Revista En Femenino
Los berrinches normales son el resultado del desarrollo y temperamento de tu hijo, no de tu forma de educarlo. Es cierto que en la mayoría de los casos, se presentan en el peor momento: al estar al teléfono, en el supermercado, al atender a alguna persona en la puerta…pero no te preocupes, siempre hay posibilidad de evitar esas situaciones que llevan al límite emocional a los niños y ya que estás ahí puedes resolverlo satisfactoriamente:
· Empieza a llevar un registro diario de berrinches, anotando lo que hace que tu hijo explote, si está aburrido, cansado, enfermo, hambriento…
· Prepara una tabla de comportamiento, esto ayudará a analizar lo que sabes y observas en tu hijo. Estas tablas de comportamiento, también ayudan a crear condiciones que estimulen un comportamiento tranquilo. Descubrirás que los berrinches ocurren frecuentemente antes de la siesta o la hora de dormir o cuando estás ocupado en otras actividades. Usa esta información para que dichas situaciones no se repitan. Si descubres alguna técnica para prevenir el berrinche, úsala nuevamente.
· Aunque te esfuerces enormemente, de vez en cuando se presentarán algunos berrinches, no te desanimes, trata de terminar con ellos a tiempo: aprende a identificar las señales que presenta tu hijo previamente a “la explosión” y ayúdalo a expresar lo que está sintiendo, esto le servirá como válvula de escape.
· Algunos berrinches pueden ser causados por frustraciones (tu hijo trata de resolver un problema complicado y explota cuando sale mal), así que no ignores su necesidad de ayuda. Toma este berrinche como una oportunidad de conectarte con el; ayudándolo a salir de algún enredo establecerás autoridad y confianza, pero ten cuidado de no protegerlo siempre de dichas situaciones. Un niño no aprenderá a resolver problemas si nunca tiene que enfrentarse a ellos.
· Asegúrate de que tu hijo sepa claramente lo que esperas de él. Dale instrucciones específicas y positivas. Es difícil razonar con un niño durante el berrinche, pero puedes adelantarte antes de que ocurra. · En otras ocasiones, cuando tu hijo ha perdido el control, lo que quiere es alguien grande e inteligente que se encargue de la situación de una forma amorosa y segura. Intenta abrazarlo y decirle que sabes que está enojado, que lo abrazarás hasta que pueda controlarse el mismo. Pronto verás como el berrinche disminuye y tu hijo corresponderá a tu abrazo agradeciendo que lo rescates de él mismo. Pero si tu abrazo lo hace sentir furioso y agrava el berrinche, evita el forcejeo físico y deja de abrazarlo, tu hijo necesita apoyo, no enojo.
· ¿Ignorar los berrinches?, si crees que es solo por llamar la atención, ignóralo, el niño entenderá que su comportamiento no es aceptable, que no lo lleva a ningún lado. Pero al ignorarlo y alejarte asegúrate de que tu hijo sepa que estarás disponible par él cuando se calme y tratarás de ayudarlo. Si solamente le dices que se calle, cierras la puerta de la comunicación y aumentarás su enojo. Puedes ignorarlo y permanecer cerca de la escena del crimen, mantenerte ocupado, puedes tomar un libro y empezar a leerlo. No te enfrasques en una discusión al calor del momento. Recuerda que los berrinches duran mientras tengan audiencia.
· Si el apoyo no funciona, si ignorar el berrinche tampoco, aleja a tu hijo de la circunstancia que está provocando su descontento y dale “tiempo fuera”, por ejemplo: si el berrinche se presenta en algún restaurante o tienda, con calma cárgalo y llévalo al coche.
· Si el berrinche tiene lugar en casa o presencia de los abuelos u otros miembros de la familia, la situación puede ser difícil. Asegúrate de hacerle saber al resto de la familia tus técnicas para que no saboteen tus procedimientos. Usa el humor para compartir tus experiencias y que ellos hagan lo mismo, así sabrán que eres tu quien está a cargo del niño y podrás obtener buenos consejos de personas que han pasado por algo parecido.
· Aprende a decir No. Di la palabra no tantas veces como sea necesario, no cedas, así tu hijo entenderá el mensaje de que “no”, realmente significa “no” y el berrinche terminara y ¡no se repetirá!. Si estás en el supermercado, pídele a tu hijo que ayude a seleccionar la comida y acomodarla en el carrito, mantenlo ocupado, si está aburrido podría empezar un berrinche.
Si los berrinches se presentan en lugares públicos, puedes hacerle saber a tu hijo que volverás a jugar o a hablar con él cuando use un tono amable contigo, en estos casos no puedes solamente ignorarlo ya que su comportamiento seguramente está molestando a otras personas.
Si no se calma, llévalo al coche, si no quiere caminar, cárgalo. Una vez ahí, míralo a los ojos y dile que estás ahí para ayudarlo ya que está fuera de control, que permanecerán ahí hasta que pueda calmarse y hablar tranquilamente. Se cansará de permanecer ahí sentado y eventualmente terminará el berrinche.
No pienses que la gente te está juzgando, mantén una actitud firme y calmada para enfrentar la situación, no cedas a la exigencia de tu hijo solo por el “que dirán”.