Ahora que vivimos en pleno verano, aunque en demasiados casos las temperaturas se obstinen en hacernos pensar lo contrario, busquemos un curioso contrapunto para contemplar una imagen sacada del invierno madrileño. ¿Alguien se apunta a patinar sobre hielo?
Antes de seguir analizando y desgranando la fotografía de esta semana os animo a que volváis a mirar la imagen con atención y tratéis de reconocer a sus dos personajes principales. Esos que tan bien parecen pasarlo sacando a relucir sus lado más infantil, casi ajenos a la cámara que los apunta.
Resulta que esta pareja que se desliza sobre el hielo rodeados de ese aura de elegancia y donosura son nada más y nada menos que el que fuese Rey de España, Alfonso XIII y su esposa Victoria Eugenia. Ambos disfrutan de una relajada jornada de patinaje sobre hielo en un lugar que a muchos os sonará, el lago de la Casa de Campo. Un espacio que durante sus congelaciones en invierno era utilizado, por algunos escogidos, eso sí, como lugar de ocio, actuando de pista de hielo.
La fotografía pertenece al año 1910 y en ella observamos a los dos despreocupados reyes mientras son vigilados de cerca por una tercera persona. Alfonso XIII, más aventurero y equipado con sus patines empuja a su esposa quien, a bordo de una silla, parece disfrutar del gélido paseo que le están dando por un paraje único de Madrid.
Una estampa insólita y peculiar con más de un siglo de vida que nos vuelve a poner sobre la mesa un período del año que, seguramente, más de uno ya añora. ¿O no es así?
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