Un cuento moderno para disfrutar con la vista y el oído.
Opinión personal:
Robin, un niño muy curioso de nueve años, vive en un pequeño pueblo en el que nunca sucede nada y al que por ello le ha denominado con el nombre de Unrolloquetemueres. Pero todo cambia para él cuando su madre le manda llevar una cesta al pobre ermitaño que vive en el viejo caserón... es entonces cuando Robin conoce un nuevo mundo.
Decir que he disfrutado como una enana de este maravilloso cuento ilustrado sería quedarme corta, lo cierto es que siempre disfruto mucho con los libros que ilustra Benjamin Lacombe, me hacen regresar a mi infancia, consiguen que disfrute muchísimo durante su lectura y que me olvide de todo lo demás, y lo mejor de todo... que los recuerde con mucho cariño.
Me ha encantado la amistad que surge entre el joven Robin y el anciano ermitaño del caserón, me ha recordado a la relación entre un nieto y su abuelo, las historias que el ermitaño le cuenta y de las que Robin disfruta tanto. Además, está entremezclada con una antigua historia de amor. Es un cuento en el que la amistad, el amor, la música y la literatura se entremezclan de una forma maravillosa, única y especial.
Las ilustraciones de Benjamin Lacombe, una vez más, son fabulosas, siempre adecuadas a la historia y a los diferentes escenarios que representan, con todo lujo de detalles, magníficas de principio a fin. Lo cierto es que la edición en sí es una delicia, donde viene cuidado hasta el más mínimo detalle, incluyendo las letras de varias canciones de Navidad que aparecen en el CD que acompaña a la historia.
Swinging Christmas es, sin duda alguna una recomendación en toda regla para todas aquellas personas que aman el trabajo de Benjamin Lacombe y que disfrutan con las adaptaciones de los diversos cuentos que hace. Un estupendo y maravilloso regalo para estas fechas de Navidad.
Puntuación:
Gracias a Edelvives.