En sus comienzos, Robert Mapplethorpe no se consideraba fotógrafo. «Nunca me gustó la fotografía», llegó a citar. A lo que puntualizó: «no la fotografía en sí. Me gusta el objeto. Me gustan las fotos cuando las tienes en la mano». Sus primeros trabajos con una cámara fueron autorretratos realizados en Polaroid y una serie de retratos de Patti Smith, amiga de Mapplethorpe, para la que realizó para la que además realizó la portada de su álbum Horses. Estas series se presentaban en marcos cuyas formas y pinturas eran tan importantes para el acabado de la pieza como la propia fotografía.
Fue a mediados de los años 70 cuando Mapplethorpe abrazó la fotografía prácticamente como único medio de expresión. Adquirió una cámara Hasselblad de formato medio y con ella comenzó a tomar fotografías de su círculo de amigos y conocidos. Entre ellos había artistas, compositores y gente de la alta sociedad, pero también actores pornográficos y miembros de la comunidad sadomasoquista underground. Algunas de estas fotos fueron impactantes por su contenido, pero la fotos eran exquisitas dado el dominio técnico de Mapplethorpe, pero su alto contenido sexual trajo cierta controversia dentro de la sociedad puritana.
Durante la década de los 80, se convirtió en un solicitado fotógrafo editorial que realizó retratos de famosos especialmente para revistas como Vogue y Vanity Fair. En este periodo sigue realizando fotografías de desnudos de aspecto escultural, tanto de hombres como de mujeres, pero su estética se refina. A estos trabajos se suman delicados bodegones de flores y retratos de artistas y celebridades con un énfasis en la belleza formal clásica.
Mapplethorpe continuó desafiando la definición de fotografía mediante la introducción de nuevas técnicas y formatos para su obra: fotografías Polaroid en color, fotograbados, platino impreso en papel y lino, Cibachromes e impresiones de tinta de color transferida, así como sus anteriores impresiones de gelatina de plata en blanco y negro.
En 1988 realizó un espectáculo con imágenes fotográficas impresas sobre tela. A finales de ese mismo año, Mapplethorpe declaraba para la revista ARTnews: «No me gusta esa palabra, ‘chocante’. Yo busco lo inesperado. Busco cosas que nunca he visto antes… Estaba en una posición en que podía tomar las fotos. Me sentí en la obligación de hacerlo».
El 9 de marzo de 1989, Robert Mapplethorpe fallecía a la edad de 42 años en Boston víctima del SIDA.