«Para mi escribir, siempre ha sido una forma de entender… »
Reseña escrita por Maudy Ventosa.
Tarde para disfrutar (antes del confinamiento por el coronavirus) con el Club de Lectura de Ámbito Cultural – El Corte Inglés, dirigido por el escritor Rafael Caunedo-; hoy charlamos con Edurne Portela sobre Formas de estar lejos, su última novela, publicada por la editorial Galaxia Gutenberg. Nos cuenta que desde su pequeño piso de Lavapiés, con unas vistas preciosas de Madrid y música a tope para no escuchar los ruidos molestos e impertinentes, investiga, lee y escribe, porque la escritura siempre ha sido una forma de indagación, de investigación, de conocimiento porque necesito entender… Afirma que, si no escribe no entiende, y a veces escribiendo tampoco entiende. Por ello, siente la escritura como una necesidad para profundizar en las cosas que la perturban y molestan. Es recurrente el tema principal que aborda siempre, porque esta escritora vasca se crió en la Euskadi de los años 80, y tanto en sus ensayos como en sus novelas estará presente: la violencia… Siempre he escrito sobre violencia… en esos años, la violencia estaba muy presente pero al mismo tiempo era muy silenciosa. Y la violencia puede presentar muchas caras…
Formas de estar lejos arranca con un primer capitulo muy duro, narrado en primera persona por una mujer que se ha encerrado en su dormitorio y se siente aterrorizada; que escucha e interpreta los sonidos que percibe a través de la puerta, porque puede que al otro lado esté él… En la pregunta que se hace la protagonista está condensada su vida y la relación con su pareja: cuándo empezó todo… A partir de ahí, se suceden capítulos cortos como si fueran escenas de teatro, significativos en sí mismos porque intenta que no haya paja, alternando la visión de cada personaje principal, como historias que se complementan, como partes de un todo con sentido.
Edurne Portela no explica, sugiere, con una prosa precisa y cuidada, porque sabe que el lector lo va a entender. Afirma que trabaja mucho el lenguaje, el fondo, quiere con poco intentar decir mucho, recreación de escenas que creo pueden transmitir si es un contexto asfixiante, si es más relajado… y lo consigue, por supuesto que lo consigue; te hace sentir angustia, dolor, ganas de gritar a la protagonista que reaccione… La novela no es autobiográfica, afirma, pero los contextos sí lo son, contextos en los que yo he vivido que me han marcado mucho. Quiere entenderlos a través de la herramienta de la ficción… de repente me encuentro sintiendo, recordando sensaciones, no hechos, sensaciones que yo creo que me han marcado mucho.
A Alicia y a Matty, los personajes de esta novela, la vida les va bien, son universitarios, inteligentes y parece que tienen el futuro resuelto, lo que no se corresponde con la idea estereotipada y clasista que tenemos sobre una mujer maltratada. Se demuestra, una vez más, que cualquier persona puede ser víctima de maltrato, y por desgracia también, que cualquiera puede ser maltratador. El aislamiento personal y social favorece esta situación y se refleja muy bien en la narración. La soledad de Alicia es total y no tendrá ayuda del exterior que propicie enfrentar la realidad son procesos muy difíciles y también son procesos muy solitarios… Soledad, aislamiento, emigración, tres elementos terribles que convierten su vida en un callejón sin salida, sin esperanza. ¿Cuándo comienza a degradarse esta relación? Dónde va quedando la confianza, la complicidad, el amor… Seguramente el proceso destructivo es lento, pero imparable: paralización, miedo, asumir que la culpa es suya, ceder ante todas las presiones… Importa lo que transmiten las miradas, los silencios, las palabras… El lector acaba percibiendo la violencia contenida y el terror paralizante. Una violencia psicológica que dará paso a la física, según la autora, por acumulación. Se ejerce control económico, psicológico, social, sexual…el maltrato es una escalada, nunca se queda contenido…
La novela refleja también las relaciones, tan distintas, que Alicia y Matty establecen con sus padres y las realidades diferentes que han vivido cada uno; cómo se llevan con los amigos, con los vecinos… Otros temas presentes y muy actuales son las violaciones grupales, aquí circunscritas a la universidad, y la imagen de la mujer que decide que el tener útero no significa que tenga que utilizarlo.
Los personajes secundarios se perfilan sólidos y bien definidos a pesar de sus esporádicas apariciones, porque para cada uno de ellos Edurne ha desarrolla una historia; necesita conocerles en profundidad aunque salgan poco en la novela. Su papel es importante y podría escribir un relato de cada uno de ellos. Mucho trabajo previo para que no quede nada al azar. Repasa mucho y adelgaza bastante la obra.
Una novela muy dura por el dramatismo que encierra, por lo que no se dice, por la angustia y el dolor que transmite, y porque, aunque nos duela, forma parte de nuestra vida diaria colectiva.
PERSONAJES:
- Alicia es una joven alegre que se divierte con la cuadrilla y que se enamoró de Gorka, que tenía un pelo precioso y que eligió un camino equivocado; pero eso fue antes de acabar la carrera en Salamanca, después su vida se torció. Con veintitrés años se va a América con una beca de la Universidad para hacer el doctorado, en Southville. Sabe mucho de literatura latinoamericana y ensayo. Su aspecto es un poco desaliñado. Conocía los “síntomas” del maltrato por su suegra, y no entendían que no escapara. Ahora es ella la que está atrapada y tampoco es capaz de enfrentarlo y escapar.
- Matthew Novak, Matty es hijo de un emigrante polaco, racista. Alfredo le llama “el macizo” porque es rubio, alto y cachotas, con ojos claros, pero que miran muy serios…Es muy atractivo. Estudió empresariales en la universidad pública de Illinois. Después comenzó un máster en Southville, donde juega al baloncesto con Paul, Ed y Ernesto. No le costó nada trasladarse al piso de Alicia. Quería protegerla, y consiguió aislarla.
- Iñigo, el Aita es médico en el hospital. No consiguió que su hija siguiera sus pasos, lo que hace que ella piense que está frustrado por su culpa. Pasa mucho tiempo fuera… guardias, reuniones y trabajo. Le gusta evadirse, entrar en una realidad donde nadie más tiene cabida. En algún momento, dejó de mirar con dulzura y veneración a la aita…
- Tere, la Ama se siente muy sola desde que se fue Alicia. Su marido siempre está en el hospital. A veces sale a comer con su amiga Maite, y también con Natalia. Es feliz viendo un culebrón con su hija en el sofá. Tiene una energía calmada. Alicia tiene gestos idénticos a ella: su sonrisa, la forma con la que se tapa un poco los labios con el dedo índice y el pulgar, su coleta baja, el rizo que se le forma en la patilla… Prudente y cercana. Siempre está.
- Erin tiene el pelo rubio, corto, desgreñado y aún no ha cumplido los dieciocho años. Su aspecto es andrógino y áspero, muy diferente al de sus remilgadas compañeras; visita a Alicia en horas de oficina. Necesita ayuda desesperadamente, pero no va a encontrarla.
- Garbiñe es la mejor amiga de Alicia y no tiene pelos en la lengua. Se cuentan todo, bueno, casi todo. Su padre es concejal socialista. Se escriben a menudo.
- Vargas y Llosa, las gatas tienen un cuerpo mullido que acaricia. Un guiño de la autora al Premio Nobel.
- El padre de Matty nació en una familia pobre. Orgulloso de sus orígenes. Comienza a aislarse cuando su pequeño mundo empieza a derrumbarse con la llegada de otros inmigrantes. No habla con madre, da órdenes. Tampoco es amable con sus hijos, Pete, Matty y Adam, con el que se ensaña a menudo y le suelta bofetadas. Viven en Chicago.
- La madre se quedó embarazada a los quince años y se casó. Tras morir su padre, tiene que dejar de trabajar en la tienda familiar y dedicarse a cuidar de la familia. Obedece a su marido, pero no olvida. Llegará su momento cuando él esté senil…
- Alfredo, muy majo según Alicia. Cree que es gay. Es poquita cosa, delgado y pálido, pero alegre y divertido. Sabe mucho de literatura española y poesía.
- En Southville hace mucho frío en invierno, lo que favorece el aislamiento al igual que las casitas con valla que aumentan la soledad a pesar de los jardines cuidados… nieva, y la nieve también es una forma de estar lejos… Es un personaje más, porque marca la vida de los protagonistas.
Y el señor Chan, que construye historias distintas cada día; la prima Celina que siempre encuentra al hombre equivocado; Carla que tiene los ojos grises y rasgados y los profesores la admiran; Garreth Dolan, que consigue una plaza en el campus satélite de Abu Dabi… y muchos que irás descubriendo…
SINOPSIS por la editorial:
Alicia y Matty se conocen en un pequeño pueblo del sur de los Estados Unidos, se enamoran, comienzan una vida juntos, tienen eso que algunos llaman éxito: una casa, una carrera, un buen trabajo, un buen coche. Ella ha dejado atrás a su familia, sus amigos, su vida en Euskadi y se ha lanzado a una intensa carrera universitaria, él ha alcanzado esa forma de felicidad estable que crean las rutinas. Pero poco a poco se irán desvelando las mentiras y perversiones que se esconden detrás de la vida perfecta, también las múltiples maneras en las que el amor se confunde con sus imposturas.
Los personajes de esta novela se mueven en un mundo de soledades compartidas en el que la violencia y el abuso se disimulan en silencio y se producen en espacios supuestamente seguros como la propia casa o la universidad. Alicia intenta adaptarse, encontrar su hueco en este mundo y llevar una vida feliz con Matty, pero el precio que paga es demasiado alto. En la distancia entre la realidad y el deseo de Alicia van creciendo nuevas violencias, que quizá no siempre estallan en puñetazos pero que van colonizando su vida, desgastándola paulatinamente. Llega el día, sin embargo, en que Alicia no se reconoce en esa realidad y se atreve a cambiarla, asumiendo las consecuencias.
Lee y disfruta de las primeras páginas de la novela.
La autora:
Edurne Portela Camino (Santurce, Vizcaya, 1974) es licenciada en Historia por la Universidad de Navarra (1997), y doctora en Literaturas Hispánicas por la Universidad de North Carolina-Chapel Hill (Estados Unidos). Ha sido profesora titular de literatura en Lehigh University (Pensilvania) hasta 2015. Como parte de su investigación académica publicó numerosos artículos y el ensayo Displaced Memories: The Poetics of Trauma in Argentine Women Writers. En 2016 publicó en Galaxia Gutenberg El eco de los disparos: Cultura y memoria de la violencia, un ensayo que reivindica la cultura como herramienta para dirimir el pasado de violencia en Euskadi.
En septiembre de 2017 salió a la luz también con Galaxia Gutenberg su primera novela Mejor la ausencia, una indagación en la Euskadi postindustrial de los años ochenta que ha sido galardonada con el Premio 2018 al mejor libro del año de ficción del Gremio de Librerías de Madrid. Ha realizado, junto con José Ovejero, el documental Vida y ficción (2017). Tiene una columna dominical en El País y ha colaborado con otros medios como El Correo / Diario Vasco y La Marea.
El libro:
Formas de estar lejos ha sido publicado por la Editorial Galaxia Gutenberg en su Colección Narrativa. Encuadernado en rústica, tiene 240 páginas.
Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.
Como complemento pongo el vídeo de la presentación en Espacio Fundación Telefónica Madrid del libro de Edurne Portela Formas de estar lejos acompañada del periodista y escritor Bob Pop.
Para saber más:
https://edurneportela.com/
Edurne Portela en Wikipedia.