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Hablar de los Fortines sin la introducción del Camino de los españoles, no tiene sentido. Así que si no has leído nuestro artículo De La Pastora a Campo Alegre, te invitamos a disfrutar de este (aquí).
Luego de nuestra visita a la Iglesia de San José de Campo Alegre, continuamos rumbo a los fortines, no sin antes buscar un rico almuerzo hecho en casa, con el producto de la tierra y el trabajo del hombre del asentamiento agrícola de Hoyo de la Cumbre.
Estas terrazas fueron habitadas tanto por indígenas como por Canarios, a medida que se iba dando la colonización; y seguía siendo otra parada de referencia del camino de los españoles.
La unidad de producción que visitamos se dedica a la producción de hortalizas; y nuestro almuerzo, había sido preparado con anticipación a nuestra llegada, con productos recién cultivados.
Una deliciosa hamburguesa con carne, papas, lechuga, huevo, jamón, queso y tomate, estaba lista para ser degustada con las vistas del Fortín de San Joaquín de La Cuchilla (o también llamado, de la Cumbre); pero antes de eso tuvimos tiempo para apreciar la naturaleza, escuchar más de la historia del camino, de la importancia de este pueblo y su convivencia con la ciudad de Caracas y con el desarrollo turístico de la zona…
Naturaleza y fotografía convivieron en ese momento; presas e incautos, nos dejamos llevar por esa neblina envolvente y el campo; pero viendo las personas que llevaban la tierra, me doy cuenta que casi no habían jóvenes; y me pregunto ¿Será que todo ese desarrollo montaña arriba se los ha llevado? ¿Cuál será el efecto de la actividad económica turística sobre estos pueblos aguas abajo?
Recordemos que todos estos pueblos o asentamientos campesinos están enclavados en el Parque Nacional El Ávila y el desarrollo de vías comunicación así como de servicios básicos es muy limitado.
Tan solo dejo esa reflexión y aplaudo esta “iniciativa ecopatrimonial” de Fundhea que, sin palabras, ha sembrado ese espacio de duda y conciencia en mí.
Visita al Fortín de San Joaquín de La Cuchilla
De los dos fortines que visitamos este día, éste -sin duda alguna- es el mejor conservado. Restaurado entre 1981 y 1982, el que hoy esté aun en pie, recobra vital importancia porque aquí estuvo preso por unas horas Alexander Von Humboldt el 21 de diciembre de 1799, por sospechas (Por ahí dicen que no cargaba su Pasaporte ;).
Para quienes se pregunten, el camino de los españoles – que valga el inciso- estuvo custodiado por cuatro (4) fortines/castillos adicionales. Estos son:
Fortín La Trinchera o El Salto (Construido antes de 1650) - Lo curiosa de esta edificación militar era que estaba construido en una gran hendidura natural; por ese motivo, se debía pasar por un puente levadizo para continuar el camino.
El Castillo Negro - Separado un poco del camino, para hacerse menos visible se pintaba con carbón y tiene una vista panorámica del Litoral Central y del oeste de la ciudad de Caracas. Allí será nuestra próxima parada.
El Fortín de el Medio (También conocido como La Atalaya) – Del cual tan solo queda un terraplén.
El Castillo Blanco o Castillo del Loma del Viento – Dicen que era visible desde la Plaza Bolívar de Caracas y que aun conserva una rampa y dos columnas, pero no se puede acceder por ser área militar (Estación meteorológica de la Marina)
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El Fortín de de San Joaquín de La Cuchilla, por su parte, aun conserva una fachada, un aljibe y unas merlonas que poseen -sin duda alguna- una vista estratégica.
Si te das un tiempo para recorrerla, podrás encontrar:
Sigue con nosotros el ascenso desde el Fortin de la Cumbre al Castillo Negro y disfruta del recuento de esta ruta ecopatrimonial de Fundhea en “Los Fortines de el Ávila al Atardecer”.