Revista Viajes
Nos encontramos en el Parque Natural da Serra de Sao Mamede, donde encontrar un Alentejo diferente, frondoso, donde descubrir fauna y flora inesperados, así como restos de presencia humana de diferente épocas. Entre robles, alcornoques, encinas o castaños aparece la bonita población de Castelo de Vide.
Los restos arqueológicos encontrados en el lugar, el Menhir da Meada, las necrópolis megalíticas de Coureleiros y varios dólmenes dan buena cuenta de la ocupación temprana de estas sierras sobre las que se levanta el castillo que da nombre a la villa. La judería con su sinagoga y fuente de la villa, la fortaleza de San Roque (s.XVIII), sus numerosas iglesias y capillas, así como al Centro de Interpretación del Megalitismo, donde muy amablemente nos explicarán el porqué de las construcciones con grandes piedras que realizaban nuestros antepasados. Las calles que llevan hasta el castillo cuentan con portales de estilo gótico y manuelino. El burgo interior del castillo, por donde perderse entre sus estrechas callejuelas. Todo el conjunto hace de Castelo de Vide una de las localidades más bonitas del Alentejo.
En cuanto a su Fortificación, es fruto de la posición estratégica junto a la frontera en un relieve accidentado frente a un paisaje adehesado. El Castillo fue finalizado por Alfonso IV en 1327 y posteriormente reconstruido por D. Dinis. Más tarde, conforme crecía la ciudadela se añadieron nuevos lienzos de muralla con numerosos torreones, de los cuales sobresale la Torre del Homenaje, en el extremo sur de la fortaleza.
En el siglo XVII con un nuevo período bélico con España, pasando la plaza de manos lusas a españolas varias veces, se reforzaron las defensas, se levantó una nueva línea de fortificación abaluartada con sus fosos, baluartes y revellines, que rodeó la población, fundiéndose con las construcciones medievales originales. Fuera de la ciudad se levantó el Fuerte de San Roque en el siglo XVIII para completar el recinto fortificado.
A partir de 1704, una nueva guerra con España hace que sus fortificaciones queden arruinadas, para ser reconstruidas unos años después, en especial las líneas abaluartadas. Posteriormente, las guerras de Independencia Peninsulares, libradas por Portugal, España y Gran Bretaña contra los invasores franceses, y la contienda civil portuguesa, ocasionaron el declive de la población, su vida económica y comercial, la ciudad es abandonada por parte de la guarnición que la defendía, dejando fuera de servicio las fortificaciones que sufrieron un continuo deterioro.
Hoy día este patrimonio se ha puesto en valor estando debidamente cuidado y promocionado, una auténtico placer poder caminar por estos lugares con una historia tan importante, y mi admiración por la administración portuguesa, por saber poner en valor y ser consciente de la enorme importancia que tiene el cuidar la historia y darla a conocer.
Proyecto para la Fortificación de Castelo de Vide - 1652 - Livro de Nicolau de Langres
Planta de la Plaza de Castelo de Vide y sus contornos - 1705 - Miguel Luiz Jacob
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