Revista Salud y Bienestar

Formas de consumir el tiempo cuando no hay tiempo

Por Jas


Formas de consumir el tiempo cuando no hay tiempo
Con respecto a la escasa duración asignada a cada consulta médica, que como ya vinimos recordando, en España es de entre 5 y 6 minutos, yo distinguiría cuando menos a dos tipos de usuarios, según sus maneras de usarlo:
1. Aquellos a los que el tiempo asignado se la "refanfinfla"...  Son esos pacientes que entran a la consulta con tranquilidad, se llevan la mano al bolsillo del que suelen extraer una lista, mientras pronuncian frases del tipo: - yo vengo poco al médico - hace muchísimo tiempo que no venía al médico - traigo varias cosas
- hice esta lista para que no se me olvidase nada... En este primer grupo también cabrían aquellos que se recrean en contarte con todo lujo de detalles el como el Dr. Tal (¿Lo conoce Ud. verdad?) les operó antaño de apendicitis; o la experiencia épica de haber pasado alguna enfermedad de la infancia; cuando no la exacta cronología en que fueron percibiendo los diferentes síntomas de un catarro, pasando por los distintos tipos de carraspera que sintieron a lo largo de los dos últimas semanas...
He probado a poner cara de poker en circunstancias y con pacientes así, en un intento de decir: "Acabe Ud. pronto con lo superfluo, por favor, porque tenemos a mucha gente esperando", aunque nunca he consigo nada: en la expresividad, adónde intento decir digo me sale Diego, por lo que se vuelcan con el relato en un entusiasmo que resulta superior si cabe...
Al final, casi siempre y en tales ocasiones, he de terminar invitándoles verbalmente a ser concisos y breves...
2. Aquellos que vienen condicionados por el escaso tiempo de que disponemos para la consulta...
Son esos otros que intentan comentarte todas las dolencias que les aquejan, sin olvidarse de ninguna, en un espacio muy breve de tiempo y articulándolas entre sí como buenamente pueden, valiéndose de un calzador...
- Me pica mucho el ojo izquierdo
- ¿Desde cuando?... ¿Tiene legañas?
- Pues el otro día me levanté para vérmelas, en el espejo, y prácticamente no podía andar... ¡Tenía tal dolor en el tobillo izquierdo y también en esta zona de la cadera...
- ¡Vaya!... ¿Se ha dado Ud. algún golpe?... ¿Dio algún mal paso?
- ¡Que va! ¡Últimamente no ando nada! ¡Tengo una depresión de caballo!
- Hablemos de su Depresión...
- Estoy muy triste, no me motiva nada, se me olvidan las cosas... ¡Por cierto! no me tengo que olvidar de pedirle una analítica, hace más de un año que no me hago ninguna... Y entonces no tenía muy bien el azúcar, ni el colesterol...
En fín, tanto si entra uno como el otro, con seis minutos por consulta siempre estaremos vendidos.
¡Siga amparándonos la Providencia...!


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