El cáncer de ovarios es una enfermedad que muy difícilmente se la puede detectar a simple vista y mediante la aparición de determinados síntomas, ya que existen otras cuantas enfermedades de menor gravedad que puede llegar a tener las mismas características.
Es por esta razón que se recomienda realizar un examen de rutina ginecológico para tratar de advertir la presencia de este cáncer de ovarios en el organismo; unos cuantos exámenes que pueden ayudar a ello son los siguientes:
- Una ecografía.
- La tomografía adversa contrastada (también llamada axial o TAC).
- Una resonancia magnética.
- El CA-125.
Sobre este último examen que hemos mencionado, el mismo que es uno de sangre, siendo el más efectivo para realizarse, ya que en el aparecerá un nivel que tiene que mantenerse lo más bajo posible.
Tratamientos a realizarse en casos de cáncer de ovarios
Una vez que haya sido detectado cáncer de ovarios el médico tratante realizará una biopsia para saber si el mismo es maligno o benigno (aunque ello puede hacerse luego de la operación); luego de ello generalmente viene una cirugía operatoria, en la cual se considera la posibilidad de extraer los dos ovarios y todo el aparato reproductor (histerectomía). Si el tumor es maligno, el paciente deberá someterse a una serie de sesiones de quimioterapia o radioterapia. Es muy indispensable un control estricto durante todo este período (e inclusive, durante unos cuantos años más), ya que con ello se eliminara cualquier tipo de residuos del tumor en el organismo.
El cáncer de ovarios es una enfermedad que actualmente tiene mucho éxito con las diferentes sesiones de quimioterapia, aunque el paciente debe considerar distintos aspectos que se presentarán en dicha etapa:
- Algo de dolor en la administración de los químicos a la vena.
- Caída de pelo y cabello en todo el cuerpo.
- Una sensibilidad extrema en determinadas áreas del cuerpo.
- Sensación de depresión.
- Inapetencia a consumir determinados alimentos.
Muchos de los síntomas que hemos mencionado anteriormente y que se presentan en la etapa de curación y sanación son muy similares a aquellos que puede llegar a sentir una mujer embarazada, razón por la cual familiares, amigos y personas en general deben proporcionar un gran apoyo y comprensión al enfermo.