carácter competitivo del jugador.
Concreción: Cuando el jugador llega a los 21 años, ya debería de tenerse una idea aproximada del futuro que se le tiene reservado. Si ha conseguido superar con éxito las anteriores fases y se ve que tiene la calidad suficiente, se le puede ir haciendo un hueco en la primera plantilla. Si este hueco no existe, porque su posición está ocupada, se le puede buscar una cesión a un equipo que le asegure minutos y que tenga buenos técnicos para que le ayuden a seguir creciendo. Otra opción es mantenerlo en el filial hasta que tenga hueco en la primera plantilla. Si se ve que no va a tener sitio en el primer equipo a medio plazo, lo razonable sería venderlo, para que el jugador tuviera la oportunidad de seguir su carrera en otro sitio, a estas alturas ya tendrá un valor de mercado y podrá amortizar su formación.
Excepciones: Hay jugadores que, por sus características, pueden llamar a la puerta del primer equipo antes de completar todas las etapas, si realmente existe un nicho para que pueda tener minutos, no hay que tener miedo de apostar por él, pero hay que tener claro que tiene que jugar una cuota mínima en torno a 20 partidos, sino, puede ver frenada su progresión.