NOCHE EN MI ALMA
Despuntando la luz del día he visto a la muerte llorar, trocarse de brava a eximia al arrepiada me hallar ante su supremacía.
La ví vestida de blanco con su guadaña plateada, afilada rutilando, a ser hechura acertada dejando el aire enlutado.
He visto que me miraba en llanto compadecida, cómo impotente rogaba halos de albor de la vida, a la luz que se apagaba por el ido tiempo manida.
Amada cual rosa ama la lágrima derramada, dándole relente, vistosidad a lozanía mustiada.
He visto a la muerte llorar, recular ante mi mirada, su albura en negra trocar, temosa en adiada alborada a mi corazón enlutar. ANA ARIAS SAAVEDRA
publicado el 19 mayo a las 12:00
NOCHE EN MI ALMA
Despuntando la luz del día he visto a la muerte llorar, trocarse de brava a eximia al arrepiada me hallar ante su supremacía.
La ví vestida de blanco con su guadaña plateada, afilada rutilando, a ser hechura acertada dejando el aire enlutado.
He visto que me miraba en llanto compadecida, cómo impotente rogaba halos de albor de la vida, a la luz que se apagaba por el ido tiempo manida.
Amada cual rosa ama la lágrima derramada, dándole relente, vistosidad a lozanía mustiada.
He visto a la muerte llorar, recular ante mi mirada, su albura en negra trocar, temosa en adiada alborada a mi corazón enlutar. ANA ARIAS SAAVEDRA