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Formación continua en primavera: Barranquismo Madrid

Publicado el 06 mayo 2018 por Jose

En primavera se juntan dos fenómenos: El deshielo y el famoso: “En abril aguas mil.” Vamos que al final todo rebosa de Agua.

Esto hace que tengamos la oportunidad de ver los barrancos cercanos a Madrid desde otro punto de vista.

Hay barrancos que normalmente van secos, como el de Portilla  y que podemos disfrutar con agua. Esto nos cambia la perspectiva y parece que estamos de exploración, pero con la seguridad de conocer los escapes el estado de los descuelgues, sabemos perfectamente el material que hay que llevar, etc. Es como una exploración de Salón.

Otros barrancos que normalmente llevan agua, se convierten ahora en más moviditos, y sentimos la fuerza de  las  corrientes, de los reflujos,…. Igual que en el caso anterior, es como una exploración de mentiras, porque ya sabemos lo que nos vamos a encontrar y donde. La única duda es la intensidad que va a tener. Podemos jugar a dejarnos tirar por el agua y tantear a partir de qué punto se pone la cosa “divertida”  pero con la seguridad de estar sujetos por una cuerda o por un compañero.

En realidad, muchas veces se valora a un profesional por los años de experiencia. Pero también habría que ver cómo ha sido su experiencia… Si siempre hace el mismo trabajo de la misma forma y en el mismo sitio, sabrá salir del paso perfectamente en esas circunstancias. En cambio si alguien tiene un trabajo variado en cuanto a número de participantes, su nivel físico y técnico, el emplazamiento, las condiciones meteorológicas, etc…  seguro que tiene más recursos para solucionar una gama más amplia de incidentes.

Sin entrar en el tema de la titulación necesaria, me parece que la formación continua es muy importante aunque sea solo de forma informal: compartiendo experiencias con  compañeros de otras empresas. Y como tenemos la suerte de trabajar en lo que nos gusta, el formarnos en ello nos gusta todavía más.

Estos intercambios de conocimientos o experiencias, los solemos hacer descendiendo barrancos “de mayores” solo entre monitores. Aprovechamos para hacer Barranquismo en otras regiones de España o para disfrutar de un día de Barranquismo desde Madrid, en un cañón especialmente difícil o con más agua de lo normal.

Pero también los hacemos en  los barrancos clásicos de nuestras empresas, acompañados por monitores de empresas amigas. En este segundo caso, es posible realizar maniobras que no haríamos estando solos. Por ejemplo, podemos recorrer  rutas realizando  maniobras con cuerdas que exigen la supervisión de un monitor tanto al principio como al  final: Rapel fraccionado, algunas tirolinas. Sería el  caso típico de rapeles guiados que requieren que un experto baje el primero para ancar el cabo inferior de la guía.

Hace unos días me acompañó un amigo a guiar a un grupo  por el barranco de Somosierra.

En un par de sitios vimos que había movimientos de agua en la recepciones, pero al estar uno de nosotros en el límite de las aguas turbulentas, podíamos ayudar a salir en segundos a los más despistados

Utilizando  maniobras con cuerdas que son poco comunes en las salidas normales, somos capaces de realizar los barrancos con más caudal del habitual. Con un rápel normal, los clientes bajarían por el medio de la cascada. En cambio, con una tirolina, o rapelando desde dos descuelgues a la vez, se puede bajar justo al lado del chorro pero sin verse arrastrado por el agua. En el vídeo se puede ver como lo pasamos de bien tanto los clientes como los Monitores.


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