Últimamente estoy cogiendo el gusto a leer novelas gráficas y hoy os hablaré de las dos últimas que he leído. Por un lado Arrugas de Paco Roca que ha sido una recomendación de Ruth (El mundo a través de un vaso de cristal) y por otro lado Tokyoland de Benjamin Reiss que lo vi por casualidad y no me pude resistir.
Emilio es el protagonista de Arrugas, un señor que empieza a sufrir de alzheimer. Su hijo decide ingresarlo en una residencia ya que no "puede con él". Allí conoce a diferentes personas que tienen su mismo problema u otros incluso peores. Uno de esos personajes es Modesto, un hombre que ya tiene el alzheimer muy avanzado. Dolores es su mujer, no tiene ningún problema pero ha decidido no separarse de su marido. Destaco a estos dos personajes (Dolores y Modesto), porque en varios momentos se ve a Dolores decirle algo al oído a Modesto y es el único momento que Modesto reacciona y sonríe. Tengo que decir que cuando supe lo que le decía al oído y porque sonreía se me instaló una sonrisa en la cara.
Es una historia dura, porque seamos sinceros el alzheimer es algo duro. Tanto para la persona que lo padece como para las personas que están alrededor. Y esta historia más dura aún si os afecta de cerca el tema. A pesar de lo dura que es tengo que reconocer que tiene momentos muy bonitos y es una historia para reflexionar. Después de terminar su lectura me quede muy pensativa, pensando en las personas que ya no están de mi entorno, y en personas que han sufrido este horror.
Agradezco mucho a Ruth que me lo haya recomendado porque me ha gustado mucho. Me ha gustado mucho como está narrada la historia. Y quiero destacar el cambio de color en las viñetas a medida que van pasando las estaciones. Pero no solo con el cambio de las estaciones si no también para diferenciar la realidad y la "fantasía". Como por ejemplo cuando aparece en escena la señora Rosario que se cree que está en un tren (la realidad se ve en unos tonos más claros porque en ese momento es otoño y su ilusión se ve en tonos más intensos). Podría contar muchas más historias de todos los personajes que aparecen, pero es mejor que lo disfrutéis si os animáis a darle una oportunidad.
En resumen, una historia bonita y dura a la vez. Una historia que en ciertos momentos te saca una sonrisa. Una historia que te hace reflexionar y te deja muy pensativa después de su lectura. No la recomiendo a todas las personas por el tema que trata.
En esta otra novela gráfica el protagonista es el señor Brückmann, un francés que nos hace viajar con él a su pasado. En un primer momento lo conocemos en la actualidad, ya mayor. Lo invitan a ir a Tokio y entonces es cuando empieza a recordar la primera vez que ha ido a Tokio, cuando era muy joven. En esta historia sabemos porque ha ido a Tokyo y como ha sido su vida allí. Me ha gustado mucho que sea en blanco, negro y unos toques azules. Tengo que destacar la imagen de los cerezos en flor (me he enamorado de ella).
Brückmann se va a Tokio sin saber mucho de allí, lo justo y necesario. Eso hace que tenga bastantes problemas al principio: lenguaje y también situaciones embarazosas. Porque va a Tokio no os lo voy a contar porque creo que es mejor no saberlo en el momento en el que se comienza la lectura.
Pero sinceramente me ha resultado entretenido, me ha gustado saber un poco más de la cultura de Tokio, pero no me parece una historia redonda.
En resumen, tiene una imágenes preciosas en blanco, negro y azul. Me ha gustado que se centre en en Tokio y conocer un poco más de su cultura. Pero la historia en si no me ha parecido nada del otro mundo. Es una novela gráfica entretenida para pasar una tarde entretenida.
¿Habéis leído alguna de las dos? ¿Os gusta leer novela gráfica? Admito recomendaciones de novelas gráficas, la verdad es que me estoy aficionando mucho a ellas.
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