Cuando se dice que una enfermedad es altamente contagiosa, la misma podría llegar a tener un determinado nivel de peligrosidad para quien la ha llegado a contraer, al hablar de la rubéola estamos haciendo referencia a una enfermedad que a más de ser contagiosa, también es muy peligrosa en determinados casos especiales de quien puede infectarse con ella.
De manera general, a la rubéola se la define como una enfermedad lírica con alto nivel de contagio, misma que se presenta mucho más peligroso de lo que parece en mujeres que se encuentran durante la época del embarazo. Peligrosidad llegar a afectar inclusive al mismo niño al nacer, ya que éste (si su madre ha sido contagiada de rubéola) podrían hacer con determinadas malformaciones.
Los diferentes síntomas asociados a un caso de rubéola
Debido a esta situación, si una mujer se encuentra pasando el estado de embarazo debe tener mucho cuidado para no contraer a esta rubéola ya que a más de ellas, el afectado con mayor gravedad podría ser su hijo recién nacido. La rubéola puede presentar los siguientes síntomas:
- Presencia de erupciones cutáneas.
- Estas erupciones se inicia en el rostro, se extiende por el tronco y posteriormente, hacia los miembros superiores.
- La rubéola por lo general desaparece sin dejar señal al tercer día.
- Puede haber fiebre intermitente y moderada que bordear los 39 °C.
- También hay aparición de ganglios.
- Estos ganglios en alojarse a nivel del cuello.
Los ganglios también pueden llegar a presentarse una semana antes de que se haya iniciado la erupción cutánea, siendo quizá esto una pequeña señal para que visitemos a nuestro médico de forma urgente.
Los tres primeros meses de embarazo en la mujer son los más peligrosos a la hora de contraer esta rubeola, enfermedad que toma este periodo de tiempo para producir lesiones auditivas, oculares, nerviosas y cardíacas. Un médico de cabecera puede tratar eficazmente a esta rubéola.
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