Revista Opinión
GOTAS DE OPINIÓNFORAJIDO #4Colocar a un gobernante, bien que éste lo sea de origen legítimo o por un acto de usurpación, al lado de tres tiranos forajidos como los que oprimen a Siria, Corea del Norte y Zimbabue, es una sanción de imprevisibles consecuencias. Por eso la noticia puso en alerta a todo el mundo democrático: un forajido más ha sido ranqueado en el cuadro de deshonor de dictadores. ¡Tremenda raya!Tan pronto como el sancionado se enteró de la decisión del gobierno norteamericano y el apoyo a la medida por parte de otras democracias del planeta, empezó a mover los pocos incondicionales que le quedan, para que salieran en su defensa; por supuesto, un intento inútil e intrascendente, porque de los delitos que se le acusa, nadie ha podido ser defendido. Como quiera que, con anterioridad, trece de sus cómplices más inmediatos habían sido objeto de sanciones parecidas por el Departamento del Tesoro norteamericano, el escándalo internacional se hizo viral.Sin embargo, como para los involucrados la vergüenza, la moral y la dignidad son valores en desuso, algunos de los sancionados les “salieron al paso” a quienes le asestaron esa estocada mortal al nuevo forajido. Es obvio que tales voceros, con una sanción casi similar a cuestas, carecen de ética para asumir la defensa de su amo. Los últimos días han sido fatales para el nuevo malhechor internacional. El pueblo, que lo adversa y lo combate, se ha mantenido en protesta permanente durante más de 4 meses. El coraje y la valentía de la ciudadanía, prácticamente arrinconó al hoy denunciado dictador. Frente a la imposibilidad de contener las manifestaciones populares, el susodicho es hoy señalado como el autor, más por acción que por omisión, de casi 130 fusilamientos. Crímenes que sus operadores policiales y militares han cometido contra niños, jóvenes y adolescentes. A ese número de víctimas hay que agregarle miles de heridos, y una cifra de perseguidos, encarcelados y torturados difícil de cuantificar. Es absolutamente cierto que la perseverancia y la contundencia de la resistencia popular, terminaron de desenmascarar a quien hoy es considerado el cuarto forajido del mundo. Vale recordar que este personaje se disfrazó de demócrata durante varios años. Ahora, además de dictador, está clasificado, irreversiblemente, como uno más de los gobernantes forajidos del mundo y el único de Latinoamérica que pasa a engrosar, además, la infame lista Clinton, en la que figuran los más connotados narcotraficantes del planeta.A nadie que tenga consciencia del lío en el que está metido el tirano, puede quedarle duda de que el tipo, aunque acostumbra a amenazar con gestos y gritos, tiene los días contados en el poder que usurpó hace cuatro años. Los cancerberos defensores del forajido, como es habitual en ellos, pretenden hacer creer que las sanciones que pesan sobre sus espaldas, son también para el pueblo. Hay que detener rápido esa mentira, porque el nuevo integrante de la lista Clinton y de la OFAC está muy lejos de ser el pueblo, mucho menos es la patria, y, además, cada vez crece con más fuerza la duda sobre su nacionalidad de origen. Esto último se pone de manifiesto dado el ensañamiento del forajido #4 contra los ciudadanos del país al que oprime.
Antonio Urdaneta Aguirre @UrdanetaAguirre
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