**Vivir en el Silencio**

Por   Evaribera88
publicado el 07 abril a las 08:14
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Vivir en el Silencio por: Eva Ribera-Chevremont

*Definiendo lo indefinible *

Hogar de nuestro ser interno. Verbo del Sabio y Voz de lo Intuitivo en nosotros. Sustrato de todo cuanto somos: cuerpo, mente y alma. Energía que Ilumina a los sentidos. Espada cuyo filo anula las distracciones que se oponen a nuestro Yo mas genuino. Mil nombres intentan definir lo indefinible. Libertador de memorias ancestrales, de hábitos baldíos y apegos perniciosos e insistentes. Adentrarnos en el Silencio es escuchar cuanto se nos escapa, lo que nos pasa desapercibido. El Silencio nos previene de la distorsión del pensamiento y la palabra que brotan de la ignorancia, y de la falta de conocimiento de uno mismo. Es el abismo que la mente sola no puede traspasar sin el auxilio de su Alma. El Silencio es por fin,el umbral que hay que atravesar para que en nuestra Conciencia se produzca el encuentro con la claridad de su Chispa Divina, tan necesaria para conducirnos a lo que es Real.

Existe en la profundidad de nuestro Ser un brevisimo espacio en el que parece no suceder nada, sucediéndolo todo. Si fuéramos capaces de adentrarnos conscientemente siquiera por un instante en ese ínfimo vacío suspendido entre un pensamiento y el siguiente,descubriríamos en esa Quietud, en esa breve pausa y gran Silencio, una fuente de inagotables y poderosas energías, capaces de contener al Universo entero en un Instante. Y es que cuando no pensamos nada, lo conocemos todo. La esencia de la vida, lo eterno y lo inmutable, ya no necesitan ser cuestionados sino experimentados en el Silencio.

Conectados a la nada

Cuando nos conectamos con semejantes profundidades, y decidimos partir desde este vacío que todo lo contiene, para dirigirnos desde allí hacia todo lo demás, cada uno de los actos que se derraman desde nuestro interior al exterior, se convierte en expresión verbal del mas sublime, y poderoso proceso creativo. Porque en el Silencio - bien considerado y no como simple ausencia de ruido exterior- es donde se encuentra el campo más fertil,mas amplio, y mas perturbadoramente creativo, al que podamos acceder para liberarnos de todas las cadenas que atan y esclavizan nuestro Ser.

En Silencio tomamos plena conciencia del Ahora, y todo nos es revelado. La vida entera se nos desborda al exterior de un modo totalmente nuevo, imprevisto y bello. Los actos de la vida se nos antojan de una importancia tremenda, adquiriendo un nuevo significado. Formulamos una pregunta cualquiera e intuimos la respuesta en el sutil vuelo de los pájaros errantes. Planteamos una duda, y un gesto aclarador llega a nuestra presencia sin necesidad de ser forzado. Somos entonces la Conciencia silenciosa que observa el ir y venir de los acontecimientos en ese basto Universo, que es ya Uno con nosotros.
Plenitud del Silencio

Al vivir desde esta plenitud,nos dirigimos a un espacio donde todo esta intercomunicado, donde todo es Uno y lo mismo... y en ese simple gesto nos procuramos la tranquilidad y la paz que nos libera de los gustos y disgustos. Nada mas necesitamos pues hemos alcanzando a la Fuente inagotable de la que toda vida ha surgido. ¡Somos esa misma Fuente donde Todo es perfecto y armonioso! Y dejando ya de tener preferencias respecto a las cosas, renunciando a tener el control sobre cuanto nos acontece ,despertamos a la realidad de que no somos una Vida independiente, sino parte de un Todo. Soltamos la pesada carga del protagonismo, nos descubrimos no ya como hacedores, sino como espectadores de la Divinidad experimentando su propia Vida y Creación. Todo se nos simplifica, los pasos se nos aligera y las cadenas que nos aprisionaban se rompen. Liberados de las cargas auto Impuestas fluimos con el universo permitiendo- sin interferir y por ende entorpecer- a las potentes y saludables energías que siempre se manifiestan en nuestro entorno para ayudarnos a crecer y evolucionar.

Ya no nos volcaremos al exterior en busca de respuestas porque todas ellas habitan en nuestro interior. Las distracciones y los perturbadores pensamientos están bajo el control de su único amo y señor, para dar paso a inquietudes mas urgentes. Entonces ya centrados en el Ahora indagamos en nosotros mismos: ¿Quién Soy? ¿Cuál es el propósito de mi presencia aqui en la Tierra? ¿ Porqué siento dentro mi este inmenso vacío?¿de donde viene esta extraña sensacion de sentirme aprisionado? prestamos atención a quién o qué en nosotros formula estas valiosas preguntas e iniciamos un sendero mas allá de lo cotidiano en dirección a nuestra Fuente mas elevada. Cuando la mente está en calma,refleja la Realidad, cuando la mente está en reposo absoluto se disuelve no quedando más que la Realidad, nos integramos con el Todo,estallando y plénamente aligerados, irradiamos la luz de nuestra alma que ya liberada de su prisión se funde con todo aquello con lo que nos pongamos en contacto.

Atención al momento Presente

Cual testigos desapasionados y en actitud de profunda contemplación, debemos enfocarnos en prestar absoluta atención en el ahora. ¿Acaso existe otro momento? ¿No es la vida siempre este único momento? Ya sea que recuerdes en este instante algún episodio del pasado (Memoria) o sueñes con alguna realización en el futuro (Imaginación) Nunca dejas de hacerlo Ahora mismo, en este preciso Instante. Lo que sucede es que miles de pensamientos e imagenes interponiéndose unas en las otras, nos hacen creer que este Instante esta compuesto por diferentes momentos en los que nos ocurren tantas cosas, lo que no deja de ser una ilusión creada por una mente poco atenta. La realidad es que Siempre es Ahora, y que nunca dejará de serlo.

Nuestra mente puede proyectar y reflejar un sólo pensamiento, sentimiento o sensación a la vez. ¿No saltamos acaso de un pensamiento inconcluso a otro nuevo, con renovado vigor y pasmosa intrepidez? y así cual capas superpuestas, nuestra Memoria enlaza y enreda a todas con vertiginosa velocidad, creando la ilusión de durabilidad y sobretodo de continuidad, atando y confundiendo las vivencias del presente con los recuerdos de lo vivido en el pasado,para proyectarlas a su vez hacia los sueños de un futuro lejano... y es en momentos como estos cuando debemos observarnos a nosotros mismos conscientemente porque sino estamos atentos de que se trata de la actuación de un mismo tiempo presente, nos perderemos en la vorágine de nuestros movimientos mentales, que nos hacen ver en una misma actuación, toda una secuencia de hechos pasados o aun por ocurrir. ¡¡ Y todo eso, lo hacemos en el Ahora sin siquiera darnos cuenta de que se trata de algo que imaginamos, malgastando asi un irrepetible presente con cosas que ya no podemos cambiar!!

Auto- atención

Y es así que cuando intencionalmente quietos, auto-atentos y por fin centrados en la labor mas valiosa a la que realmente podemos aspirar en esta nueva oportunidad- encarnación que nos hemos procurado ( lo recordemos o no)reparamos conscientemente en el hecho de que hemos participado sin meditar e impulsivamente en el juego y diversión de nuestro Ego (Mente o Manas inferior) quien con la fogosa e impetuosa determinación que le es propia por naturaleza, nos ha desterrado en su carrera de nuestro verdadero hogar, velándonos incluso los medios para regresar " a la Serena y armoniosa Fuente" de la cual provenimos, y a la que añoramos regresar para completar en profunda paz nuestro completo ciclo de vida. Si, Somos eternos, pero ello no implica que debamos permanecer peremnenmente en el mismo lugar y en la misma condición. Nuestro deber es trascender, evolucionar e integrarnos con el Todo aportando la experiencia de lo aprendido en nuestro largo peregrinar. Descubrimos en esa misma iluminadora revelación, la puerta de retorno, el umbral que el silencio nos proporciona como medio para regresar a casa y liberar a nuestra Chispa Divina de su crisalida prisión.

Meditando en tranquilidad

Entremos en la paz y la belleza que el silencio nos proporciona. Permitamos que su calma se apodere de nosotros invadiendo la totalidad de nuestro ser. Dejemos ir un pasado caducado en el que ya no podemos, ni debemos, intervenir para hacerlo diferente de lo que ya es, y demos paso a lo nuevo que nos nace a partir de este instante. Y así, en tranquila expectación procuremonos un espacio que sintamos muy nuestro. Sentemonos cómodamente y repasemos visualmente en detalle todo lo que nos rodea, sin juzgar, sin traer en nuestro afán las preocupaciones añejas o los anhelos futuros que no estan bajo nuestro control. Disfrutemos el momento presente plenamente.

Hazte de un Mantra, de una frase con la que sientas armonía, o de tu mejor oración. Puede ser el nombre de Dios, de la Divinidad de tu preferencia o de cualquier Ser con el que vibre tu alma y te haga sentir protegido. Ahora respira profundamente, y hagas lo que hagas, hazlo a Consciencia y tan despacio como puedas, reparando en cada gesto, cada movimiento, cada acción. ¡ Vivete a ti mismo profundamente! Nada hagas como un autómata sino plenamente Consciente y despierto. Si algún pensamiento se empeña en invadir este sagrado espacio, ni lo rechaces ni lo aceptes, simplemente observalo como a un invitado indeseable, que se irá tal cual llegó, al saberse ignorado. No te involucres.

Repite tu Mantra cuando una marejada de pensamientos quieran sacarte de este momento, recuerda que en realidad no podemos tener dos pensamientos diferentes a la vez, y es ahora cuando puedes decidir a cuál de tantos le permitirás prevalecer. Conectate con esta inmensa paz y entregale a ella todas tus miedos e inquietudes, no hay necesidad de llevar un equipaje pesado, ya tu corazón tiene todo lo que necesitas para embarcarte en este viaje maravilloso al interior de tu Ser.

Deteniendo el parloteo mental

Y a partir de entonces, cuando muy atentos logramos detener ese parloteo mental que es la raíz de nuestros mayores sufrimientos, accedemos al recinto silencioso donde yace la verdadera paz. Nada de lo que ya ocurrió puede tocarte en este sagrado lugar sin tu permiso y nada de lo que aun no se ha concretado en realidad puede vencerte. Cuando la mente nos trae recuerdos de situaciones dolorosas, nos angustiamos. Cuando la mente nos induce a imaginar situaciones futuras que puedan afectarnos adversamente, nos inquietamos. De modo que son nuestros pensamientos quienes nos provocan el dolor, y nosotros no somos en absoluto nuestros pensamientos. Cuando ráfagas de pensamientos inarmónicos amenacen acceder a tu intimo espacio, preguntate a ti mismo; ¿sucede algo que "ahora mismo" pueda dañarme? ¿Puede algo o alguien, "en este instante", herirme o lastimarme? ¿ "ahora mismo" puedo dar marcha atrás para cambiar lo que ya ocurrió? ¿ se resolverá "en este mismo instante" ese dilema que me impidió conciliar el sueño? La respuesta es que Nada, absolutamente nada podrá afectarte Ahora Mismo. Lo que resistes, persiste; y es así que sin involucrarte,sin aceptar negar, resistir o rechazar lo que sea que te perturba, tranquilamente recitarás tu Mantra o tu Oración y todo ello se irá, disolviéndose en la nada.

La mayoría de nuestros miedos imaginarios nunca llegan a materializarse. Se trata de usar tu mente; no de ser usados por ella. Nuestro parloteo mental es agotador, se pasa el día entero dando vueltas sobre los mismos temas, repasando una y otra vez sus mismos dramas, sin que nos permitamos una pequeña tregua. La meditación es una buena forma de mantener lo que nos inquiete a raya, y procurarnos descanso auxiliándonos a trascender toda limitación personal, todo apego, miedo o sufrimiento, para ir mas allá de nosotros mismos.

Somos la Paz y el Silencio que Buscamos

En el Silencio No hay dualidad ni separación, sino comunión sutil con todo cuanto existe. No somos esto y lo demás es aquello. Todo es Uno. Cuando transformamos lo que haya que transformar y nos conectarnos con esa luz de nuestro verdadero Ser , con esa Energía Creadora que participa en cada expresión, en cada acto, y manifestación de nuestra vida, fluimos con el universo, y afinando los sentidos,nos convertimos en un canal de expresión de la creatividad de lo Absoluto. Todo nos parece bueno porque lo es cuando la mente detiene sus incongruencias y lamentos. Por medio del silencio se percibe, se descubre y se vivencia la Unidad profunda que hay detrás de toda la multiplicidad de formas y manifestaciones.

Lo esencial es ver esta Realidad que desde muy dentro de nosotros se está expresando allá afuera, descubriéndo con asombrosa precisión que somos la misma Creación. Ya no somos nosotros quienes hacemos cosas buscando producir un resultado, somos la Creación misma, y nada puede sernos negado. Participamos de ese Absoluto sin tener que añadir nada mas a nuestra vida. Libres, Conscientes y sobre todo Despiertos al Instante inmediato, empezaremos a expresarnos como aquellos( que ya sin apegos ni sufrimientos) Nadie, ni Nada apremia. Atentos, muy atentos a la Vida misma intuimos que nada hay que elegir, sino mucho que vivir. ¡ Y que hermosa tarea la de descubrir milímetro a milímetro el caudal de maravillas que cual chiquillos exploraremos con embelesado deleite y gozosa determinación!

Vivir de esta manera implica estar conectados con la Unidad inseparable que conforma el basto Universo. Todo, absolutamente todo en la naturaleza no es sino expresión verbalizada de la misma Energía que nos anima a nosotros mismos. Ninguna diferencia real vemos entre lo que nosotros vivimos como "yo" y lo que somos como Mundo, pues no son diferentes, sino aspectos variados de una misma Conciencia. En este espacio dejamos de enjuiciar y de comparar si esto es bueno para nosotros, o aquello mejor, porque en la Belleza y la Armonía del Absoluto, las cosas son siempre como tienen que ser.

Por fin liberamos nuestra Alma

Desde que nacemos nuestra Alma clamó de muchas maneras, por su libertad, que es la nuestra. Esa Alma siempre fue la callada presencia detrás de cada sentimiento y manifestación en nuestra vida; Esa tristeza inexplicable que cual vacio interno, no lográbamos llenar con nada, Esa extraña sensación de no pertenecer a ningun lugar. Esa voz que nos censuraba intimamente y a solas, cuando dañabamos a otros y se mostraba plena de felicidad cuando prestamos servicio a la Humanidad.

De modo que Somos el observador silencioso, la Conciencia que experimenta los actos más pequeños de la vida,y también los de mayor significancia y trascendencia, percibiendo la Unidad profunda que hay detrás de toda la multiplicidad de formas y manifestaciones que vemos en el exterior. No. Ya no miramos el mundo allá afuera como un reflejo externo y ajeno a lo que nosotros mismos somos acá muy adentro... porque todo cuanto existe forma parte de mi Ser. "Yo", "tu", "el" son solo apariencias, pues todo ello es lo que "Yo Soy".

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