En la bajada de baños de Barranco encontramos el Gato Tulipán. Un espacio acogedor en medio de una zona muy atractiva, donde no solo se pueden apreciar piezas de arte sino también disfrutar de un café y pasar una tarde o una bonita noche.
Ahí se expone actualmente La Oruga Perpetua, obra de Diego Alonso Carbajal. Una serie de esculturas hechas de troncos tallados y pulidos en diferentes formas. A lo largo de algunas de las piezas se repiten incrustaciones de bronce en distintos tamaños.
Los troncos utilizados por el artista pertenecen a arboles y raíces caídos y arrancados del Rio Chontabamba, debido a la fuerza de las aguas que es aumentada por la intervención del hombre en la naturaleza.
La pieza principal, La Oruga Perpetua, se ve desde el espacio mayor con los brazos abiertos, invitando al observador a entrar. De su forma alargada emergen doce brazos con manos diminutas, también elaborados en bronce.
El resto de las piezas incluyen una gran ave en tronco pulido ademas de algunas formas abstractas. Algunas piezas al estar colgadas en el techo cautivan con su movimiento, mientras que otras al estar fijas invitan a caminar alrededor de ellas. La obra se complementa con dibujos en papel mostrando parte del proceso del artista.